tag:blogger.com,1999:blog-76687675700029032842024-03-13T13:54:15.831+01:00A lo míoDavid Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.comBlogger38125tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-59485918421658976292020-08-20T09:43:00.004+02:002020-08-20T09:43:48.828+02:00LA CÁLIDA BRISA DEL SUR (Capítulo 4) <p> </p><p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;"> <span style="font-size: large;">4
</span><span style="font-size: large;">La encrucijada</span><span style="font-size: large;">.-
</span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;"><span style="font-family: Garamond, serif; text-align: justify;">-¿Qué haces por aquí Alex, no tenías
una barbacoa en casa? Me preguntó Eva, con una voz que sonaba
cansada después de un largo día trabajando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Buf!
Sí, pero se nos ha ido un poco de las manos, nos hemos juntado mucha
gente y algo me ha sentado mal, dije pasándome la mano por el
estómago aunque más bien tenía que habérmela pasado por el culo.
Así que he salido a caminar y sin darme cuenta he llegado hasta el
Havana.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues
ya era hora que vinieras por aquí, desde que me vine no te has
pasado ni a saludar majo. ¿Qué pasa que las gemelas te cuidan bien?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Je
je. No pude decir otra cosa, algún día lo recordaré y quizá me de
la risa de verdad pensé.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Quieres
tomar algo? Me preguntó señalando un taburete junto a la barra.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No
te quiero molestar que veo que estás terminando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Venga
tómate algo me quedan diez minutos, cierro le dejo las llaves a Paco
y para casa. Dijo señalando con la mirada a un hombre de unos
sesenta años corpulento y con frondoso bigote sentado al final de la
terraza en una silla desde la que me observaba en silencio mientras
le daba largas caladas a un cigarrillo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Ahhh
hola…, Paco, perdón no sabía que tenías compañía.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-A
una chavala no se le dice que no a una invitación, dijo a modo de
saludo con una voz profunda y ronca, sentenciado con otra larga
calada a su cigarrillo sin apartar la mirada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sí,
sí, claro, una botella de agua por favor Eva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Agua?
Preguntó sorprendida Eva, pues sí que te ha sentado mal lo que sea,
dijo moviendo la cabeza de un lado a otro con un tono de guasa
claramente perceptible.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sí,
es que he cenado fuerte. Contesté poco convencido de que colase.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Bueno
pues esto ya está, Paco cuidame a Alex, me voy a cambiar de ropa,
estoy en cinco minutos, dijo Eva en alto para que le escuchase Paco
quitándose un delantal negro que le llegaba a los tobillos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-A
cambiar..., dijo Paco, vale Eva tu tranquila…, ven aquí chaval
siéntate a mi lado dijo enfatizando su orden con una par de fuertes
palmadas a una silla junto a él.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Voy
dije dando un salto del taburete.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Que
chavala más maja Eva, dijo Paco mirándome fijamente y encendiendo
un cigarrillo con lo poco que el quedaba de otro.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sí,
sí, majísima dije dando un trago a mi botella de agua, ligeramente
acongojado por el tono de voz y la presencia corpulenta de Paco. ¿Y
usted es cliente habitual? Pregunté apartando la mirada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No...
Yo cuido de ésto. Contestó secamente. Y continuó tras unos
segundos eternos de silencio incomodo. Soy guardia civil jubilado, y
con la pensión que me ha quedado no me llega, así que como tampoco
puedo dormir bien después de cuarenta años trabajando a turnos, me
vengo a cuidar de los amigos de los ajeno este negocio, y algo me
saco, por lo menos para los vicios, dijo levantando el cigarro al que
dio una larga calada otra vez.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Que
maja Eva. Repitió nuevamente, otro silencio, si yo tuviese treinta
años menos, y treinta kilos menos también, dijo golpeándose con
las palmas de sus enormes manos una prominente barriga, todos los
días vendría a buscarla con un ramo de flores y unos bombones, por
que a las mujeres hay que cortejarlas, hay que ser un galán para que
se enamoren de uno, y no todos valen. Dijo mientras me señalaba con
los dedos entre los que sujetaba su cigarro, volviendo a sentenciar
sus palabras con una larga calada sosteniéndome la mirada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sí,
sí, estoy totalmente de acuerdo con usted. Dije volviendo a beber de
la botella de agua, mirando alrededor del chiringuito. Anda mirá la
bici de Eva, voy a echarle un ojo que estaba pensando en comprarme
una, dije levantándome raudo con la primera excusa que se me ocurrió
para así escaquearme.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Eva
en el baño se mojaba el pelo con un acondicionador que ondulaba el
pelo, no sabía porqué, pero echaba de menos a Alex, su presencia en
la terraza del apartamento había sido una constante los últimos
meses, se pasaba horas allí, y ella notaba que le observaba, era un
desastre de chico. Bebía mucho y no se cuidaba, era como un niño
pequeño al que tenía obligar a que comiera algo, siempre desaliñado
y con el ánimo por los suelos. Cuando venía a la cafetería se
sentaba mirando al infinito, con la mirada perdida, ausente, pero
ella se había acostumbrado a su presencia melancólica y distraída.
Se puso el vestido que había llevado a posta, nunca se cambiaba, iba
y venía de casa con el pantalón y el polo del trabajo en la bici,
pero ese día sabiendo por su hermano Domingo que se reunían en la
casa de Alex pensó en pasar a saludar una vez terminase su jornada. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Aunque
realmente sabía que no hubiese ido, que se hubiese marchado a casa,
se alegraba de haberse llevado el vestido, se perfumó y se pintó
sutilmente los labios. “Que estoy haciendo pensaba” si luego es
un donjuán, con ese aire melancólico, que le hace aun mas
atractivo, podría tener a la chica que quisiera, y yo no tengo
tiempo para relaciones que me compliquen la existencia, ya tenía que
haber escarmentado, dedicarme a trabajar y seguir ahorrando por si
todo se complica al final y tengo que salir huyendo con mi niña.
Tendría que dejarme de tonterías, pero no sé que tiene que me
atrae, y soy joven, no tengo derecho al menos a coquetear, a
sentirme guapa a que me miren con deseo, mi vida tiene que ser de
recogimiento, tengo que sentirme vieja y ver como los años se me
escapan entre los dedos de las manos como si fueran arena de la
playa, por que una vez me equivoqué..., además, de ese error nació
lo más bonito que tengo en esta vida. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Alex
jugaba distraído con el timbre de la bici de Eva, fuera del
chiringuito corría una brisa fresca reconfortante, y así evitaba la
mirada de Paco y sus veladas advertencias sobre como tenía que
comportarme con Eva, si ni siquiera sabía porqué había llegado
allí, yo solo salí a caminar y necesitaba estar tranquilo, sin más.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Paco,
en el interior de chiringuito sintonizaba un radio transistor con
antena telescópica, sonaba la canción de “A puro dolor” cantado
por “Son By Four” </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Garamond, serif;"><i>Cariño mio</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Garamond, serif;"><i>Sin ti yo me siento vacío</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Garamond, serif;"><i>Las tardes son un laberinto</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span style="font-family: Garamond, serif;"><i>Y las noches me saben a puro dolor.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;">
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Eva
se despedía de Paco y salía a mi encuentro, lucía un vestido
veraniego por encima de la rodilla vaporoso, con la ligera brisa, se
le ajustó al cuerpo resaltando su figura, el tiempo se paró, y me
moría de envidia por no ser esa tela que tenía la suerte de rozar
su piel.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡¡¡Auch!!!
Me pellizque la mano con el freno de la bici.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Estás
bien? Preguntó Eva acercándose y cogiendo mi mano que por el
pellizco tenía un punto de sangre.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Y
al estar tan cerca de mi, su aroma embriagador inundó mi ser, el
contacto de su mano hizo que la piel se me erizase por toda la
espalda, noté el calor de su cuerpo y me temblaron las piernas, creí
desmayarme. Como quien recibe una chispa de corriente le retiré mi
mano, quizá más bruscamente de lo hubiese querido.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No,
sí, no te preocupes, estoy bien, es que estoy muy torpe. Te acompaño
a casa, ¿por donde vamos? Le pregunté interponiendo la bici entre
los dos, para evitar caminar a su lado. Temía que al pasear junto a
ella no pudiera soportar las ganas de sujetarla por la cintura
atraerla hacía mi cuerpo y fundirme con ella. Tenía que luchar
contra el ferviente deseo de besarla y agarraba el manillar de la
bici con tanta fuerza que me dolían los brazos. Comencé a notar un
fuerte dolor en el pecho y un ligero mareo, me dí cuenta de que no
estaba respirando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Buffff!
Respiré hondo. Pero mirando al lado contrario de donde se encontraba
Eva. Sabía que tenía que evitar a toda costa la fragancia de su
piel, estaba seguro que no era el perfume o a lo mejor era el perfume
mezclado con su piel, pero el olor que emanaba era una esencia tan
embriagadora que temía no controlarme, ¿Pero que diablos me está
pasando? Me preguntaba casi al borde de entrar en pánico.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;">
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿De
verdad que estás bien Alex? Preguntó Eva con un ligero tono de
preocupación.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-La
verdad es que no... No estoy bien. Es más... para serte sincero me
encuentro fatal. Te lo tengo que contar. Pero te pido por favor que
no te enfades.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Me
estas asustando Alex ¿Que ocurre?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Caminando
por la ronda litoral habíamos subido una empinada cuesta que nos
dejaba a la altura de la carretera que salía de Estepona, sobre la
playa del Cristo, estábamos parados en el mirador, dejé apoyada la
bici en el pasa manos metálico al que me sujeté con fuerza. La
vista era espectacular, la luna arrancaba destellos de plata sobre
sobre el mar, toda la línea de la costa se dibujaba con las farolas
y luces de edificios y viviendas discurriendo serpenteante, diseñada
por el caprichoso vaivén de las olas a lo largo de miles de años.
Eva frente a mi me miraba expectante, yo no podía sostener la vista
de unos ojos que cegaban los míos con la fuerza que lo hace la luz
del sol.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues
que estoy fatal… que tu hermano ha llevado a la barbacoa un
bizcocho y le ha echado algo que no me ha sentado nada bien. Pero no
te enfades con él, de verdad, es un buen chaval, para mi es un buen
amigo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Ya,
el bizcocho de la risa. ¡Ese chico es tonto! Un día se va a meter
en un jaleo y parece mentira que le defiendas, si cada vez que os
juntáis acaba preparando algún follón. Dijo en tono de reproche.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No,
no, de verdad es un buen amigo, y tiene muy buen corazón, y sin
darme cuenta sujeté la mano de Eva, y todo el calor del universo me
incendió por dentro derritiendo mi alma, y volví a soltar la mano
asustado de no poder controlarme. ¿Seguimos? Le pregunté cogiéndome
nuevamente al manillar de la bici, y eludiendo con ella, caminar a su
lado utilizándola como barrera de seguridad que mantuviera una
distancia prudencial que evitase ni tan solo rozarla.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Continuamos
paseando diez minutos más sin cruzar una palabra, caminábamos
lentos pero mi corazón latía a mil pulsaciones, llegué a temer que
Eva pudiera escucharlo, era una locomotora a máxima velocidad.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-
Vivó aquí, dijo Eva parándose frente a una casa baja encalada en
Blanco en el barrio que era conocido como el de los pescadores.
Varias plantas sembradas con jazmines adornaban la pared. Muchas
gracias por acompañarme Alex.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Para
nada ha sido un placer, además necesitaba caminar para despejarme,
es más, yo voy a seguir un rato le dije mientras me alejaba.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Alex.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Sí?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-La
bici, dijo señalándola, es mía y la necesitaré mañana.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-
¡Uy! Estoy tonto. Perdona dije apoyándola en la fachada de la casa.
Bueno pues tenemos que repetir el paseo, me ha resultado muy
agradable, dije mientras me frotaba las manos nervioso.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Claro
que sí, y se acerco a mi. Muchas gracias por ser tan comprensivo con
mi hermano, dijo a la vez que me abrazaba pasando sus brazos
alrededor de mi cuello. Creí morir, o deseé que el mundo terminase
en ese instante, noté cada parte de su cuerpo rozando el mío y cada
milímetro de mi piel estallaba de gozo. Se apartó de mi lado y
arrastraba mi alma con ella. Se quedó frente a mi, mirándome.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Alex...</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sí.
Pregunté aturdido.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Me
sueltas? Dijo señalando mis manos que estaban apoyadas en su
cintura.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Ay!
Sí perdona, dije separándolas de su cintura, para lo que tuve que
usar toda la fuerza de mi ser. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Bueno
Chao! Me dijo tirándome un beso con la mano y abriendo la puerta de
su casa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Chao!
La contesté haciendo que cogía el beso del aire de la manera más
absurda y ridícula que podría haber hecho y poniéndomelo en la
mejilla. ¿Eva? </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Sí?
Me preguntó bajo el marco de su puerta.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No,
nada que no sé si te he dicho que hoy estas muy guapa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Ah…,vale...,
gracias, dijo sonriendo, tu también Alex.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">No
se puede ser más gilipollas, me di dos ligeros bofetones en la cara
y me senté en el respaldo de un banco apoyando los codos sobre las
rodillas y sujetando mi cabeza entre las manos. “Eres tonto del
culo” “ No sé si te he dicho que hoy estas muy guapa” “Solo
hoy” “El resto de días eres un adefesio” “calladito estas
más guapo tío” “además que huevos estás haciendo, vas a
cometer el error de enamorarte, ni se te ocurra”</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Continué
caminando por las calles vacías, la parte más antigua de Estepona,
calles estrechas con casas bajas encaladas de blanco y decoradas con
macetas y plantas por doquier que habían conseguido el título para
la ciudad del jardín de la costa del sol, pero toda esa belleza para
mi pasaba inadvertida ante la vorágine de pensamientos que se
agolpaban en mi cabeza, pasé caminando por el castillo de San Luis,
y acabé sentado en un banco de la plaza de las flores, una pequeña
plaza con uno de los jardines con más encanto que había visto
jamás. Tenía emociones contradictorias, por un lado ansiaba estar
con Eva, tenía que reprimir el deseo de regresar a su casa, llamar a
la puerta y besarla con pasión, por otro lado, me reprochaba tan
solo la idea de pensar en ello, con una herida abierta que había
dado un vuelco completo a mi vida, cómo se me podía ocurrir tan
solo pensar en ceder a mis sentimientos, tenía que ser más sensato,
incluso más egoísta, no podía consentir volver a enamorarme,
ponerme en una situación vulnerable sería un grave error con
resultados fatales. Mi alma se había roto en mil pedazos de cristal,
y tratando de recomponerla, con cada pedazo que recogía, me
provocaba un corte sangrante, otra herida que tenía que cicatrizar.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Seguí
caminando, regresé al paseo marítimo y caminé por la orilla de la
playa en dirección al puerto, había pasado horas divagando, el sol
despertaba perezoso por el horizonte, las olas rompían con suavidad
sobre una playa desierta a esa hora. Permanecí un rato de pie
absorbiendo la luz y el calor de los primeros rayos de sol, tratando
de recuperarme espiritual y físicamente, la brisa se había tornado
más fuerte y la humedad calaba mis huesos, causandome escalofríos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">Regresé caminando pasando junto al faro
de punta doncella, de veinte metros de altura de torre en forma
octogonal y construido en piedra se erguía orgulloso sobre el
puerto.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">Una larga nave de la lonja y una línea
de playa se interponían entre el faro y el mar.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Muchos
años atrás, las olas llegaban a acariciar las rocas sobre el
acantilado en el que se decidió construir el faro de punta doncella.
Recordé la leyenda que cuenta como una joven de alta cuna saltó al
mar desde las escarpadas piedras sufriendo por un amor imposible con
un hombre que su familia no aceptaba, y de ahí ese nombre. Y yo
mancillé ese bonito nombre, esa historia romántica, despertando
borracho entre las piernas de una mujer, y menos mal pensé
recordando a Sofía.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Volvía
a Divagar. ¿Qué es el amor? ¿Cómo esa pasión y deseo por otra
persona pueden llevar a la locura, a la desesperanza e incluso
empujar a la muerte si no puede ser correspondido, como le pasó a la
joven doncella?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">¿Era
amor lo que yo había sentido por Marta? Desde luego el sufrimiento
que me había causado, su traición, no podía compararse
emocionalmente con cualquier otra situación que hubiera
experimentado a lo largo de mi vida. ¿Y que me estaba pasando con
Eva?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Ya
me había cansado de penar por Marta, no era justo, no tenía porque
sentirme culpable cuando yo era la víctima. No estaba dispuesto a
sucumbir a una vida de tristeza perpetua y desilusión. A sentirme
avergonzado de algo que yo no había hecho.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span style="font-family: Garamond, serif;">Mi
dignidad estaba maltrecha, y era lógico, cuando había sido
pisoteada sin atisbo de misericordia por una mujer que no me quería,
por que si algo me quedaba claro, es que si me hubiese amado, no
hubiera hecho lo que hizo, yo no estaría aún tratando de asimilar
lo ocurrido, y ahora quería exponerme a una situación semejante
con Eva, a ponerme en sus manos, no, desde luego que no lo iba a
consentir. Lo evitaría a toda costa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Justo
cuando cruzaba bajo el soportal e iba a subir las escaleras hacia mi
apartamento, un coche patrulla de la policía local paró a mi lado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Que
pasa primo? ¿Que haces despierto a estas horas? Claro no me digas
nada, otra vez de fiesta hasta última hora. ¡Eres un puto vividor!</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Buenos
días, contesté desganado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sube
que tenemos que hablar, me dijo señalando con la cabeza la parte
trasera del coche patrulla.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No
me jodas primo que estoy agotado. ¿No puede ser en otro momento?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-
El tema es serio, dijo mi primo Dani volviendo a señalar la parte
trasera del patrulla.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Resignado
subí al vehículo, me sorprendí al ver a Nuria conduciendo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Buenos
días Donjuán, otra noche de rondar, y por la hora has triunfado, me
dijo mirando por el retrovisor.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No,
no creas Nuria, dije recostándome en el asiento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Claro
te entiendo, hay mujeres que dejamos huella, me dijo guiñándome un
ojo, vamos a tomar un café que te veo agotado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues
sí os lo agradezco.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Sentados
en la terraza de una churrería regentada por una familia de chinos,
mi primo Dani me contaba novedades.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-
Vamos a ver primo. Tu coche, ¿Dónde lo tienes?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Qué
coche?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues
uno que está a tu nombre, Alejandro Dionisio Trujillo Villamayor
Márquez de Rojas, y si quieres sigo con los apellidos de los abuelos
capullo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-
Mi coche...No sé… lo deje aparcado… no recuerdo donde… por el
puerto… llevo mucho sin conducir.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sin
conducir.¡Mis Huevos! Sin conducir… Ayer llamaron de capitanía
del puerto, un buceador había localizado en la bocana sumergido tu
coche. ¿Qué pasa que lo aparcaste en el puto fondo del mar pedazo
de gilipollas?¡Seguro que ibas pedo!Pues el estacazo es gordo. La
multa es de las que escuecen imbécil.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡No
me jodas primo! Me habrán robado el coche yo que sé. Le contesté
mintiéndole.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Sí,
claro, con la llave. Dijo sacando la llave del que era mi coche y
poniéndola sobre la mesa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues
igual me las dejé puestas, tu sabes que llevo bebiendo mucho y ha
habido veces que no sabía ni si quiera donde me despertaba.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Y
entonces que estuvieran las maletas dentro del coche o que también
estuviera tu teléfono no significa nada, dijo sacando el que fuera
mi teléfono y dejándolo encima de la mesa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Significa
simplemente que las maletas estaban dentro del coche cuando me lo
robaron y que el teléfono también. Sabes perfectamente que he
estado pasando una mala racha.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Bueno
dejate de historias, conozco gente de capitanía, son de confianza y
podemos tapar el asunto pero me va a costar alguna que otra cena,
pedir favores.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues
yo estoy tieso de pasta, estoy sobreviviendo con mis ahorros y la
cuenta baja deprisa primo. Como no quieras vender el coche y con lo
que saques te apañas, otra cosa no puedo hacer.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Vale
me apaño con eso, dejame hacer gestiones.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-El
teléfono sí me lo quedo. Dije cogiendo el teléfono con una idea
que me rondaba.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Es
tuyo, dijo encogiéndose de hombros, pero no creo que te funcione,
pero vamos como si quieres usarlo de pisa papeles, de todas formas al
grano, si la cagas en algo avisame, porque igual estas cosas se
solucionan más fácilmente de otra manera capullo, Por cierto he
escuchado por ahí que eres colega de las gemelas de la cafetería
frente a tu apartamento, por solucionarte el follón éste del coche,
a ver si me las presentas primo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Las
gemelas? Pregunté recordando mi reciente experiencia, son jóvenes
pero también mujeres de armas tomar primo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Ja!
A mi no me asusta ninguna mujer, soy una puta máquina, dijo dándose
una palmada en el pecho. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">El
comentario provocó que Nuria, que se encontraba ajena a la
conversación, mensajeandose con alguien con su teléfono móvil
levantase la cabeza.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Perdona?
Preguntaba a mi primo con cara de sorprendida, como puedes ser tan
bocazas y mentiroso, bueno... sí, lo sé,no hace falta que me
contestes.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Vale
primo! Dije entre cortando la lucha de egos que se avecinaba, te
prometo que voy a hablar a las gemelas bien de ti y de lo machote que
eres, ya me contarás, le dije sabiendo que lo que le iba a pasar no
me lo contaría.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Regresé
caminando hasta el puerto, pero en lugar de subir al apartamento,
pasé por la oficina de la administración del edificio, Jane me dejó
utilizar el teléfono y uno de los ordenadores donde permanecí
haciendo gestiones. Conseguí localizar a Richi, un colega de
profesión y muy buen amigo, una de las pocas personas a las que en
cierta medida tenía envidia, un tipo rabiosamente inteligente, un
verdadero tiburón, pero con el concepto claro desde que comenzó a
ganar dinero, podría conseguir lo que quisiera, se lo rifaban en los
mejores bufetes y las más importantes entidades bancarias. Pero él
lo tenía claro, trabajar para vivir no vivir para trabajar, y en
cuanto ganaba el dinero suficiente para su siguiente plan, lo dejaba
todo. Su vicio los deportes de navegación tabla, vela, cometa, y
además había conocido en el gimnasio en el que entrenábamos a
Lucía, una chica dinámica y alegre con los mismos gustos deportivos
y un planteamiento de vida semejante.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Dejé
para enviar por correo ordinario un sobre al apartado de correos que
Richi me había indicado y después de mantener una conversación
telefónica, quedamos en vernos personalmente, en dos semanas bajaba
de vacaciones a tarifa con Lucía para hacer Kitesurf, así que con
el resultado de las gestiones que le había encomendado nos veríamos
en Estepona.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Esas
dos semanas fueron bastante tediosas, el hecho de no estar borracho
una parte importante del día, generaba como daño colateral que las
horas pasaran lentamente.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Evitaba
a toda costa pasar por el Havana no quería ver a Eva, en la
cafetería donde estaban las gemelas tampoco me apetecía estar,
Domingo y Sebas, venían de visita pero con el verano en su apogeo
hacían muchas horas. Mis días se basaban en largos paseos por el
centro, de Estepona, la calle Real hasta la plazoleta Ortiz donde me
sentaba a tomar café y regreso andando hasta el puerto, me aficioné
a comprar libros en un quiosco instalado durante el verano en el
paseo marítimo y pasaba las tardes sentado en la terraza del
apartamento leyéndolos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Entrada
la tercera semana de agosto, coincidió que mi hermana con su familia
se encontraban de vacaciones y recibí una llamada de Richi en la que
me confirmaba que las gestiones habían sido positivas, que ya me
diría. Como buen anfitrión decidí invitarles a todos a una comida,
el problema es que mi hermana quería aprovechar el día en la playa
con las niñas, y la mejor playa para el baño de los peques es la
del Cristo, así que no me quedó más remedio que reservar mesa en
el Havana.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Para
olvidar el dolor que me había provocado Marta me refugié en el
alcohol, y ahora que con el tiempo había diluido esas desagradables
emociones que afloraban esporádicamente, casi acostumbrado, siendo
poco más que un ligero escozor en el orgullo, tenía que evitar
emborracharme, porque tenía miedo de perder el control ceder a mis
sentimientos y terminar entregando mi corazón a Eva. No, no estaba
dispuesto ya sabía lo que era sufrir por amor y duele, duele por
dentro, quema como lo hace la pólvora llegando a lo más profundo de
tu ser. Las mariposas en el estómago para quien las quiera, los
efectos secundarios ocasionados hacían que no mereciese la pena.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Aúnque
sabía que mi hermana y su familia habían llegado temprano a la
playa yo no llegué al Havana hasta pasadas las doce, la noche
anterior ni si quiera pude dormir tranquilo, y al llegar caminando
mis mayores temores se hacían realidad, el pulso se me aceleraba y
me faltaba el aire, por una parte deseaba ver a Eva, y por otra,
esperaba que no estuviera, que algo la hubiese impedido acudir el
trabajo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Richi
y su novia Lucía estaban sentados en una mesa, “vaya pareja de
postal” pensé, parecen sacados de una serie de surferos o de un
anuncio de perfume, ya me gustaría no ser como ellos, sino sentirme
así, solo verles uno podía advertir tranquilidad, equilibrio y una
vida plena en ambos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Abracé
a los dos, un abrazo largo y sincero, reconfortante, en el fondo
pensaba en poder robarles un poco de su energía.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">No
había hablado con ellos en mucho tiempo, tampoco me preguntaron,
solo escucharon lo que yo quise contar, sin prejuicios, sin opiniones
o consejos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Bueno,
me tienes en ascuas ¿Como fue el encargo que te hice Richi? </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Estaba
esperando que me preguntases, sonrió mientras buscaba en una mochila
que tenía a sus pies, de la tarjeta de memoria del teléfono se
pudieron recuperar todos los archivos, fotografiás y videos, los
tienes aquí ,, todos menos uno, me dijo deslizando un pen-drive
sobre la mesa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No
lo quiero, no quiero tener esas fotografías, esos recuerdos son unas
paginas de mi vida que trataré de borrar para siempre, dije
empujándolo hacia Richi, temiendo que su solo contacto me quemase.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Bueno,
te lo guardo yo, nunca se sabe. De lo otro, aquí tienes, me dijo
pasándome un sobre de tamaño folio. Treinta mil euros en B, y por
otro lado tu finiquito y el paro arreglado. El viejo nada más ver el
video se cagó, pero más preocupado por el prestigio del bufete o lo
que pensaran sus socios si se filtraba, que por lo que pensaría su
mujer. Eso sí, tienes que firmar un contrato de confidencialidad y
si sale a la luz, te comprometes a pagar diez veces más.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Donde
hay que firmar?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Ya
está todo arreglado, de todas maneras tengo una copia del video, si
el viejo se muere, puedes volver a usarlo, la otra parte no conoce
nada. Me dijo sonriendo con malicia.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Has
descontado tu porcentaje? Le pregunté mirando en el interior del
sobre donde estaban los fajos de billetes.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-No
Alex, esto lo he hecho como tu amigo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Ni
se te ocurra, como amigo podríamos tener ambos problemas, te
contraté como mi abogado, me tienes que hacer una factura por tu
asistencia letrada y te daré lo mismo en B. No cabe discusión
hermano.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Había
estado concentrado en la conversación con Richi y Lucía, tratando
de evitar cruzar la mirada Eva, cuando al fin la vi el saludo con
ella fue poco más que fútil, frío y aséptico por ambas partes.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Reunido
con la familia y los amigos comiendo, charlando, riendo, no me
resultó para nada incomodo o dificultoso sobrellevar tenerla tan
cerca, ella por su lado, no se acercó a nuestra mesa ajena a lo que
allí sucedía, ajena a mi presencia.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Pero
en la sobre mesa después de el vino que regó la comida, y ya con
una copa en la mano, me sorprendí varias veces buscándola con la
mirada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Domingo
pasó a tomar café en su hora de la comida, ya por la tarde tenía
alquiladas casi todas las sombrillas del chiringuito. También pasó
mi primo que estaba de servicio junto a Nuria, se sentaron a charlar
con mi hermana y mi cuñado, la excusa perfecta para acercarme a la
barra y estar más cerca de Eva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span style="font-family: Garamond, serif;">El
alcohol había debilitado mi barrera de seguridad, pero ella se
mostraba fría. Tenía sentido, la había evitado desde la noche que
la acompañé a casa paseando, y ahora trataba de ser simpático y
además quería que riera mis gracietas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Un
tipo alto y delgado de cara huesuda, con la cabeza rapada, miraba a
Eva fijamente desde fuera del Havana, ella se percató de su
presencia y salió a su encuentro arrojando un paño de cocina con
fuerza sobre el fregadero. Discutían, con la música no entendía lo
que hablaban pero por los gestos era evidente que nada bonito se
estaban diciendo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">De
repente la agarró por la muñeca, ella intentó liberarse pero no
pudo, el tipo la sujetaba fuertemente, las venas del cuello se le
hinchaban y se inclinaba sobre ella amenazadoramente, me acerqué
rápidamente.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Oye!
Le grité. Suelta a Eva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Tu
quién mierda eres?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">-Suelta
a Eva ¡Gilipollas! Le contesté.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Y
sí, la soltó. Se acercó a mi de dos pasos y de la primera hostia
que me calzó se me hizo de noche. K.O. técnico y a la arena. El
combate más rápido de la historia de Estepona, Málaga y
seguramente toda Andalucía.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Garamond, serif;">Me
desperté, al tipo se lo llevaban mi primo y Nuria detenido, mira por
primera vez valía la pena su presencia pensé. Estaba sentado en una
silla, Richi a mi lado y Lucía sujetando un poco de papel higiénico
contra mi ceja que del golpe se me había abierto y sangraba. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">Eva vino con una bolsa con hielo y unos
puntos de aproximación y entre ella y Lucía me curaron. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Quién era ese tío? Le pregunté</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-El padre de mi hija y el mayor hijo de
puta que he conocido. Me contestó Eva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Vaya! No sé que decir, dije
sorprendido. Lucía se marchó dejándonos solos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Es el motivo por el que trabajo como
una burra, solo pienso en ahorrar dinero, por que sé que tarde o
temprano tendré que huir, sino nos acabará haciendo más daño.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Pero...Perdona igual no es asunto mío
¿Que te ha pegado en otras ocasiones?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Una paliza que casi me mata, estuvo
unos meses en prisión, el tiempo suficiente para hacer buenos
amigos, cuando salió se dedicó a amargarme la existencia a pesar de
tener una orden de alejamiento, y al tráfico de drogas, pero como es
bastante estúpido le cogieron enseguida, llevaba tiempo sin verle, y
lo primero que ha hecho en su primer permiso de la carcel es venir a
verme. ¡Que hijo de puta! Dijo con rabia y algo de miedo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues sí, estúpido si tiene que ser,
no soy penalista pero si la orden de alejamiento sigue en vigor y con
la movida que ha preparado aquí, igual en un par de años no le
vuelven a dar otro permiso, hablaré con mi primo para denunciar las
lesiones y si se ha resistido a la detención pues mejor.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">- Resistido no, le ha pegado a tu primo
también, lo ha tumbado Nuria de una patada en los huevos, dijo Eva
disfrutando tan solo con recordar el instante.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Pues cojonudo atentado a agente de la
autoridad, lo que tu dices, muy tonto.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">Permanecimos un rato en silencio, yo
sentado en una silla, Ella a mi lado sujetaba la bolsa con hielo y
nuevamente, consciente de su cuerpo cerca del mío, comencé a
sentirme débil, me faltaban las fuerzas para evitar cogerla por la
cintura y besarla.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Muchas gracias, me dijo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¿Por qué? </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Por defenderme.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Bueno defenderte, no sé, una
distracción para hacerte ganar unos segundos, pero pocos, creo que
no aguanté ni cinco segundos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Ja ja! Rió, mi príncipe azul.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Morado, mejor morado, dije señalándome
el ojo que se estaba hinchando a pesar del hielo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Muchas gracias Alex, y acercándose me
dio un beso en la mejilla, un solo beso que hizo que me derritiera
como un helado al Sol.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-No hay de qué, contesté aturdido.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">Regresé a la mesa donde estaban
Domingo, Richi y Lucía charlando y de guasa comenzaron a vitorearme
nada más verme.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Cabrones! </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Mirá lo que me están contando Richi y
Lucía, que se van de ruta por Australia, me dijo Domingo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¿No jodas? Pregunté a Richi con la
mirada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Si tío, nos vamos a Tarifa ahora, pero
teníamos estudiado un viaje en caravana por Australia, recorrer toda
la costa buscando lugares donde surfear olas, en plan aventura total.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-¡Quién pudiera! Dijo Domingo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">- Oye la caravana que tenemos mirada es
para cuatro, por mi no hay problema dijo Lucía a Domingo, así
compartimos gastos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-No creo que tenga pasta para eso, dijo
Domingo apenado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond, serif;">-Eso no es problema, dije, me sorprendí
nuevamente buscando con la mirada a Eva y tomé la decisión de
marcharme o estaba perdido. Nos vamos con vosotros.</span></p>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-49413330721807926522020-08-12T18:15:00.004+02:002020-08-20T09:44:14.013+02:00LA CÁLIDA BRISA DEL SUR (Capítulo 3)<p> </p><p class="western" style="font-weight: normal; line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;">
<span face="" style="font-family: "times new roman", serif;"><span style="font-size: large;">3
El despecho.-</span></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ya
había amanecido hacía rato, la gente pasaba andando a la compra o
al trabajo frente a los setos entre los que me encontraba tirado
entre las piernas de esa mujer. Con el pantalón bajado por las
rodillas, rezumando alcohol y cobrando consciencia de que no había
utilizado condón. No tenía ni idea de quien era la mujer sobre la
que me encontraba, traté de recordar, pero la noche eran solamente
saltos de imágenes borrosas y personas desconocidas a las que podía
ver que movían los labios pero sin entender una sola palabra de lo
que decían. La verdad que los dos últimos meses eran un recuerdo
enmarañado y vago de borracheras seguidas de resacas que combatía
con más alcohol.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ese
desencanto, la frustración, el sabor agridulce, el enfado y el
resentimiento que afloraban constantemente en los momentos de
sobriedad, cuando recordaba a Marta, eran insoportables, y el vértigo
que me causaban solo lo calmaba con la botella, y como la mierda
atrae a las moscas, sin saber si yo era la una o las otras, o quizá
dependiendo del día, cualquiera de las dos o ambas a la vez, había
ido conociendo gente que como yo, opositábamos para despojo humano,
siendo de los más aplicados de la clase el que suscribe.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
mujer con la que acababa de mantener sexo en un jardín público se
bajaba un vestido muy corto y ajustado de licra negro con un generoso
escote. La verdad… a esas horas desmerecía bastante, era un
vestido para una veinteañera en una mujer que aunque bien conservada
y con un pasado que tuvo que ser agradecido con ella, ni el
maquillaje, ni la luz del Sol, eran de los mejores aliados para
ocultar que el paso de los años iban haciendo mella.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
situación era incomoda y ridícula, nos encontrábamos cerca del
faro del puerto, a dos minutos andando cuesta abajo de la cafetería
donde Eva, seguro estaba preparando café y tostadas, casi podía
notar su olor, y ofrecí a mi acompañante desayunar antes de
despedirnos, igual así recordaba su nombre y obtenía algún dato
que me dejara más tranquilo después de haberlo hecho a pelo, ella
aceptó un poco desconcertada, igual pensando de la misma manera que
yo. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Su
nombre era Sofía y rondaría los cincuenta y cinco años, morena de
piel y de poco más de metro sesenta, se estiraba un vestido que
sentada en la terraza de la cafetería se negaba a tapar poco de su
entrepierna a pesar de ser elástico.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Eva,
se acercó con una bandeja en la que traía café y churros para los
dos, me miraba fijamente con cara de reproche, era evidente por
nuestro aspecto que no era una reunión de trabajo o un desayuno
mañanero.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Esto…</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Sofía mi nombre es Sofía, ¡Chico que despiste tienes!- dijo entono
enojado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Sí, perdona. ¡Ja ja! -Reí de manera forzada, - será que la última
copa destruyo la única neurona sana que me quedaba, seguro que me
contaste anoche, me dijiste que vives aquí, que no estás de
vacaciones, ¿Verdad?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
comenzó a contarme su vida, era una pregunta tribal, sinceramente me
importaba un pimiento de donde era, su nombre o su edad y su
recorrido vital, que por su aspecto evidenciaba que era más de una
década superior al mío y de mala vida, y eso aumentaba mi
preocupación, lo único a lo que le daba vueltas mientras la veía
mover los labios sin ni siquiera escucharla, es que hubiera cogido
alguna venérea de esas que te dejan el rabo como una seta que
utilizaban los pitufos como casas, rojo y con puntos blancos o al
revés, ¿O eran las casas de los dibujos animados de David Gnomo?
Bla, bla, bla, y yo asintiendo, de vez en cuando regresaba de mis
pensamientos y captaba algo suelto, divorcio, hijos, bla, bla, bla, y
me volvía a mi paranoia, y mucho peor pensaba, vete a saber si
tiene sida ¡Me cago en la puta! Esta tía lleva al menos quince años
separada, y aún no se le ha pasado el despecho, si yo en dos meses
no sé el número, pero me he revolcado con unas cuantas, esta tía
en ese porrón de años a cuantos se habrá pasado por el arco del
triunfo ¡Puto alcohol! ¡Puta Marta! Tendré que ir al hospital, no
sé que mierda de prueba habrá que hacer, la verdad es que ya me
pican los huevos, Bla bla bla, seguía en su diatriba contra el que
fue su marido, y yo voy a acabar como ésta tía, quince años
después buscando alimentar mi autoestima acostándome con cualquiera
y guardando rencor… Mejor coger la gonorrea y dejarme morir por una
sepsis, bla, bla, bla, y yo asintiendo, madre mía ¡Vaya chapa! </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;">
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Bueno Sofía quería comentarte algo que me preocupa…</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Cuéntame,
¿Que te ocurre? Me preguntó cruzando los brazos bajo sus pechos en
actitud defensiva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">-Es
que… no sé… si te has dado cuenta pero lo de antes… , en el
jardín… , hice una pausa para coger aire y lo exhalé, el
mismísimo aliento de Drogon, Viserion y Rhaegal de juego de tronos y
que hubiese prendido mecha hasta a la reina Daenerys, “Dios mío
pero cuanto he bebido pensé.”</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Pues
eso que lo hemos hecho sin condón. Y me preocupa por si pillamos
algo. Yo que sé… , últimamente llevo una vida muy desordena… y
tu … </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¡Y YO! ¿Yo qué? Me interpeló de manera brusca haciendo que
incluso Eva que se encontraba tras la barra del bar levantara la
cabeza y mirase hacia nosotros, como el resto de clientes que en ese
momento desayunaban en la terraza.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Mira
bonito, continuó en el mismo tono, mientras giraba la cabeza para
enfatizar sus palabras y me señalaba con un dedo amenazante.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Que
sabrás tu de mi vida. Y yo pensé, pues todo si te hubiera escuchado
por que menuda chapa. Pero continué callado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Ahí arriba no ha pasado nada, no se te levantaba del pedo que
llevabas picha floja de los cojones, así que puedes estar tranquilo
majo. Y con las mismas se levantó y se marchó caminando sobre unos
zapatos de tacón que amenazaban con partir de los pisotones que iba
dando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Mírala
que digna se va le dije a Eva, acercándome a la barra, ya pago yo
bonita, tu vete tranquila, dije en tono sarcástico.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Pero vamos a ver Alex. ¿A ti te parece normal lo que estas haciendo?
Me interrogó y a la vez reprochaba Eva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
No, pero si no lo hemos hecho, y menos mal.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¿Hecho
que? Preguntó Eva.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¡Anda nada! Tonterías mías, contesté, menuda pájara tiene que
ser la Sofía ehhhh!!! Dije guiñando el ojo a Eva. Y como la madre
que de repente le daba en la boca una torta al niño que decía una
palabrota, con el arte de un samurai, y como un acto reflejo, la
bandeja de chapa redonda golpeó mi cabeza ¡Dongggg!</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Joder
que hostía! ¿Que haces tía? Pregunté a Eva frotándome la parte
del cogote.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Perdón,
me dijo en un susurro con la bandeja para servir sujeta con ambas
manos y tapándose la boca, aunque era evidente que sonreía, y a la
vez estaba ligeramente avergonzada por su reacción. - Es que eres un
faltón y no he podido aguantarme, perdoname Alex, dijo nuevamente
haciendo un ligero puchero como lo haría una niña traviesa. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
No pasa nada, lo entiendo, y a la vez que me alejaba de la barra y a
sabiendas de que era el centro de atención de la clientela, le dije
en alto a Eva, y prometo que la próxima vez la propina será mayor
que ya sé como te las gastas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Era
evidente que el verano había llegado a su apojeo, el flujo de
personas por el puerto se había incrementado exponencialmente, se
veían muchas caras nuevas, en época estival en el puerto todas las
noches parecen sábado, y eso, para el estilo de vida desordenada que
estaba llevando me lo ponía fácil para seguir, o difícil, para
ordenarme.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Muchas
veces a lo largo de nuestra existencia van sucediéndose una
concatenación de pequeños hechos sin que parezcan tener
importancia, y de repente la suma de todos ellos provoca un giro,
nos despierta de un bofetón y nos presenta una realidad que es
totalmente opuesta a lo que creíamos estar viviendo, o a nuestra
entidad como individuos. Cada uno de nosotros tenemos una imagen
formada de como somos, y resulta evidente que cada una de las
personas con las que interactuamos nos perciben con una imagen
diferente, que es lo que aparentamos ser, y aunque en lo esencial en
los rasgos básicos coincidirán todos, en los detalles diferirán, y
eso hace que haya tantos de nosotros como personas te conozcan, ya
que los pequeños detalles son los que marcan la diferencia, una comida puede estar sosa, en su punto de sal o salada, y tan solo,
unos granitos de más o menos marcan la diferencia.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
junio, Eva ya no trabajaba enfrente del apartamento, con el aumento
de clientela se tenía que hacer cargo del chiringuito de La Havana
en la playa del Cristo, en la cafetería, la sustituyeron dos jóvenes
hermanas gemelas, a las que solo podía distinguir por el lunar que
una de ellas lucía bajo el ombligo, que siempre mostraban al aire
anudándose el polo del uniforme del bar para hacerlo más femenino,
según ellas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Noelia
y Natalia, espigadas, de casi metro ochenta y escasos veinte años se
movían por la terraza sirviendo como abejas en un panal, y al ser
tan semejantes era curioso, a veces daba la sensación de que eran
más, o que se le transportaban de la barra a las mesas, o que
estaban en dos o tres mesas a la vez, aunque como mi raciocinio
siempre se encontraba mellado por algo de alcohol quizá era más
problema mío. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">No
he de negar que echaba de menos a Eva, me reconfortaba su presencia
frente al apartamento, había días que fumando y bebiendo en la
terraza, apoyado sobre la balaustrada se me llegaban a dormir los
brazos simplemente mirando distraído como se movía, riendo,
atendiendo, recogiendo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">Ella sabía que yo estaba allí, y de
vez en cuando miraba, a veces se acercaba y desde el otro lado de la
calle me preguntaba si había comido, que bajase a tomar algo, se
preocupaba por mi, y me resultaba agradable esa sensación, si me
quedaba un poco de cordura ella me la daba, con sus regañinas, o sus
miradas de reproche al día siguiente de que hubiese preparado
alguna, que eran un día sí y otro también. Su ausencia me hacia
sentir un ligero vacío que me incomodaba más de lo deseable.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">En
los momentos de debilidad es muy recomendable el contacto humano, los
abrazos pueden llegar a ser sanadores, mejores que un chute de
ansiolíticos, y Eva con su mirada, con esos ojos verdes, su sincera
y desinteresada preocupación, era ese abrazo, su voz dándome los
buenos días eran como el arrullo de una madre a su bebé.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tras
los primeros días de su marcha, dejó de tener sentido pasar tanto
tiempo en la terraza del apartamento con la vida contemplativa como
único objetivo, así que pasaba la mayor parte de la mañana que
para mí no comenzaba antes de las doce, en la cafetería distraído
con las gemelas, su juventud su forma de moverse sus bromas absurdas
que a veces ni entendía, quizá nadie más que ellas dos, que
parecían estar conectadas telepáticamente, y si algo le pasaba a
una, la otra lo sabía aunque estuviera de espaldas, me daban esa
chispa de entretenimiento, que aderezado con café solo largo y un
Johnnie como colega, me hacían pasar las horas diurnas con esa niebla
artificial que había interpuesto para no recordar a Marta y mi vida
anterior, que parecían lejanos en el tiempo, una película de mala
calidad, que sin embargo era recurrente en sueños. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">Desde
el episodio desagradable con Domingo en el que le mandé a tomar por
culo. Me había cruzado en varias ocasiones con él. Pero no sé si
focalicé en él parte de la rabia acumulada, no era capaz de
perdonarle, y tampoco era para tanto… , quizá el hecho de saber
que se encontraba dolido y que ignorándole le hacía daño, me
impulsaban a tensar la cuerda y hacer que sufriera.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Con
Sebas sí alternaba, después de todo llevaba el mantenimiento de la
comunidad del edificio, a veces coincidíamos en su descanso, y si
estaba en casa, le invitaba a tomar unas cervecitas, para darle
cobijo y que en su horario de trabajo pudiera refrescarse como es
debido, yo le daba un escondite seguro, y el me daba la compañía
moral necesaria para alguien que está todo el día bebiendo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Como
dos buenos solterones, en esas noches de aburrimiento en las que no
había ganas ni de bajar al Irish Pub de la esquina, cenábamos unas
pizzas o del chino, en la terraza del apartamento viendo a la gente
pasear, familias perfectas, felices, sonrientes, con niños perfectos
y amigos perfectos en sus PUTAS vidas perfectas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
hecho de haber perdido contacto con Eva, ya que El Havana se
encontraba algo retirado para ir andando, y para que negarlo,
guardaba un ligero resentimiento hacia ella, sentía como que me
había traicionado dejándome abandonado al pairo, una nave sin
tripulación navegando en alcohol, desamparado. Su ausencia, hizo que
pensara más en Domingo, así que hablando con Sebas quedamos en
organizar una barbacoa en casa para hacer las paces.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Lo
bueno de tener un colega que se dedica al mantenimiento, un
profesional cinturón negro de las chapuzas, es que puede conseguir
material de manera rápida y barata. A los tres días de decidir
preparar la barbacoa, aún resacoso de una noche que podía calificar
como tranquila, ya que despertaba en casa, e incluso recordando
claramente que la había pasado en el odonghues, el Irish Pub de la
esquina, hablando en un inglés oxidado, y para complicarlo más, con
la lengua gorda dentro de mi boca alitosa, con unas jóvenes
mochileras irlandesas de turismo en una ruta que les llevaba por toda
Andalucía, Sebas tocaba el timbre del apartamento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Buenos
días hermano! Me dijo tendiéndome un café en un vaso para llevar
bebidas calientes, deja paso a mis colegas que vamos a preparar un
buen chambao en la terraza para la barbacoa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¡Joder Sebas! ¿Pero qué coño has traído? Le pregunté asomandome
al pasillo donde se acumulaban plantas, sillas, mesas y demás
utillaje que no acertaba a imaginar que podía ser.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Tu
confía en mi. He hablado con Jane, la administradora y nos ha dado
permiso para decorar con algunas cosas de la comunidad la terraza,
después de todo, queda bonito enluce la fachada del edificio y sube
el caché, por cierto habla muy bien de ti, a ver si me voy a tener
que poner celoso, me dijo guiñando un ojo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¿Que dices tío? Casi podría ser mi madre..., ¡Vamos no me
jodas!.. Caí en la cuenta de que él si le había dado con todo lo
gordo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Si ya, no te jode el milindres por la mañana, pero si ya te conocen
en todo el puerto y parte de Estepona, yo creo que hasta en Casares
hablan de ti, “como el percutor venido de Madrid, sin escrúpulos
ni listón, el joven alicaído por un desamor, que es capaz de
meterla en un ventilador”, esto último lo dijo cantando con una
mezcla de regueton y rap cutre, bailando desacompasadamente, yo no
pude más que callarme y dar un sorbo al café, echarme a un lado
asumiendo el palo y dejar que pasaran los colegas de Sebas con todos
los bártulos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Haz
lo que te salga de la polla esa gorda que tienes cabrón, le dije con
mi rabo entre las piernas en dirección al colchón, que aún seguía
en el suelo del dormitorio, con las partes de la cama apoyadas en la
pared después de mi experiencia con Nuria.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Comprometido
fervientemente con mi año sabático, y a pesar de los golpes, el
ruido de taladros y voces entre Sebas y los dos ayudantes que venían
con él, no hice el mínimo esfuerzo por asomar el hocico del
dormitorio no fuera ser que se les ocurriera darme alguna tarea, mi
mayor esfuerzo era para no hacer nada, aburrirme mi misión, preferí
dormitar en el colchón hasta que pasó un buen rato en el que dejé
de escuchar ruido, aún así, con cautela salí de la habitación,
pero efectivamente, ya no había nadie en el apartamento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Mi
estomago rugía, no había comido nada desde… no sé, anoche, ayer
para desayunar… Abrí la vieja nevera encontrándola como siempre,
repleta hasta los topes de aire. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
la puerta una litrona de cerveza por la mitad, posiblemente se la
habría dejado Sebas, un tomate mohoso en la rejilla de arriba,
“quien habrá traído ese tomate y desde cuando lleva ahí” traté
de recordar. En la última rejilla quedaban unas latas de atún, cogí
una, la abrí quitando el aceite que tiré por el fregadero, “ para
qué le echaran el aceite”, me pregunté, desde luego yo siempre lo
quito, como hacia con el liquidito de los yogures hasta que me enteré
que era la mejor parte. “Divagaciones habituales de alguien que
tiene mucho tiempo, o me estoy volviendo loco”, me encogí de
hombros y salí a la terraza mientras empujaba con el tenedor un
pedazo atún.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡
La Virgen! Exclamé en alto. Menudo cambio. La terraza del
apartamento parecía un chiringuito, unos toldos blancos, cesped
artificial cubriendo el suelo, mesa y sillas de teca con cojines a
rallas azules y blancas, varias macetas con bugambillas de color
rosa colgaban por la balaustrada y las paredes, y en cada una de las
esquinas una maceta de por lo menos un metro cubico con cuatro pinos
de un metro cincuenta de altura. Una barra de bar portátil de chapa
junto a la barbacoa y todo al rededor de la terraza una guirnalda de
bombillas de baja intensidad. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¡Que tío más grande el Sebas! dije en voz alta repasando cada
detalle con detenimiento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
había encargado de hacer la compra, la nevera rebosaba en cervezas y
hielo, para comer, carnaza, unos buenos chuletones y por si nos
quedábamos cortos, chorizo, morcillo y panceta, elementos esenciales
en toda barbacoa que se precie. Quería corresponder bien a Sebas por
el trabajo y el esfuerzo desinteresado por arreglar la terraza, y
además hacer de mediador para que hiciera las paces con Domingo, en
definitiva estaba demostrando ser un buen amigo y me apetecía
reconocérselo, así que luchando contra la apatía que incrustada en
mi ánimo arrastraba como “leitmotiv” recogí el apartamento ,
hice la compra y dispuse la mesa con algo de picoteo. Realmente
íbamos a ser solo los tres, aunque contaba con que Jane y los dos
colegas que ayudaron a Sebas en el chambao se pasaran a tomar algo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
reencuentro y hacer las paces con Domingo fue tan simple como somos
los hombres para casi todo, </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Lo
siento Alex. Me dijo Domingo nada más entrar en el apartamento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-No
pasa nada hermano, no hay nada que perdonar, dame un abrazo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Espera
que dejo el bizcocho en la mesa “Brother”, un abrazo, unas
palmetadas en la espalda y como si no hubiera pasado nada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
noche era agradable, después de que Jane pasara por el apartamento,
sobre todo para echar un vistazo a lo que Sebas había organizado en
la terraza, con material que era sufragado por la comunidad, y de
paso controlar el estado general del apartamento, que por suerte
había tenido la brillante idea de limpiar, cociné para mis dos
colegas unos gruesos chuletones al punto que degustamos con un par de
botellas de vino tinto.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ya
en la sobremesa Domingo se frotó las manos,</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
Momento del bizcocho, dijo emocionado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¡Buf! No se si voy a poder tío. Dije pasando la mano por mi
estómago, estoy petado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-No
jodas macho es una receta especial con ingredientes secretos que he
cocinado especialmente para la ocasión.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Bueno
va… Por no hacerte el feo, y cogí un pedazo del bizcocho que me
llamó la atención que hubiese cocinado Domingo, seguramente era
comprado, o se lo había preparado la madre o la abuela, el caso es
que estaba jugoso y entraba bien, total…, con el vino para
empujarlo por la garganta tampoco distinguía mucho el sabor.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ya
habíamos cambiado de tercio, yo como siempre fiel a mi güisqui
Johnnie, Sebas y Domingo bebían ginebra, estábamos pasando una velada
tranquila, agradable, en la calle se escuchaban los coches entrar en
el puerto con sus ocupantes acercándose a los restaurantes para
cenar, otros paseando para bajar la cena ya deglutida, y otros, la
gente más joven, que ya se encaminaban a los bares de copas. Poco a
poco nuestras risas fueron subiendo de tono, manteníamos una
conversación tribal y nos meábamos de la risa, recuerdo el momento
en el que pensé que el vino me había pegado más fuerte de lo
esperado a pesar del chuletón, pero no podía ser, estábamos de
subidón, pusimos música a elevado volumen y bailábamos asomados a
la balaustrada, viendo a la gente pasar, señalando a cualquiera que
nos llamara la atención por cualquier detalle insignificante y nos
partíamos de la risa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">-¡LA
LA LA LAIIIII! Cantábamos abrazados.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¿Pero
que coño pasa tío que vino era ese? Pregunté a mis colegas,</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
¡NO ES EL VINO! Hermano es el bizcocho.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
“El bizcocho de la risa, con un ingrediente secreto, una resina
fina, fina, de primera calidad, elaborada en Marruecos, dijo Domingo
levantando los brazos al cielo y bailando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡No
me Jodas Domingo! Miré a Sebas con cara de asombro sin poder dejar
de bailar.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Si
tío, me confirmaba él, yo ya lo he probado antes, es de lo mejor,
me decía dando una extraño y desacompasado paso de baile.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Me
cago en la putaaaaaaa…..! Estoy drogadooooooooo….!!!!! Grité por
la terraza.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡HEY
Alex, Alex! Un coro de mujeres gritaba mi nombre, y yo miraba al
cielo, las estrellas me llamaban, ¡Alex here man! Y mirando hacia
abajo vi a las chicas Irlandesas con las que la noche anterior estuve
hablando en el Iris Pub, habían salido de fiesta y allí teníamos
una gran fiesta.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Heeeeyyyyyy
Girls! ¡Hello, come here we have a party! Les decía haciéndoles
señales para que subieran al apartamento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Y
nosotras qué! Escuche otras voces femeninas que me sonaban, miré
hacia abajo y era evidente que la droga del bizcocho me estaba
haciendo un efecto fuerte, veía doble, y era como si me hablasen dos
subrayadores fluorescente gigantes una rosa y otro amarillo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Domingo
estoy flipando, ¿Qué ves tu ahí? </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Coñooooooo!
¡Esas chicas guapas! Noe, Natalia ¡Subid! Les gritaba Domingo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¿Las
Gemelas? Pregunté ya con la voz pastosa sin lograr enfocar bien la
vista pero sin dejar de bailar. ¿Y por qué van disfrazadas?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-No
sé tío, van toda buenas. Contestó Domingo mirando los cuerpos
estilizados de las dos gemelas que habían sustituido a su hermana
Eva para el verano en la cafetería.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Quizá Domingo estaba más acostumbrado
a su ingrediente secreto y el efecto alucinógeno era más débil en
él.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Es
cierto que las Gemelas vestían en colores fluorescentes, unos monos
ajustados, de pantalón corto y sin mangas, ambas con coletas a los
lados, labios pintados en rojo sangre y tatuajes con brillantina por
los brazos, pero de ahí a confundirlas con los marcadores que
utilizan los estudiantes para destacar lo importante de los textos de
estudio, había un mundo, el mundo que mi cabeza embriagada estaba
creando para mí.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
terraza del apartamento estaba a rebosar, y quince minutos después
de que toda la gente que había subido hubiese probado una pequeña
porción del bizcocho de la risa, todos bailaban flipando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">Estábamos
colocados, gracias a ello había dejado de beber Johnnie y no fui
empeorando mi desinhibición, algo de consciencia mantenía. Recuerdo
que sonaba la canción de Ed Sheeran “Galway Girl” y las chicas
Irlandesas se vinieron arriba marcándose el baile de folclore de su
país, una danza Irlandesa en el que van dando saltos sin mover los
brazos, algo parecido al claqué pero mas estático, el caso es que
lo bailamos todos, y yo no tengo ni puta ideas de bailar, tengo el
mismo sentido del ritmo que una palmera.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sudando
y cansado de reír y abrazarme a unos y a otros, me vi arrastrado por
las gemelas a mi dormitorio, sus cuerpos se desdoblaban, era como si
al moverse imágenes de ellas difuminadas permanecieran en el espacio
tiempo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sobre
mi colchón desnudos rodábamos hacia un lado y otro, una me besaba
por la espalda, otra por el pecho, y yo de una a la otra, en un
ritual con una carga erótica de alta tensión. Sus piernas
infinitas, se entrelazaban entre las mías como las serpientes lo
hacen cuando se aparean, eran dos mujeres pero parecían cien. Toda
mi piel notaba su presencia, sus cuerpos se restregaban con el mío
provocando que mi temperatura subiera cien grados, me faltaba el aire
sumergido en un festival carnal, hipnotizado como los marinos por las
temidas y mitológicas sirenas, sus gemidos de placer eran
seductores cantos de sirena, yo me dejaba arrastrar el fondo del mar
sumido en el éxtasis y el deleite, una me besaba en la boca y me
ofrecía sus pechos para que se los besara, la otra con mi miembro
erecto entre sus labios me iba a hacer explotar de placer. Y de
repente va..., y me mete un dedo por el culo, así..., sin avisar,
sin pedir permiso, coño esas cosas se hablan, y a la vez que daba un
respingo eyaculaba en la boca de una de ellas, era contradictorio una
mezcla de placer intenso, mezclado con sorpresa y la inquietud que
genera una experiencia nueva que te viene por detrás y sin
esperarlo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;">
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡No
No NO! ¡Ufffff! Me corría y ella seguía con la mejor mamada que
jamás me habían realizado, pero ese dedo ha entrado en zona virgen
y quiero que siga así.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Intentaba zafarme, una de las gemelas se
puso a horcajadas sobre mi pecho y me dio una doble bofetada de
derecha a izquierda y viceversa.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Calla
esclavo! Me gritó.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Fuegoooo!
¡Fuegooooo! Grite desesperado y aprovechando la sorpresa que generé
en ambas me logré zafar de ellas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¿Que
gritas? Me preguntaron al unisono.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-
No sé, no tenéis una palabra clave las dominatrix..., pues eso.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-Anda
tonto bésame la boca, me dijo una mientras la otra se acercaba como
una pantera a punto de saltar sobre un corderito.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡
Ni de coña! Si me acabo de correr en tu boca. Le grité casi
asustado. Ellas se rieron. Se miraron una frente a la otra, se
acariciaban sus delgados cuerpos con un baile sensual y se besaron en
la boca.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Joder,
JODER Que sois hermanas! Grité en algo parecido a un aullido. Me
miraron sorprendidas como a quien le acabas de desvelar un oscuro
secreto, se rieron y volvieron a besarse intercambiando sus fluidos
genéticamente iguales al ser gemelas mezclado con mi semen.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Que
puto asco! Dije mientras daba una arcada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Justo
en ese instante la puerta del dormitorio se abrió de un fuerte
golpe, dos de las chicas irlandesas venían enrolladas, dándose el
lote, sobándose la una la otra de manera casi obsesiva. Nos quedamos
los cinco mirándonos los unos a los otros, claramente mi mirada
entre sorprendida y asustada me eliminó de la ecuación que se
estaba gestando, las miradas lascivas entre las cuatro dio resultado
positivo y entre ellas iniciaron un ritual para mi más que erótico,
casi satánico.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">-¡Ala,
Ala, yo me piro! Dije buscan algo que ponerme y pensando que si se
pudieran quedar embarazadas por la boca, en unos mese sería hijo de
cuatro putos demonios, mi esperma corría por ellas. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-family: garamond, serif;">En
la terraza Domingo aún bailaba como un chamán en éxtasis alrededor
de un fuego compartiendo un porro con alguna de las irlandesas, en el
sofá del salón dormitaba Sebas, desnudo, a su lado una mujer que no
recordaba conocer dormitaba aun con el rabo de Sebas en la mano.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
fui al baño, abrí el grifo y me quedé mirando el agua corriendo,
“Será el puto agua de este sitio pensé”, me miré al espejo y
por primera vez en mucho tiempo me vi, y traté de recordar, había
huido de mi imagen para no tener que avergonzarme de mi existencia,
para no echarme en cara mi comportamiento, mi actitud ante la vida y
como estaba afrontando mi existencia, simplemente sin afrontarla,
dejando que corrieran los días sin proyecto ni otra intención que
emborracharme hasta quedar dormido por agotamiento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Había perdido peso, el pelo desaliñado
y largo, el flequillo me tapaba los ojos, sin afeitar con una barba
que no terminaba de salir por toda la cara, aunque, para mi sorpresa,
con algunas canas, en términos generales, estaba bastante demacrado
y sangraba levemente por la comisura del labio como consecuencia de
unos de los bofetones que me había sacudido una de las gemelas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Salí
del apartamento, necesitaba despejarme, estar solo. En el puerto
había grupos de jóvenes caminando de un pub a otro, la música se
mezclaba con las risas y las voces, el ruido de los coches entrando y
saliendo me abotargaban. Necesitaba tranquilidad, y sin darme cuenta
fui caminando por la playa del Cristo hasta El Havana , estaban
cerrando, dos camareros se despedían de Eva que se encontraba tras
la barra haciendo caja.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
estuve observando un rato desde la oscuridad que me brindaba la
playa. ¿Por qué he venido hasta aquí? Me preguntaba con una
preocupación que nacía del fondo de mi espíritu inundado por
oleadas de desaliento, y la respuesta me asustaba. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Mis
pasos subconscientemente me empujaron al lugar del que mi corazón
huía, situándome en una encrucijada a la que no quería
enfrentarme.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;">
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Eva
levantó la vista hacia donde me encontraba, quizá no me veía pero
dudé, di unos pasos acercándome y la saludé tímidamente con la
mano. </span>
</p>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-6227421176085775922020-08-08T18:36:00.001+02:002020-08-24T17:04:44.936+02:00LA CÁLIDA BRISA DEL SUR (Capítulo 2)<p> </p><p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;"><span style="font-size: large;">2
Tocar fondo.-</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Desperté
desorientado. Me había quedado dormido en el incomodo sofá del
desangelado salón de mi nuevo hogar. El pantalón vaquero y la
camisa seguían chorreando colgados sobre una de las sillas de la
terraza, la chaqueta de cuero estaba empapada. Los calcetines, los
calzoncillos y la camiseta tirados en el suelo formando una bola de
tela mojada. Me sentía como debí sentirme cuando me parió mi madre
treinta y ocho años atrás... Desnudo, temblando, indefenso,
confundido, dolorido y molesto, obligado a salir contra mi voluntad
de la seguridad y el confort del vientre materno. Me asomé a la
terraza del apartamento envuelto al estilo romano con una vieja
sabana de tacto áspero y olor rancio. El renacer de mi nueva vida no
parecía muy prometedor. Tenía un terrible dolor de cabeza a
consecuencia del alcohol y los músculos de la espalda
contracturados de dormir en la misma postura sobre el incomodísimo
sofá. Busqué en el pantalón el paquete de tabaco y saqué un
cigarrillo prácticamente desecho por el agua del mar. Del bolsillo
extraje doscientos euros en billetes húmedos de cincuenta y de
veinte. Me apoye con los codos sobre la balaustrada de la terraza
frotándome la cara con las manos queriendo despertarme de esta
maldita pesadilla, pero no..., todo era real. La horrible visión de
Marta follando con el hijo de puta del jefe, el robo de la cartera
acompañado de una hostia como postre. Sin coche, sin ropa, sin
teléfono, sin trabajo...</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
senté en el suelo con la espalda apoyada en la pared y rompí a
llorar desconsoladamente. Me sentía sin fuerzas, enfermo, débil,
vulnerable, solo, desesperado y perdido. Estaba bloqueado, no sabía
que diablos hacía allí, a quién acudir para pedir ayuda, los
acontecimientos me superaban. Abrumado la apatía se apoderaba de mí
y por mucho que intentaba respirar profundo, el aire se negaba a
llenar mis pulmones, mi mente era un caos de pensamientos absurdos,
un caballo desbocado galopando entre un huracán de ideas dramáticas
y depresivas. Permanecí sentado hasta que se me durmieron las
piernas y llorando hasta la deshidratación de mis ojos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
levanté torpemente, extenuado y vacío pero algo más relajado tras
la llantina. El timbre del apartamento sonaba insistentemente, abrí
la puerta, era Domingo con cara de culpabilidad y arrepentimiento...
le dejé pasar al piso.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Lo
siento Alex, siento mucho lo del coche, no sé que puedo hacer,
estoy fatal.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Déjalo
Domingo, no te martirices, no fue culpa tuya— dije arrastrando las
palabras casi en un susurro, dejando caer mi cuerpo maltrecho sobre
el sofá.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Te
he traído unas camisetas, he pensado que te harían falta hasta que
puedas recuperar la maleta del coche — dijo ofreciéndome unas
camisetas de publicidad de bebidas espirituosas.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Paso...
no voy a recuperar nada, seguiré el camino que marca mi destino.
Que se quede todo en el fondo del mar. La pena es que no me ahogué
anoche...— dije en un exagerado tono melodramático.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
Alex! De verdad que lo siento. ¿Cómo puedo ayudarte?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡No
seas cansino! Déjalo... Mira hazme un favor. Toma estos cien euros
y cómprame unos calzoncillos y unos calcetines, en el hiper de aquí
al lado y también trae güisqui y tabaco— le dije con la
intención de dejar de escuchar sus disculpas y lamentos, que me
irritaban e impedían que me concentrase en mis propios pesares.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
el armario del dormitorio encontré un pequeño calefactor que al
encenderlo desprendió un ligero olor a quemado, lo situé
procurando que el aire caliente pasara entre la ropa mojada que
coloque en dos sillas a modo de tendedero improvisado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Dicen
que lo bueno de tocar fondo es que solamente puedes ir en una
dirección, hacia arriba. Eso lo diría alguien que se encontraba
bien, o el dalai lama, y ninguno pensó en la opción de quedarse en
el fondo, en lo más profundo de una fosa mariana, a miles de metros
bajo el agua, en total oscuridad, abrazado al frío y al lodo marino
como única compañía... allí estaba yo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Era
medio día, y no había hecho otra cosa que beber y fumar. Fuera
había calima, el cielo se distinguía turbio, con el tono
amarillento que le da la arena en suspensión que llega empujada por
el aire desde el desierto africano. La temperatura cálida y el cielo
plomizo abotargaban mi cabeza, aunque el hecho de estar bebiendo
güisqui ayudaba sobremanera al embotamiento de mis ideas y
estimulaban mis sentimientos de lastima de mi mismo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Domingo
sentado en una butaca, había asumido que ignorase su conversación y
miraba distraído la vieja televisión de tubo. Aburrido encendió un
cigarro de marihuana y con un gesto le invité a que se sentara a mi
lado para compartirlo. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Te
apetece que bajemos y comemos algo en la cafetería de enfrente donde
trabaja mi hermana?</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sinceramente...
No tengo ni puta gana... ni de vestirme... ni de andar... Aunque el
porro me ha abierto el apetito— dije a la vez que me levantaba
torpemente.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
Vitin del Puerto era una cabaña de madera, un kiosco grande enfocado
a servir desayunos y meriendas, una pequeña sucursal de la
heladería El Vitin, situada en la emblemática y floral, Plaza de
las Flores del centro urbano de Estepona. Lo bueno de la cafetería
del Vitin del Puerto era que se encontraba justo enfrente del
apartamento, ubicada en una extensa terraza que hacía las veces de
mirador.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
hermana de Domingo, Eva, esa atractiva joven de ojos verdes, nos
sirvió unos cruasanes a la plancha con jamón y queso que me
supieron a gloria bendita, y el café solo, servido en vaso de
ansioso, activó mi mente dándome algo de capacidad de raciocinio,
el suficiente para organizar mi estancia en Estepona.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Eva
me harías el favor de prestarme tu ordenador portátil, necesito
contactar con mi hermana y el único medio que puedo utilizar es mi
correo electrónico.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí
claro, es lo menos que puedo hacer, después de la faena que te ha
hecho mi hermano— dijo acercándome el ordenador y matando con la
mirada a Domingo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
me tengo que marchar...— dijo Domingo con tono acobardado que
indefectiblemente sonaba a escaqueo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
wifi que tengo es de la gestoría que administra tu apartamento así
que como si fuera tuya— dijo sonriendo Eva , volviendo tras la
barra.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Con
otro café bien cargado me senté buscando la sombra bajo una de las
sombrillas de la terraza del mirador, para así evitar los molestos
reflejos que me impedían ver bien la pantalla del ordenador. Abrí
el correo, pinché sobre redactar, busqué en la agenda la dirección
del email de mi hermana y me quede hipnotizado observando el cursor
que parpadeaba sobre la pantalla sin saber por donde empezar o que
decir.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Hola
hermanita,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Imagino
que estarás preocupada por no saber de mí. Llegué bien a Estepona,
tuve que hacer noche en el camino, pinché una rueda y decidí
descansar en un Hostal. El apartamento está mucho mejor de lo que
me esperaba. No te he podido llamar ni contesto tus llamadas, que
seguro que me has llamado... ;) porque he perdido el teléfono.
Hasta que me llegue el duplicado de la tarjeta bancaria que solicité,
necesito que me envíes algo de dinero. En el puerto he visto un
locutorio que creo que realiza transferencias, gestiónamelo porfi,
con quinientos euros me apaño, no creo que tarde mucho tiempo en
disponer de la tarjeta del banco.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Respecto
a lo de Marta, lo voy asimilando, tengo momentos de bajón pero lo
superaré. Cambiar de aires me va a venir de lujo. He conocido a un
chaval muy amable se llama Domingo, me ha ayudado a instalarme y su
hermana, Eva, que es majísima se preocupa por mí como si fueras tú.
De hecho te estoy escribiendo desde su ordenador portátil.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Estepona está preciosa, aún no he
tenido tiempo de dar una vuelta pero esto promete, el agua del mar si
la he catado y está fría para el baño, pero el clima es suave e
invita a meditar y a caminar por el paseo marítimo, ya te iré
contando.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Un
besito para ti y otro para las niñas. Saluda a mi cuñado y dile
que le guardo una cerveza fresquita para cuando vengáis. </i></span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pasé
el resto de la tarde ensimismado en la terraza de El Vitin, bebiendo
güisqui y fumando. Con la mirada perdida en el horizonte, donde la
línea del mar se une con la del cielo. Un mar oscuro y en calma que
contrastaba con el cielo plomizo y amarillento a causa de la calima.
Pensé en ese mar en calma como en una representación mía, un fiel
reflejo de mi persona. Cualquiera de los clientes de la cafetería,
que a lo largo de la tarde me pudieron ver allí, no vieron más que
a un hombre sentado, relajado, dejando pasar el tiempo, distraído
con las vistas. Pero como ese mar que en su superficie se presenta en
calma tiene un fondo de corrientes marinas, aguas frías y oscuras
profundidades, por el fondo de mi alma fluían ríos de reflexiones
lastimeras, en una cabeza aterida por el dolor y con un corazón
cegado por las tinieblas del desamor. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
mañana siguiente desperté por el sonido insistente del claxon de un
camión cuyo conductor reclamaba su espacio para carga y descarga. La
cruel bocina era una tortura para mis oídos, en mi cabeza una banda
de música formada por pequeños monos locos chocaban los platillos
dando volteretas. Me incorporé ligeramente y cedí a la fuerza de la
gravedad quedando tendido boca arriba en la cama, quizá pasó más
de una hora antes de reunir fuerzas suficientes para vestirme con el
pantalón vaquero, que podía haber permanecido de pie por efecto del
agua salada sobre la tela, y una camiseta que alentó mi ánimo
cuando vi que era de publicidad de Johnnie walker.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
senté en el mismo lugar que el día anterior, Eva me sirvió un
largo café que logró disolver la orquesta de monos que castigaban
despiadadamente mi encéfalo, y me prestó amablemente su ordenador.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
una mesa contigua a la mía pude ver a la morena de piernas largas,
cuerpo esbelto y larga melena color azabache que la noche en la que
mi coche cayó al mar, me miró descaradamente al verme junto al
deportivo descapotable.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Quizá me llamó la atención por su
parecido físico con Marta, quizá su forma de moverse y quizá su
forma de ser, interesada, pretenciosa, narcisista, egoísta,
superficial y fría, quizá eso me atrajo de ella como me ocurrió
cuando conocí a Marta, aunque por aquel entonces no supe verlo y
ahora lo podía distinguir de un solo vistazo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ese
tipo de mujer atraída por el dinero como la mierda atrae a las
moscas, de espíritu avaro y necesidades materiales, con un apetito
insaciable de bienes y que anteponen su yo, ahora y para mí, a todo
y a todos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
vuelo rasante de una gaviota y sus graznidos me sacaron de la
vorágine de pensamientos resentidos contra esa mujer que no conocía
de nada.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><span style="font-size: x-small;"><<</span></span><span face="" style="font-family: garamond, serif;">
Hostia tengo que hacérmelo mirar</span><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><span style="font-size: x-small;">>></span></span><span face="" style="font-family: garamond, serif;">—
pensé avergonzado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Abrí
el correo electrónico y pinché sobre el email que mi hermana Conchi
me había remitido.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Hola
Alex,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Me
alegra y tranquiliza poder saber que estás bien, cuando no
contestabas al teléfono comencé a preocuparme. Te envío en un
archivo adjunto, el documento con el número de referencia para
cobrar la transferencia de quinientos euros que me pediste. Hablé
con Jane, la administrativa de la gestoría, me dijo que aún no te
habías pasado a firmar el contrato, que la transferencia bancaria
por el alquiler del apartamento para todo el año ya la habían
recibido, pero que tenías que firmar.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Sabes
que procuro no ponerme en plan psicóloga cuando hablamos, pero si no
te comento ciertos temas no me voy a quedar tranquila.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Lo
que te ha ocurrido con Marta es una experiencia traumática que muy
posiblemente te genere angustia, te turbe y sea muy difícil de
asimilar. Es normal sentirse así. Necesitas darte tiempo y adaptarte
a una nueva situación inesperada con emociones desagradables y
pensamientos desconcertantes. Es interesante que hayas conocido a
personas en las que puedas apoyarte para no sentirte solo, hablar de
lo ocurrido te hará sentir mejor. He avisado al primo Dani para que
esté pendiente de ti. Ya sé que es un poco insufrible, pero es
buena persona y me ha prometido que hará por verte. </i></span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Solamente
el hecho de que conozcas que los sentimientos y emociones que ahora
padeces son normales, es beneficioso. Tu cerebro va a ordenar que se
generen hormonas como respuesta a tus emociones y ese torrente de
sustancias pueden llegar a nublar tus pensamientos racionales. </i></span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>La
apatía, la desesperanza y la desorientación son sensaciones lógicas
que poco a poco deberás ir superando. El que hayas decido cambiar de
hábitos, desconectar de tus rutinas y alejarte de Marta y su
entorno, es beneficioso. Debes tener cuidado en buscar soluciones
inadecuadas como el consumo excesivo de alcohol, sería un grave
error con terribles consecuencias a largo plazo ya que puede
degenerar en adicción.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Alex
sé que es un sermón, pero me preocupo por ti. Le he facilitado a
Jane mi número de teléfono por si necesitas llamarme hasta que te
hagas con un teléfono, es una mujer muy amable y me ha dicho que la
oficina está a tú disposición para lo que necesites. </i></span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Un
beso muy fuerte, cuídate mucho y no dejes de contarme. </i></span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Que
mi hermana me hablase de que tuviera cuidado con el consumo de
alcohol me hizo sentir ansiedad y muchas ganas de tomar una copa. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><span style="font-size: x-small;"><<</span></span><span face="" style="font-family: garamond, serif;">
No será la manera más adecuada pero a mí me funciona, aliviando
mis desagradables sentimientos. La sensación de culpabilidad por
haber salido huyendo como un cobarde en lugar de romper la cara al
viejo. La vergüenza por no plantar cara a Marta. La angustia por
haberla perdido. </span><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><span style="font-size: x-small;">>></span></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pagué
la cuenta y bajé las escaleras para dirigirme caminando hasta el
locutorio del puerto. Domingo que montaba en un viejo ciclomotor paró
a mi lado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Hola
Álex! ¿Dónde vas?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Al
locutorio a por pasta, que me he quedado sin güisqui.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
sube que te llevo.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
habíamos recorrido treinta metros en el ciclomotor cuando una agente
de la policía local nos indicó con un rápido gesto de su musculoso
brazo que parásemos.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Saben
por qué les he parado verdad? — preguntó la agente de aspecto
fibroso y ceñido uniforme que resaltaba unos desproporcionados
pechos para un cuerpo tan delgado.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Imagino...
que el hecho de no llevar casco tendrá relación agente, pero es
que íbamos aquí al lado — dije a sabiendas de que no era excusa.
</span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Además
de guapo, listo. Pues ya sabéis lo que toca— dijo con aire
chulesco, girándose bruscamente hacia el coche patrulla a buscar el
boletín de denuncias con el que percutirnos, y provocando que la
larga coleta con la que se recogía el pelo cortase el aire como si
de un látigo se tratara. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Me
cago en la mar! Iba justo a buscarte — dijo mi primo que salía de
un Pub próximo a donde estábamos a la espera, de que la agente
clon de Angelina Jolie en la película de Tomb Rider, nos fundiera
los plomos.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Robocop
es tu primo? — me preguntó en un susurro Domingo sorprendido.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí,
mi primo Dani, insoportablemente chulo, narcisista, egocéntrico—
y fui interrumpido de mi diatriba por una colleja, saludo
habitualmente empleado por mi primo desde que tengo uso de razón.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
Nuria! No me digas que te quieres emplumar a mi primo. Que acaba de
llegar a Estepona. La guarra de su novia le ha puesto los cuernos
con el jefe y tiene el corazón partio, como dice la canción ¡JA
JA JA!— dijo rematando con unas palmas y un taconeo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Vaya
primo veo que mi hermana te ha contado hasta el último detalle...</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
te enfades ¡Huevón! Tu hermana solo se preocupa por ti. Y que
sepas que aunque tu “ex” tenía un polvo, se veía a la legua
que era una interesada y tú un calzonazos— dijo tocándose el
paquete y después con la misma mano rematando con otra colleja
sobre mi cuello.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Este
es tu primo el abogado? Pues se te ha aparecido la Virgen guapo,
porque os iba a emplumar a los dos— dijo la agente de la Policía
Local guardando su bolígrafo como quien envaina una espada samurai.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Primo,
nos tenemos que marchar que el deber nos reclama. He estado haciendo
unas gestiones en el Duende para que el viernes por la noche nos
preparen un reservado, que un compañero se despide y le hacemos una
fiesta. Pásate sobre las doce o la una, tomamos unas copas y nos
ponemos al día. ¡Vamos Nuria que los malos no descansan! </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
subiendo a su coche patrulla se marcharon con una brusca maniobra y
un fuerte acelerón, típica actitud del pretencioso de mi primo
Dani.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
Alex! Nunca me hubiese imaginado que Robocop es tu primo, y menos
mal, sino la Poli cachas nos cruje— habló Domingo que había
permanecido enmudecido hasta ese momento.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí...
una suerte de primo, tan prepotente como idota. Vamos a por la pasta
que necesito un trago de güisqui— dije subiéndome al ciclomotor.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
resto de la semana fue una secuencia repetida de beber, fumar, comer
de vez en cuando y sentir mucha pena de mi mismo. Cuando Domingo
pasaba por casa nos fumábamos un cigarro de marihuana y según como
me sentara me daba por reir o por llorar.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Despertares resacosos, horas apoyado
sobre el murete de la terraza mirándolo todo pero sin ver nada,
sumido en mis lamentos y sentimientos negativos.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">A
veces Eva, me saludaba desde la cafetería y me animaba a bajar a
comer algo, sobrevivía a base de sandwiches, curasenes y cafés,
regados por inundación en güisqui. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
viernes por la mañana junto con Domingo fumábamos un porro asomados
por la terraza y vimos como un hombre fondón y calvo, corría
desnudo, desesperado, tratando de ocultarse en algún lugar seguro
que no terminaba de encontrar. Iba descalzo y con la ropa colgando
entre sus manos al frente, intentado esconder sus vergüenzas. Con el
efecto del cannabis nos dio por reír, pero cuando vimos al
depredador que le perseguía, un viquingo forzudo de dos metros de
alto y melena rubia, gritando en viquingués toda suerte de
improperios, y a su lado una viquinga que trataba de apaciguarlo, nos
sentimos obligados a apiadarnos del pobre lechón y le invitamos a
voces para que subiera corriendo al apartamento y así protegerlo de
la furia de Thor. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Gracias
chicos! Me habéis salvado la vida— dijo sofocado tratando
torpemente de ponerse los pantalones.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Madre
mía, tapa eso! ¿Se te ha salido una tripa con la carrera?— dije
cubriéndome los ojos.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ahora
me explico lo de la rubia nórdica! Con esa anaconda que llevas
colgando le has hecho ver el valhalla de los </span><span style="color: black;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">vikingos.</span></span><span face="" style="font-family: garamond, serif;">
Thor te sorprendió atizándole con la verga y le dio una ataque de
cuernos— dijo Domingo partiéndose de la risa.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
en mi mente se sucedieron velozmente crueles comparaciones entre mi
reacción amilanada y cobarde huyendo cuando sorprendí a Marta con
el jefe, y la del forzudo nórdico, airado y defendiendo su honor, a
pesar de la fama de liberales y de estar habituados a llevar cuernos.
</span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
te conozco— dijo Domingo— Tu trabajas de mantenimiento en varias
urbanizaciones ¿Eres jardinero verdad?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Bueno
un poco de todo jardinero, fontanero, electricista, también llevo
el mantenimiento de piscinas, como la de estos apartamentos por
ejemplo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
además servicios íntimos a domicilio por lo que veo — dije
señalando hacia la calle donde aún se escuchaban las voces
amenazantes del nórdico de dos metros.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Esto
es un castigo, pero no lo puedo remediar— dijo señalando con sus
manos la abultada entrepierna— me he ganado una fama entre las
mujeres que algún día me va a costar la vida. Pero no puedo decir
que no a ninguna. Cuando me llevo algún susto hago propósito de
enmienda, pero con cuatro carantoñas me pierdo y vuelvo a pecar.
Dar placer a las mujeres que lo necesitan es mi penitencia— dijo
el orondo jardinero en tono litúrgico.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Hostia
Puta! Menuda cara tienes. Dar placer tu penitencia, como si cuando
clavas esa pedazo de estaca a ti te doliera y no lo contrario con
semejante tamaño— dije entre sorprendido y resentido.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No,
no, de verdad, esto... es un problema.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Que
cojones un problema! Ya me gustaría tener una herramienta así, por
cierto me llamo Domingo y este es Álex.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Muchas
gracias otra vez, yo soy Sebastián, Sebas para los amigos— dijo
tendiéndonos la mano— ¿No os importa que me quede un rato con
vosotros?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tranquilo,
siéntate y espera lo que quieras yo no me voy a mover de aquí—dije
desplomándome desganado en el sofá.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
resto del día lo pasamos en el apartamento, Sebas insistió en
invitarnos a comer y pidió unas pizzas a domicilio que regamos con
una importante cantidad de cerveza.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
tarde pasó entretenida con Sebas contándonos varias de las
aventuras que había vivido o padecido según él, con todo tipo de
mujeres. Y es que el Don Juan, no decía a ninguna que no, joven,
madura e incluso rozando la vejez. Delgadas o con sobrepeso.
Nacionales o Extranjeras. El figura, estaba convencido de estar en el
mundo para sofocar con su manguera el fuego latente de la
entrepierna de toda mujer necesitada. Se definía como un bombero del
amor, siempre listo para acudir en auxilio de cualquier dama en
apuros o necesitada de un buen puro. Regaba el jardín y cortaba el
césped de la señora y de la casa. Igual de bien, arreglaba una
gotera que tapaba un agujero.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
desperté con la lengua hinchada, la cabeza embotada y el estómago
pesado.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sebas y Domingo dormitaban en el sofá.
Salí a la terraza. Ya había anochecido. El viernes por la noche el
puerto estaba concurrido de vehículos y personas, con el habitual
ambiente animado de los fines de semana. Los restaurantes se
llenaban, la gente paseaba tranquila, los niños corrían jugando,
riendo y gritando conformando esa atmósfera que me evocaba a las
vacaciones. El aroma salado de la brisa del mar. La humedad en el
aire intensificando el perfume de buganvillas y jazmines.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Domingo
se asomó a mi lado encendiendo lo poco que le quedaba de un cigarro
de marihuana. Desde la calle unos gritos llamaron nuestra atención.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Primo
que no tenga que subir a por ti!</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Domingo
se retiró de la balaustrada retrocediendo lentamente como quien
lleva una bomba entre sus manos, aguantando la respiración y
escondiendo el porro de marihuana a su espalda.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Mi
primo, el Policía Local conocido como Robocop, y dos colegas de su
mismo porte, forzudos engominados, vestidos con camisas elásticas
que definían su anatomía labrada en el gimnasio, se aproximaban
hasta situarse bajo la terraza de mi apartamento.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Hola
primo ¿Qué quieres? </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Hola,
Hola! ¿Qué que quiero? Pues que bajes a tomar una cerveza
¡Hostias! ¡Que es viernes!</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Dani,
la verdad es que no tengo muchas ganas.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
si no bajas subo yo, tú verás.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
escuche como chistaba Domingo tras de mí, le miré, y enseñándome
el cigarro de marihuana como si fuera el arma de un homicidio, me
pedía que no subiera.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Vale
primo ya bajo ¿Dónde vas a estar?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Aquí
en el Odonogues — dijo señalando el bar Irlandés que se situaba
en los bajos de mi apartamento.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Afortunadamente
el Odonogues, un oscuro y tradicional Irish Bar, forrado en madera
noble envejecida con una larga barra en dos alturas, estaba situado
justo en la esquina de la facha del edificio. No tenía ganas de
salir y menos de aguantar al chulo de mi primo. Pero hubiese sido
peor que subiera al apartamento. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Como
me esperaba, al minuto de estar con mi primo Dani ya me dolía la
cabeza, que hombre más insoportable. Junto a sus dos compañeros de
trabajo como testigos, tuve que aguantar las risas, bromas de humor
negro y continuas pullas centradas en mi persona y en el fracaso de
la relación con Marta, que solo pude soportar gracias a dos
generosas copas de güisqui y la habilidad de poder desconectar mis
oidos de conversaciones absurdas. Eso lo tenía bien entrenado con mi
primo, si me pedía opinión sobre algo simulaba que con la música
que no le había escuchado y le hacía repetir la pregunta. El resto
del tiempo con asentir y una ligera sonrisa era suficiente mientras
me evadía dejando que el alcohol mesara mi cerebro de los recuerdos
de Marta.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Fueron
llegando más compañeros de mi primo, según me contaron estaban de
celebración por la despedida de uno de ellos. Una joven delgada,
alta, de larga melena oscura y protuberantes pechos se me acercó
sonriendo y me dio dos besos. Tuvo que notar mi cara de beodo
tratando de recordar quien era.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Eres
Alex el primo de Dani. ¿No me recuerdas?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pueeesssss...
No, no... perdóname pero...¿De verdad te conozco? Últimamente no
estoy en mi mejor forma, pero... o el alcohol ha destruido en esta
semana mi capacidad de memoria, o no eres real y mi imaginación me
está gastando una broma pesada haciéndome creer que estoy hablando
con la representación humana de la Diosa Afrodita. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ja,
ja, ja!— rio sensualmente— ya te lo dije el otro día, además
de guapo, listo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Hostias!
La poli. La compañera de mi primo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí
pero no soy la poli, mi nombre es Nuria. ¿Quieres una copa?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí...Sí...
pero te invito yo que el otro día te tiraste el rollo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Déjalo...
La segunda la pagas tú que la noche es joven— me dijo dándose la
vuelta, permitiéndome apreciar con libertad y descaro su fibrosa y
esbelta silueta. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tras
un rato agradable de conversación con Nuria, disfrutando de su
compañía y de la buena música, en uno de esos incómodos silencios
en los que no sabes de que hablar con alguien con el que no tienes
confianza, surgió la pregunta.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Bueno...,
que hay de verdad en lo que me ha contado tu primo sobre que has roto
con tu novia?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
ese pellizco en el estómago que por un rato había dejado de sentir
regresó sin piedad. La niebla que cegaba mi corazón cayó a plomo
inundando de pena, humillación y amargura hasta el más fino capilar
de mi organismo. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Narré
a Nuria toda mi relación con Marta hasta el fatídico momento en que
descubrí su traición. La música acompañaba mi narración con la
canción “ Let Her Go” de Passenger.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Sólo necesitas la luz cuando se está
consumiendo,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>sólo echas de menos el Sol cuando
empieza a nevar,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>sólo sabes que la quieres cuando la
dejas marchar.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pero
yo siempre supe que la amaba, y desde lo más profundo de mi alma
deseaba que fuera ella la que sufriera al haberme dejado marchar,
dándose cuenta de lo que me quería, de lo que se estaba perdiendo.
En mis fantasías aparecía pidiéndome perdón y rogando para que la
dejase estar nuevamente a mi lado. Y la luz bañaba mi alma
ahuyentando las tinieblas, y el calor derretía las lágrimas
congeladas por la lóbrega soledad del desamor desbordándose en ríos
de felicidad por mis mejillas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Casi
por sorpresa Nuria sujetó con sus manos mi cara y me besó. Un beso
intenso, ardiente y pasional. Me miró a los ojos muy de cerca de
manera sugerente, rozó con la punta de su nariz la mía y volvió a
besarme. Yo me dejé llevar, sorprendido, lleno de dudas,
preguntándome que es lo que estaba ocurriendo. Me cogió de la mano
y dócilmente la seguí.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Primo
nos vamos al Duende ¿No te vas a venir?— me preguntó al oído
Dani sujetándome del brazo.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No...
Voy a subir a mi apartamento con Nuria—le contesté distraído e
hipnotizado por el provocativo movimiento de caderas de la mujer que
me arrastraba.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
parece cojonudo primo. Pero te aviso. La evolución de los humanos
no son los X-Men. Nuria es el futuro. Y los hombres estamos
perdidos— me dijo con una intrigante sonrisa que me dejó
desconcertado.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Subimos
hasta el apartamento entre abrazos, magreos desbocados y besos tan
intensos que pude notar como se inflamaban los labios hasta
agrietarse. Llegamos hasta el dormitorio entre trompicones, hubo
momentos en los que parecía más una pelea que unos preliminares. Me
empujó sobre la cama, se colocó a horcajadas sobre mi cintura e
inclinándose me besó con fuerza en la boca. Su mano sujetó mi
muñeca izquierda y en un rápido movimiento me engrilletó el brazo
al cabecero.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Qué
haces?—pregunté sorprendido tirando del brazo hacia abajo que
estaba inmovilizado con el grillete a la cama.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
te asustes es sólo un juego.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Pero
dónde coño llevabas los grilletes?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Soy
poli...¿Recuerdas?—dijo quitándose la camisa de manera
atrayente.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Aún
en la penumbra de la habitación, podía apreciar el físico atlético
de Nuria, resultaba evidente que sus turgentes pechos eran operados.
Los músculos de los hombros, los bíceps y las abdominales
totalmente definidos acreditaban que estaba en plena forma. Con mi
mano derecha intente acariciar sus senos que rayaban la perfección
pero me sujetó con fuerza contra el colchón impidiéndomelo.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
guapo, yo soy la que manda—me dijo enfatizando con su dedo índice
señalando que no. Fue bajando por mis labios, el pecho, mi
cintura, hasta llegar al pantalón que me desabrochó con una sola
mano— tú relájate y disfruta.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Nuria cabalgó sobre mí como una
amazona experta. Era dominante, me superaba físicamente, llevó la
iniciativa y marcó los tiempos como le dio la gana. En algunos
momentos me sentí como un mero espectador y en otros llegué a temer
por mi integridad personal. Sudábamos, ella sobre mí se movía con
giros de cadera, arriba y hacia abajo de manera salvaje, gemía de
placer, paraba se inclinaba sobre mi pecho, me mordió en el cuello
hasta hacerme gritar. Con una mano me agarró el pelo de la cabeza
impidiendo que besara unos atrayentes pezones que parecían tatuados,
con la otra sujetaba mi mano libre impidiendo que la acariciara. Yo
entraba y salía de ella, pero como y cuando ella quería. El deseo
de tocarla con mis manos o besarla con mis labios y no poder hacerlo
me excitaba y desesperaba a la vez.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
sudor hacia que en su piel bronceada se reflejara el brillo de la luz
de Luna llena, sus largos cabellos se enredaban y rizaban cayendo
sobre su cara dándole un aspecto salvaje y atrayente. Sus gruesos
labios entreabiertos que se humedecía con la lengua de manera
seductora y lasciva eran pura sensualidad. La firmeza de sus piernas,
su flexibilidad, su pasión y su energía me desbordaban hasta llegar
al éxtasis. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
cama crujió cediendo a los vigorosos envites de Nuria y caímos
rodando al suelo. Quedé sobre ella, liberado del barrote roto del
cabecero con el grillete sujeto aún a mi muñeca. Con una sonrisa
boba y triunfal pude coger sus pechos e intenté besarla, pero ella,
de un fuerte empujón me puso en posición vertical y dando un salto
de gimnasta se levantó del suelo. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Cuando
arregles la cama me das la factura que yo lo pago— me dijo
mientras se movía por la habitación buscando su ropa y se vestía.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
fastidies Nuria, seguro que son un par de tornillos. Mañana lo
miro. ¿Quieres tomar algo?— le dije siguiéndola al salón del
apartamento.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
te lo tomes a mal Alex, me lo he pasado genial, eres un tío
estupendo pero me voy a mi casa. Además, te aconsejo que limpies un
poquito esto, parece una pocilga— dijo señalando el salón
dándome un beso en los labios y marchándose.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Lo
cierto es que tenía razón. El salón y todo el apartamento en
general daba asco. Era como si hubieran volcado un contenedor de
basura dentro. Donde mirase había botellas de cerveza y güisqui
vacías, embalajes de comidas a domicilio con restos resecos y
adornados con colillas de cigarrillos. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tengo que limpiar este desastre—
dije en voz alta, llevándome las manos a la cabeza y golpeándome en
la cara con el grillete que aún estaba sujeto a mi muñeca.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Salí
corriendo a la terraza para avisar a Nuria pero no la vi. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
que putada!— dije tratando de liberarme inútilmente de las
esposas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Cansado
regresé al dormitorio, en el que parecía que había estallado una
bomba, aparté ligeramente las partes desmontadas de la cama y me
derrumbé sobre el colchón que permanecía en el suelo. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Domingo
se presentó a media mañana con un vaso largo de café que aderezado
un chorro de güisqui me fue despertando.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Qué
tal ayer con tu primo?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Con
mi primo como siempre, pero estuve con su compañera la que nos iba a
denunciar el otro día— le dije mostrando el grillete que colgaba
de mi muñeca.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡NO
ME JODAS! ¿Pero te detuvieron?</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
tío me folló, pero como nunca podía imaginar, esa mujer es
alucinante.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
que guapo! Y te esposó y todo, como en el libro ese que se leyó mi
hermana Eva, el de Las sombras Grey.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
sé, no me lo he leído, pero creo que los papeles en este caso
estaban intercambiados, ella era la que mandaba.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Jugando
a polis y ladrones con esa tía buena como mola— dijo cogiendo el
grillete y tirando de mi brazo— está detenido acompáñame y con
un gesto se puso el grillete en su muñeca.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿PERO
QUÉ COÑO HACES?— le grité tirando de mi brazo ahora engrilletado
al suyo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tío
no te enfades, era una broma, lo quitamos y ya está.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Y
la llave? Como tú tienes llaves de todo, a lo mejor tienes una de
estas esposas.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡NO...
ME...JODAS! ¿Qué no tienes la llave?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
no macho, llevo toda la noche con esto de pulsera, no me lo puedo
creer ¿Estás atontado Domingo? Sólo se te puede ocurrir a ti.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Hostias
perdona! ¿Y ahora que hacemos?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
yo que sé— dije llevándome las manos a la cara, tirando del
brazo de Domingo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Alex...,
me estoy poniendo nervioso. Me están entrando unas terribles ganas
de cagar.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ni
se te ocurra macho, ahora te aguantas y si no te cortas el brazo—
le dije enfadado.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
comisaría de Policía no está lejos podemos ir andando—sugirió
Domingo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Tú
flipas! Vamos a salir andando los dos juntos por todo el puerto con
los grilletes hasta la comisaría, yo sin camiseta, o nos ponemos
una para los dos como si fuéramos siameses, entramos por la puerta.
Buenos días que vengo a que nos dejéis una llave que ayer estuve
follando con una compañera vuestra y se olvidó esto, y luego ha
venido el gilipollas de mi colega y ha rematado la faena.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Bueno...
no sé, era una idea... A mi cada vez me están dando más ganas de
jiñar. El mojón asoma por mi ojete—dijo Domingo moviendo
nerviosamente la pierna.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Te
aguantas! Aprieta el culo. Vamos a bajar a la gestoría de los
apartamentos y llamamos por teléfono a la comisaría para que
avisen a mi primo o a Nuria.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Jane
era una Inglesa sesentona, enamorada de la sangría el Sol y la
playa. Era la administrativa de la gestoría de los apartamentos.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡OH
my God!— exclamó sorprendida al vernos pasar a mi sin camiseta,
engrilletado a Domingo y a ambos cariacontecidos.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Bonito
torso Alex. Me has alegrado la mañana del Sábado ¿Pero... se
puede saber a qué estáis jugando?— preguntó con un fuerte
acento inglés a pesar de llevar media vida en España—¿No
estaréis metidos en algún lío?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
es nada malo. No te preocupes Jane. ¿Puedo hacer una llamada?</span></p>
</li><li>
<p class="western" lang="" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Of
course Darling. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tras
dejar un aviso en la comisaría para que localizaran a mi primo o a
Nuria y les dijesen de que era urgente que hicieran por verme en
casa, regresé al apartamento. Pasé el resto del día recogiendo el
cuchitril en el que vivía. Llenamos tres sacos de basura que dejamos
en la terraza. Limpiando codo con codo, parecíamos dos presos que
recordaba de alguna película americana realizando trabajos forzados.
</span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Joder
tío, cuanto tarda en venir tu primo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
me toques los huevos Domingo— le dije tratando de contener una
explosión de rabia.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
yo no me aguanto más o me acompañas a cagar al vater, o me cortas
el brazo o me cago aquí mismo— me contestó Domingo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Vaya
puto castigo! ¡Venga vamos!— y tirando fuerte del grillete fuimos
juntos al baño. Justo cuando Domingo se sentaba desesperado en la
taza sonó el timbre de la puerta. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Aguanta
que ese tiene que ser Dani!— y volviendo a tirar del brazo levante
a Domingo que se quejó gritando.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡No
me jodas que tenía la tortuga asomando! No sé si voy a poder
sujetarla.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Abrí
la puerta arrastrando a Domingo por el pasillo que no había tenido
tiempo de subirse los pantalones y que se sujeta con su mano libre,
lo que imagino que sería parte del mojón que asomaba por su ano
amenazando con salir disparado como un misil toma-zurullo-culo-aire.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Mi
primo Dani retrocedió sorprendido al ver el cuadro que tenía ante
sus ojos.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Que
haces loco?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Necesito
que me quites esto que Nuria me puso anoche. Se marchó dejándolo
olvidado, y además llevo todo el puto día colgado con este
engendro— dije cada vez más irritado refiriéndome a Domingo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Te
lo advertí, Nuria es...</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Dejaté
de Hostias primo! Puedes... hacer ...el favor...—le dije haciendo
un esfuerzo de autocontrol y levantando el brazo para mostrar el
grillete.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tuvimos
que esperar un cuarto de hora más, mi primo llamó a unos compañeros
suyos que le dejaron la llave de los grilletes y finalmente me liberé
de las malditas esposas y de Domingo que salió chillando como un
loco corriendo al vater, tropezó con los pantalones que aún llevaba
bajados cayendo al suelo, él , y un mojón del tamaño de una barra
de pan.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
primo que asco! Que mierda de colegas que te echas— me dijo en
tono de sorna Dani. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡ME
CAGO EN LA PUTA!— estallé histérico — ¡Estoy hasta los huevos
de ti y de tus putos comentarios!— grité a mi primo—¡Y tú
limpia ese mierdón y desaparece de mi vista! ¡ NO QUIERO SABER
NADA DE VOSOTROS EN MI PUTA VIDA!— grite fuera de control cerrando
de un portazo la puerta de mi dormitorio.</span></p>
</li></ul>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-83555740155646277582020-08-06T11:36:00.003+02:002020-08-24T17:02:54.447+02:00LA CÁLIDA BRISA DEL SUR (1 EL viaje)<p> </p><p align="center" class="western"><span style="font-size: large;">La
cálida brisa del sur.</span></p>
<p align="center" class="western"><br />
</p>
<p align="justify" class="western"><br />
</p>
<h1 class="western">1 El Viaje.-</h1>
<p align="justify" class="western" style="line-height: 150%;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
aparté a la derecha en una solitaria área de descanso que se
situaba justo después de la curva donde había pinchado la rueda.
Noté enseguida la rigidez del volante y reduje la velocidad. Eran
las ocho de la tarde pero ya no había luz.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
área de descanso estaba sin iluminar, era poco más que un estrecho
carril de servicio mal asfaltado. A un lado el guarda rail que
separaba la autovía, y al otro, unos metros de grava que terminaban
en una línea de árboles a lo largo del área de servicio, frontera
del inframundo que se sumergía en un océano de oscuridad que en mi
cabeza se antojaba lleno de seres amenazantes, y que tratando de
racionalizar para dominar mi desbocada imaginación, explicaba al ser
primitivo y asustadizo anidado en lo profundo de mi cerebro, que no
serían otra cosa que tierras sembradas de viñas de la llanura
manchega. Mi actitud amilanada y apática que hacían sentirme
culpable por seguir respirando, mi falta de determinación en lo que
fue un momento trascendental de mi vida disparaban mi mal humor.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡</span><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Maldita
sea mi estampa! Dios se ha puesto en mi contra. Nunca había pinchado
una rueda y tenía que ser en este desolado lugar</span>.<span face="" style="font-family: symbol, serif;"><span style="font-size: x-small;"></span></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Me
cago en la leche! ¿Pero... qué es esto?—dije en voz alta.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Kit
Antipinchazos. Yo me esperaba una rueda que tampoco tengo idea de
cambiar, pero una caja con un bote y un compresor.</span><span face="" style="font-family: symbol, serif;"><span style="font-size: x-small;"></span></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Cerré
el maletero y me introduje a refugio dentro del coche. La presencia
de los árboles tras de mí, con esas amenazantes ramas extendidas
como rogando al cielo, me recordaba a los “Ents” del Señor de
los anillos de J. R. Tolkien, sentía que me acechaban. Cuanto
más lo pensaba, más me asustaba y me daban ganas de plantar un
pino</span>.
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pero
ni de coña, antes me jiño en los pantalones</span>.<span face="" style="font-family: symbol, serif;"><span style="font-size: x-small;"></span></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Una
vez dominados mis absurdos y desbocados terrores, más propios de
infantes de corta edad, en cuclillas y alumbrando con el teléfono,
me dispuse a la tarea de reparar la rueda pinchada. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Hacía
un frío que agarrotaba los dedos, el paso de los vehículos a toda
velocidad por la cercana autovía rompía el pesado y gélido
silencio del lugar, con el fugaz pero potente rugido de los motores y
los silbidos al cortarse el aire. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Perdona...
¡OYE!</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ahhhh!</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
tenía suficiente con lo ocurrido con Marta, con el robo, con la
rueda pinchada, ahora una de mis pesadillas recurrentes se tornaba en
realidad. La amígdala de mi cerebro se encargaba de la banda sonora,
en este caso sonaban los violines de “The Murther” en la conocida
secuencia de la ducha de la película “Psicosis” de Alfred
Hitchcock.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Alumbrado
por los faros del coche un terrorífico payaso, vestido de amarillo
chillón, peluca roja y cara maquillada en blanco se dirigía hacia
mí.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
atiné a ponerme en pié, me arrastraba hacia atrás sin poder
apartar la vista de su nariz redonda y roja. El maléfico payaso se
acercaba a cámara lenta con una cruel sonrisa a la vez que extendía
sus manos y yo no podía más que gritar, apretar el culo y en un
desesperado movimiento defensivo, lanzar el bote metálico de la cola
repara pinchazos que alcanzó de lleno en la cara del payaso.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Toma
payaso cabrón, en toda la jeta!— grité rozando la euforia por
mostrar algo
de valor.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Joder
que HOSTIA! ¿Qué haces?— gritó el payaso llevándose las manos
a la cara.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Qué
que hago? ¿Qué haces tú?—le espeté recuperando mi posición
vertical y el maltrecho orgullo de la poca dignidad que me quedaba.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Perdona
no quería asustarte.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡QUÉ
NO... Querías ASUSTARME...! ¡Eso me lo dice un payaso loco que
aparece en medio de este lúgubre páramo por arte de magia!—
grité rayando la histeria aun sabiendo que en el fondo era rabia
contenida por mi drama personal. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Bueno
deja que me explique.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
unos potentes destellos iluminando todo nuestro alrededor
interrumpieron al payaso. Y yo dominado por mi imaginación me rendí
asumiendo que sería abducido por un ovni, en el que una tripulación
de extraterrestres locos me sodomizarían y harían terribles
experimentos hasta dejarme hecho papilla. Para terminar expulsado por
algo parecido a un inodoro de marcianos y permanecer flotando por
toda la eternidad como un triste zurullo del espacio sideral. Después
de todo no me sentía más que eso, mi actitud cobarde del día
anterior, me hacía merecedor de ser el mejor en algo, la medalla de
oro por ser el más mierda.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pero
el cruel destino alargaba mi agonía, de un todo terreno verde y
blanco que paró al lado del coche, se bajaron unos hombrecillos
verdes pero no de otro planeta. Una pareja de guardias civiles se
aproximó hacia nosotros. Uno de ellos con cara de Bulldog inglés y
poblado bigote, de más de cincuenta años y con una abultada tripa,
no podía disimular su cara de asombro con la boca entre abierta y un
palillo pegado al labio inferior.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Buenas
tardes-noches caballeros—dijo arrastrando las palabras, saludando
militarmente y mirándonos alternativamente al payaso y a mí, y al
payaso otra vez. — ¿Les importaría explicarme qué hacen aquí?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues...
yo... he pinchado la rueda del coche, y cuando me disponía a
repararla ha aparecido el payaso ese como caído del cielo y me ha
dado un susto de muerte.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ya
te he pedido disculpas! Tú podías haber hecho lo mismo por el
latazo que me has pegado en toda la cara.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Vamos
a ver Señores..., tranquilidad! Hagan el favor de mostrarme su
documentación.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
no la llevo encima— dijo el payaso. — Pero soy Comandante del
ejercito.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿De
que ejercito?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Pues
del Español! De cuál va a ser.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Comandante
del ejercito Español—repitió lentamente el veterano benemérito.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
en ese momento, recordé algo que leí en alguna revista de
psicología de las que tenía mi hermana en la sala de espera de su
consulta. El reportaje versaba sobre la comunicación, y explicaba
que más del ochenta por ciento de lo que expresamos se hace con el
lenguaje corporal, los gestos, el tono y la forma de lo que decimos,
dejando un escaso veinte por ciento a las palabras, y aunque en aquel
momento me pareció absurdo, al escuchar al guardia civil repetir
“Comandante del ejercito Español”, yo entendí claramente que
además decía “no me toques los cojones... Que te voy a pegar una
sola torta a mano abierta, con esta extremidad derecha que me ha dado
Dios para hacer justicia, que te va a mandar a la velocidad del
sonido de vuelta al puto circo del que te has escapado, payaso loco”.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo,
al menos entendí eso. El payaso, por la manera en que tragaba
saliva, si no lo mismo... algo parecido.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Con
el ánimo por los suelos tras los últimos acontecimientos en mi vida
y por si acaso recibía una torta de efecto colateral, que así en
frío no me apetecía ganarme por mucho que me hiciera entrar en
calor del sopetón, entregué mi carné de conducir junto con la
documentación del coche que siempre llevaba en la guantera.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sólo me queda esto, me robaron la
cartera y no tengo el carné de identidad. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Suficiente.
Auxi echa una mano al caballero con la rueda. El Comandante vestido
de payaso conmigo, y ve dándome tus datos que los compruebe con la
central.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Un
joven guardia civil menudo y barbilampiño del que no había notado
su existencia hasta que el veterano se dirigió a él, me ayudó con
la reparación del pinchazo.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Gracias
Auxi.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Que
coño Auxi! Me llamo Carlos.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ah!
Perdona Carlos, como tu compañero te ha llamado así.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Es
el Cabo, que es muy tradicional me llama Auxi por lo de Jefe de
pareja y auxiliar, cosas de la Guardia Civil desde los tiempos del
Duque de Ahumada.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
muchas gracias por tu ayuda Carlos— le dije al guardia
tendiéndole la mano.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">De
nada para eso estamos. Ese ojo morado... ¿Qué te has peleado con
tu amigo?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Eh?
No no ¡Que va! A el payaso no lo había visto antes. Esto es de
otra historia como consecuencia de mi dramática existencia.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Bien
mi Comandante suba al coche con su amigo y síganos, unos kilómetros
más adelante hay un hostal, desde allí le gestionamos un taxi—
escuché decir al veterano guardia.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Arranqué
tras el vehículo de los civiles, con un Comandante vestido de payaso
de copiloto, con ese sensación incomoda que genera estar tan cerca
de alguien al que no conoces y sientes que invade tu espacio vital.
Como cuando vas en un estrecho ascensor con algún vecino, con ese
incomodo silencio que hace que te preocupes por si te suenan las
tripas, o peor aún, que se te escape un pedo. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Que
noche de frío se ha quedado.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
verdad es que sí.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
con esa ropa..., no parece que abrigue mucho, te puedo preguntar...</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Déjalo
por favor... Es un asunto privado y no tengo ganas de dar
explicaciones.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
no claro...Sin problema. Si yo con lo mío tengo de sobra... —Seguí
al coche de los guardias y aparcamos frente a un edificio de dos
alturas con paredes encaladas en blanco. En una de sus esquinas un
luminoso con letras verdes indicaba el nombre del Hostal Las Rosas.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pasamos
a la cafetería, en la que un camionero de aspecto rudo y acento de
algún país del Este de Europa, pedía la cuenta a una mujer
cincuentona y de enormes pechos. Al camionero se ve que no le
apetecía permanecer cerca del desfile de lo que iba entrando en el
bar. Un tipo con el ojo morado, otro disfrazado de payaso y dos
guardias civiles.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Igual pensó en una aparición cutre de
los “Village People” y huyó a la cabina de su camión a calmarse
con un chupito de Rakia. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Buenas
noches Rosa! Cada día estás más guapa.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Y
tú más delgado, como se nota la dieta!— dijo Rosa en tono de
guasa inclinándose sobre la barra y apoyando sus enormes pechos en
el frío mármol, lo que provocó, que unos pezones gordos como
cerezas maduras del Valle del Jerte cobrasen vida amenazando con
atravesar la escotada blusa— ¿Y la compañía?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Nada...
Un conductor en apuros rescatado por la Benemérita. Llama a Paco el
taxista, y que venga a recoger aquí al amigo— dijo el civilón
con los pulgares apoyados en su cinturón y señalando con la cabeza
al Comandante disfrazado de payaso, que se dirigía caminando
cabizbajo a los baños del establecimiento, quitándose la peluca de
rizos que arrojo dentro de una papelera.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Y
ese?— preguntó Rosa intrigada.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ni
puta idea, ni lo sé ni quiero, es militar y se vuelve a Madrid.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡
Joooder con la tropa...! Tú un café con su chispazo como
siempre. ¿Y a vosotros jóvenes qué os pongo? </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
un bocata de lomo con queso y una cerveza sin alcohol por favor—
dijo el joven guardia.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
apunto a eso pero la cerveza con.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Después
de beber, no conducirás ¿Verdad...?—preguntó en tono amenazante
el veterano bigotudo, cruzando los dedos gordos y ligeramente
amoratados como morcillas de Burgos, que nacían de unas manos
grandes como paelleras, que dejó apoyadas en la barra del bar
pesadamente.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
no... agente, si además yo no bebo... o no bebía...— contesté
tartamudeando, sin poder evitar mirar el café en el que Rosa echaba
un generoso chorro de anís el mono.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Esto
para mí es como un caramelito chaval, un anisete. He terminado mi
servicio y conduce mi Auxi, pero no te asustes que es una broma
¡Coño!— dijo riendo el Cabo, dando un manotazo sobre la barra
que puso a bailar a los platos y cucharillas del café que había
alineados en perfecta formación.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Un
agua con gas para mí por favor— pidió el Comandante sentándose
pesadamente en un taburete uniéndose al grupo.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Aunque ya sin el maquillaje y la peluca,
continuaba con el aire absurdo que le daban la chaqueta y el pantalón
de color amarillo que sujetaba con unos tirantes de color rojo, me
recordaba al cómico alto y delgado del dúo de Faemino y Cansado.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ya
he avisado al Taxi — dijo Rosa sirviéndole la bebida— ¿Y cuál
es tu historia?— preguntó descaradamente.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Mi
historia... Es sólo un error, un mal entendido. Iba a una fiesta
con unos conocidos, pero todo se torció, no me gustaba el ambiente
y me bajé del coche en el que iba. Caminé hasta el Área de
descanso. Y me acerqué a pedir ayuda al hombre este, que el verme
se cagó en los pantalones y me pegó con una lata en la cara—
dijo señalándose un chichón en el medio de la frente.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Perdón!
Pero no me esperaba la aparición de un payaso en medio de la nada.
Fue un impulso defensivo. No era mi intención hacerte daño.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Y
tú? De regreso a casa, o de viaje por trabajo... o placerrrr—me
preguntó insinuándose Rosa alargando la palabra.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Bueno...
mi historia es un poco... un cambio..., o una huida..., no lo tengo
claro...— todos me miraban con curiosidad y aunque eran unos
extraños a los que posiblemente nunca volvería a ver, o quizá,
sólo por eso, les conté los últimos acontecimientos de mi vida.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Mi
nombre es Alejandro..., Alex para los amigos. Tengo treinta y ocho
años, y soy abogado... o lo era, hasta este pasado
viernes. Trabajaba en un importante bufete de abogados de la
capital, de esos que tienen apellidos de alta cuna y terminan con &
Asociados, que todavía le da más caché. Me dedicaba al
asesoramiento jurídico en Derecho español y europeo a grandes
empresas. La vida me iba de lujo. Un apartamento en un barrio de
prestigio de Madrid. Un coche deportivo. Buenos trajes. Dinero.
Caprichos caros. Y una guapísima novia también abogada del mismo
bufete,— tuve que parar al pensar en Marta, se me hizo un nudo en
la garganta que traté de deshacer con un largo trago de la amarga y
fría cerveza. El corazón se desbocó dentro de mi pecho, los ojos
se me humedecieron y en mi cabeza sonaba la voz de Bill Withers
cantando “Ain´t no sunshine when she´s gone”</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>No hay sol cuando ella se va,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>No hay calor cuando ella no está,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ánimo
chaval, Continua!— dijo el veterano benemérito.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
se puede querer más a una mujer de lo que yo quiero a Marta. Yo la
veía con los ojos del corazón y cuando miras así, sólo ves el
amor. Quererla me hacía el hombre más feliz del mundo. Como dice
la letra de la canción de Barry White:</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Mi primera, mi última, mi todo,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>era la respuesta a todos mis sueños,
</i></span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Mi sol, mi luna,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>La estrella que me guía.</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
quería casarme desde el minuto uno en el que la conocí. Formar una
familia con muchos niños. Una casa grande con jardín. Mimarla,
adorarla, abrazarla en las noches frías. Protegerla de los rayos del
sol de mediodía. Cuidarla si enfermaba y permanecer juntos hasta el
fin de nuestras vidas. Pero ella es muy cerebral y organizada,
siempre ha tenido claros sus objetivos y prioridades. Quería una
mejor posición en el bufete, ascender, ganar puntos. Es muy
ambiciosa. Y eso también me gusta de ella, es una gran luchadora y
no hay obstáculo que la detenga. A mí me daba igual, no me
importaba esperar hasta que ella decidiera el momento oportuno. Me
conformaba con estar a su lado, cuando quieres a otra persona desde
lo más profundo del alma, todo lo que haga te parece bien. Y yo...
la quiero así...Lejos de ella era el invierno, a su lado la
primavera. Sin Marta todo era tristeza, oscuridad, dolor y soledad,
junto a ella mi mundo era luz y calor, alegría y calma. El aroma de
su piel mi droga más dura, el tacto de su pelo las más suaves
caricias, su sonrisa mi energía. Si se puede morir de amor, cada
minuto lejos de ella era mi suicidio, una lenta agonía a la nada, al
vacío, a no ser yo, me apagaba como la llama sin oxigeno, como la
luna sin la luz del sol, como las olas del mar sin el viento, era... </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Piii...PIII...!
Sonó el claxon de un coche.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Debe
ser Paco el taxista— dijo el bigotudo guardia dando un golpe en la
barra que puso firmes a cucharillas y platos del café por segunda
vez, he hizo que Rosa diera un respingo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Resumiendo que hay prisa. ¿Se ha
muerto?</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Ehhh...?
No... ¿Pero cómo...?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
nada chaval un desengaño amoroso. La vida tiene esas cosas. Pero la
mancha de una mora con otra se quita. El que suscribe se va, que las
seis de la mañana llegan muy pronto y cada vez me cuesta más pegar
el tirón de la cama, nos vamos Auxi que por hoy hemos terminado. Mi
Comandante un placer. Ya le digo a Paco</span> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">que
es usted de confianza y que le pagará al llegar a Madrid, que con
esa pinta que me lleva le va a asustar.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
todos salieron del bar. El taxista preguntó con la mirada al
benemérito, sobre el personaje que se subía a su coche, y éste le
hizo la señal del pulgar hacía arriba. Todo bien. Rosa y yo nos
quedamos en el descansillo de la puerta del bar mirando como se
marchaban. Noté como Rosa me pasaba la mano por la espalda, la
bajaba hasta mi culo y dándome un pellizco dijo: </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pasa
para dentro que con tanta palabra de amor me has puesto cachonda.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Eh...?
—dije sorprendido. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
el coche patrulla, el Cabo de la benemérita se reía.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Menudo
polvo le va a pegar la Rosa al chaval! Le va a chupar todo el veneno
que lleva dentro, y le va a secar las penas. ¡Lo va a dejar como
nuevo!.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Eh...?—
dijo el joven guardia incómodo y ligeramente ruborizado.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;"><span lang="">¿Eh,
eh, eh...? </span></span><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ja ja ja! Si
no fuera por estos momentos, rio el veterano.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
la noche continuó para mí en la habitación numero dos del hostal
Las Rosas ahogado entre güisqui, cervezas, tabaco y los enormes
pechos de esa mujer, que se ofreció de manera desinteresada a
consolar el espíritu de un hombre desafortunado. Un hombre con el
alma condenada a transitar perdida en un profundo pozo de penas.
Vagando por un campo helado donde solo podían florecer tristezas y
desesperación, agonía y soledad. Sin horizonte, ni rumbo, con el
corazón herido y desgarrado, sangrando amargura y padeciendo de un
dolor tan intenso, a consecuencia de lo que quizá quedase ciego
para poder si quiera atisbar nuevamente el amor.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
mañana siguiente amaneció con una espesa y fría niebla. Desayuné
un café sólo y dos aspirinas. Me sentía resacoso y un poco
avergonzado al encontrarme con la mirada de Rosa. Ella tras la barra
del bar, atareada atendiendo a los clientes, me dio los buenos días
guiñándome un ojo. Compré para el camino una botella de agua y un
paquete de cigarrillos. Y me marché sin despedirme.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
niebla me obligaba a conducir concentrado en la carretera y a una
velocidad moderada. En la radio sonaba la canción de Kansas “ Dust
in the wind”.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>Nada dura para siempre excepto el
cielo y la tierra,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>todo tu dinero no comprará otro
minuto,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>polvo en el viento, solo somos polvo
en el viento...</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
obligué a dejar de pensar en Marta. Encendí un cigarrillo, di una
profunda calada y tosí. Mis pulmones no se habían acostumbrado a
este nuevo vicio. Tosí como con el primer cigarrillo que había
fumado en toda mi vida, durante la pasada noche en la cama. Junto a
Rosa después de acostarnos juntos. Entre tragos de cerveza ella me
narraba su vida. Que se sentía encerrada entre esas paredes,
obligada a trabajar desde niña. Tuvo que dejar el colegio siendo
adolescente para ayudar a su madre en el hostal. Nunca había salido
de allí. Que pasaba los días fantaseando con un Hidalgo quijote
que la amara, como yo decía amar a Marta. Alguien que la rescatara
de esa prisión y la hiciera feliz viajando por todo el mundo. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
das envidia.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿
Envidia...Por qué?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Por
tener el valor de romper con todo, de marcharte sin mirar atrás.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
es valor... Lo que me empuja es... miedo... Después ver a Marta
estuve en shock... Me vi como en un sueño, desde fuera de mi
cuerpo, con la frente apoyada en el frío cristal del ventanal de
mi oficina en la planta quince, con la mirada perdida sobre las
calles vagamente iluminadas, que por la altura y la intensa lluvia
difuminaban mí visión del mundo exterior. Las oscuras gotas
golpeaban el cristal resbalando hacia abajo, desapareciendo de
manera fugaz en la sombría noche. Deseé ser una de esas pequeñas
gotas... Caía a toda velocidad hasta estrellarme con el asfalto
explotando en un millón de pedazos. Ese pensamiento me sobresaltó
haciendo que me apartarse del cristal. Me senté derrumbado en el
sillón de mi despacho me asusté, no quería hacer alguna locura y
huí. Eso es cobardía... no valor. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Estás
muy equivocado Alex. La vida pasa rápido y la vivimos como si fuera
eterna. Yo he fantaseado a diario con hacer lo que me pide el alma,
lo que me gusta, lo que anhelo. Pero siempre hay una excusa..., un
motivo para posponerlo, para no cambiar, para conformarme con lo que
tengo, acomodada en la desventura que me da el amparo de lo
conocido, consolándome con ensoñaciones y delirios de una vida de
cuento.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
llámame conformista pero yo era feliz con lo que tenía y no
ambicionaba otra cosa que formar una familia con la mujer que amo...
Que amé.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Estabas
jodidamente enamorado de esa mujer... y solo de pensarlo me pongo
cachonda. ¡Basta de penas y volvamos a follar!— Dijo bajando con
su boca a mi entrepierna. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-small;"><<</span>
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y follamos...¡Vaya que si follamos!</span><span style="font-size: x-small;">>></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Lo
hicimos duro. Yo la penetraba enérgicamente..., casi con rabia. Ella
me mordía el cuello, me arañaba la espalda y gemía con cada
empujón que le daba con todas mis fuerzas, ardiendo por dentro y
fundiéndome entre sus piernas. Ella apagaba mi fuego con su
humedad..., yo la llenaba. Se arqueaba sobre su espalda llegando al
éxtasis y hacía que me vaciase en su interior, sudábamos, y no
paramos hasta acabar doloridos, agotados jadeando sin resuello, con
la boca seca y un placentero quemazón en nuestro sexo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
resto del viaje transcurrió entre paisajes de campos difusos entre
la niebla y kilómetros de asfalto. Llegando a Marbella el cielo
mostró su color azul. Decidí continuar por la Autovía del
Mediterráneo hasta Estepona, aunque con más tráfico, me apetecía
circular tranquilamente, disfrutar del paisaje, las vistas del mar,
las palmeras, apreciar las lujosas casas, las urbanizaciones, los
hoteles. Prefería distraerme y disfrutar de la carretera, a la
rápida y aséptica autopista de peaje. No tenía prisa. Abrí la
capota del coche y llené mis pulmones del olor a mar aguantando la
respiración y... exhalé amargura. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
puerto de Estepona era mi destino. La oficina de la administración
donde tenía que recoger las llaves del apartamento que había
alquilado estaba cerrada. Llamé por teléfono, y una mujer con
acento inglés me explicó que al ser festivo la administración
estaba cerrada, pero que le había dejado las llaves del piso a un
joven de nombre Domingo que encontraría en un chiringuito llamado
“La Havana” que se encontraba en la playa del Cristo. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Conocía
la playa del Cristo de los veranos de mi infancia, una cala al final
del puerto a la que se podía llegar con el coche sin salir a la
autovía. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"> <span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
Havana Beach era uno de los dos chiringuitos que se disputaban a los
bañistas de la playa del Cristo, en su mayoría familias con niños
pequeños, debido a que el mar siempre estaba en calma y los pequeños
podían disfrutar de los juegos en el agua como si lo hicieran en una
piscina. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
chiringuito había evolucionado con el paso de los años, remozado y
adaptado a las exigencias de un turismo más exigente, daba un
estupendo servicio de restauración en un ambiente chill out.
Clavadas en la arena de la playa, desde lejos se podían ver unas
altas pértigas como mástiles de barco, donde ondeaban larga lonas
de color morado meciéndose al viento que señalaban el camino hasta
El Havana. Amplio, limpio, gobernado por la madera y los colores
blanco y morado. La música ambiente envolvía el aire relajado del
lugar. Tras la barra, una joven alta y delgada de melena ondulada y
ojos verdes servía sendas jarras de cerveza a una pareja de
sexagenarios con aspecto de guiris. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Perdona
¿Sabes donde puedo encontrar a Domingo?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
está, ha ido a Málaga y no vendrá hasta esta tarde— dijo la
atractiva mujer.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Vaya
faena, me han dicho que tiene las llaves del apartamento que he
alquilado en el puerto. ¿No sabrás si las ha dejado por aquí?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Lo
siento no me ha dicho nada.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Y
su número de teléfono?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ja
ja ja! Mi hermano no tiene teléfono.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡No
me lo puedo creer! Alguien sin teléfono. Me parece imposible, si yo
no recuerdo la vida sin él, me parece mentira que hubo una época
en la que no existía el móvil. Es como un tiempo prehistórico y
oscuro. Y se te paras a pensarlo tampoco hace tanto... </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Él
dice que es más feliz así.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
no me queda más remedio que esperar, no tengo casa hasta que no
regrese tu hermano de Málaga y estoy cansado del viaje, además
anoche no dormí bien. ¿Puedo tumbarme en una de esas camas
balinesas de ahí?— interrogué señalando unas camas Chill out
alineadas en la playa frente al chiringuito.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí
claro. ¿Quieres tomar algo? Pues... dame una botella de Johnnie
Walker black, un vaso, y una cubitera con hielo picado.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Quieres
algo de comer? </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Nada
no te molestes, cuando venga tu hermano dile que le espero allí.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tumbado
en la cama y con un vaso de Johnnie, mirando el mar en calma, con
música relajante de fondo. La temperatura era suave y el día
soleado, una cálida brisa del sur mecía las cortinas blancas y
moradas de la cama Chill out. Alzando mi copa brindé con el cielo
azul, con el sol y con el mar por un nuevo comienzo. Seguí bebiendo
y fumando hasta que mareado por el alcohol y vencido por el
agotamiento me quedé dormido.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Estaba
viviendo una experiencia extracorpórea, me veía a mí mismo
caminando por el largo pasillo de las oficinas del bufete. Todo daba
vueltas como si formase parte de un gigantesco tiovivo. Al fondo del
pasillo, la puerta del despacho del jefe ligeramente abierta dejaba
escapar una luz que iluminaba el techo, y que acompasada, al ritmo
de los latidos del corazón, subía y bajaba de intensidad siguiendo
la cadencia de mis pulsaciones que a cada paso se aceleraban. Estiré
el brazo tratando de sujetar mi cuerpo para que no continuara pero mi
mano era etérea. Mi yo físico empujó levemente la puerta. Los
latidos se desbocaban, la luz que salía del despacho se convirtió
en un cegador flash. Todo rotaba a mi alrededor a una velocidad
vertiginosa y mareado sentí como mi estómago se retorcía
obligándome a vomitar. Me desperté dando arcadas, asomando por el
borde de la cama vomité sobre la arena de la playa. Era solo
liquido, saliva mezclada con la mitad del Johnnie walker de la
botella que había consumido para anestesiar mi pena.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡
JODER que asco!</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Levanté
la cabeza. Y vi a un joven de unos veinticinco años y aspecto
surfero que daba arcadas y con el pie, cubría empujando la arena de
la playa sobre mis vómitos.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Eres
Alex?— Preguntó sentándose a los pies de la cama balinesa.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sí
yo soy Alex, y bajo la arena hay al menos cuarenta euros de whisky
que mi desagradecido estómago ha sido incapaz de absorber ¿Tú
eres Domingo?— Pregunté mientras llenaba el vaso con el agua del
hielo derretido que quedaba en la cubitera y me enjuagaba la boca
para quitar el mal sabor de la bilis.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Después me serví un trago de la
botella medio vacía. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Puedo?—
preguntó él, cogiendo la botella y bebiendo a morro—perdona por
dejarte colgado sin las llaves. Pero mi novia se ha marchado,
regresa a Italia, y tenía que intentar hasta el último minuto
convencerla para que se quedara. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Y
lo has conseguido?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Ni
de coña!</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pues
bien venido al club.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Tu
novia también se ha marchado?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Algo
parecido— y brindamos solidariamente dando otro trago de Whisky. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Pasé
el resto de la tarde hablando con Domingo. Le eché una mano a
recoger las colchonetas de las camas balinesas, las mesas y las
sillas del chiringuito. El Havana solo abría los fines de semana en
temporada baja. El chaval, de verborrea acelerada me contó el
maravilloso año que había pasado con su novia italiana. Lo colgado
que estaba de ella. Pero que la madre de su chica constantemente la
llamaba insistiendo en que regresara a Italia, y al final ella había
cedido. Me habló de su hermana Eva, que trabaja de camarera en El
Havana todo el año. Pero durante el invierno los días de diario
trabajaba en la cafetería que había justo frente al apartamento en
el que yo iba a vivir.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
durante el verano trabajo en el Havana, soy el responsable de las
tumbonas, las camas y de retirar las sillas y las mesas de la playa
por las noches. Ahora trabajo solo los fines de semana.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Domingo,
yo me marcho a casa. ¿Tú qué vas a hacer?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
voy a acercar con Alex a su apartamento, pero no llegaré tarde, un
beso hermanita. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;">Eva se marchó montada en una bicicleta
de paseo. Domingo y yo, nos subimos en mi coche y recorrimos el
escaso kilómetro hasta el apartamento.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Casi
en la misma entrada del puerto se situaba el edificio Puerto del Sol.
Un edificio con locales comerciales en la planta baja cubierta con
un estrecho soportal con arcos de medio punto. Oficinas y
apartamentos alternándose en el primer piso y sobre este, una
segunda planta con apartamentos más pequeños en metros habitables
pero con amplias terrazas.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
apartamento que había alquilado por Internet se ubicaba justo en la
esquina del edificio, bajo este, la oficina de administración y en
la planta baja, un típico bar irlandés de fachada en madera de
color verde oscuro que resaltaba sobre las paredes en blanco y azul
del resto del edificio. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">El
apartamento constaba de salón con cocina americana, un baño y un
único dormitorio. Olía a humedad y el mobiliario además de escaso
lucía desgastado por el paso de los años y la falta de
mantenimiento.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Un
poco destartalado, se ve que no ha sido habitado en mucho tiempo—
pensé en alto.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
verdad es que los muebles me recuerdan a los que tenía mi abuela en
su casa, pero lo mejor de este sitio es la terraza y sus vistas—
dijo Domingo saliendo por la puerta corredera de aluminio y cristal.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
tenía falta de razón en lo que decía, la terraza era tan amplia
como todo el apartamento en su conjunto. Una mesa de plástico y
cuatro sillas de color verde desgastado por el sol, una vieja
sombrilla deshilachada y una pequeña barbacoa oxidada, además de
numerosas cagadas de gaviota por el suelo, decoraban su amplitud.
Pero las vistas eran excepcionales.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Desde
esa altura se podía apreciar el paseo del puerto deportivo y parte
del puerto pesquero. Los barcos meciéndose suavemente en sus
amarres. Mástiles de veleros competiendo en altura con las palmeras,
y un mar en calma en el que la luna llena arrancaba destellos de
plata hasta perderse en el horizonte.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">A
la derecha está el hipermercado, eso de ahí enfrente es un
restaurante chino, y ahí a la izquierda, esa cabaña de madera, es
la cafetería donde trabaja mi hermana Eva entre semana.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
brisa del mar atrajo el olor de las cocinas de los numerosos
restaurantes del puerto, he hizo que mi estómago rugiera. No había
probado bocado desde la noche anterior en el hostal Las Rosas, y el
aroma a frituras y sardinas al espeto hizo que comenzara a salivar
como babean los San Bernardos.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Dónde
se puede comer bien por aquí?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
El Restaurante El Cazador la mejor carne y en El Pescador el mejor
pescado.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡No
jodas! Así no tiene perdida. Entonces para los mejores filetes y
ensaladillas rusas... El Ruso.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ya
macho, será casualidad pero es la verdad.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Y
el chino de ahí?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Como
todos, el arroz tres delicias es apostar por el caballo ganador,
como cuando estas de fiesta y entras a la fea del grupo.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Es
cierto... por eso las feas son las que más follan.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Pues
a por la fea! Y nos bajamos al chino—</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Compramos
comida para llevar y Domingo insistió en ir a la bocana del puerto,
tenía llave de la barrera que daba acceso a la parte del puerto
pesquero y me rogó conducir el coche.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Nunca
he conducido un Mercedes Benz descapotable y por aquí no se puede
correr... Enróllate Alex.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Sinceramente...
accedí por que una preciosidad de mujer pasaba justo a nuestro lado
y descaradamente miró el coche y a mí. Me dejé dominar por mi ego
y vacilando de deportivo y de ser un colega guay le lancé las
llaves a Domingo advirtiéndole en voz alta que tuviese cuidado, para
así dejar claro a la top-model quien era el pavo real que la tenía
más grande.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Conoces
a esa cachonda?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿La
morena de piernas largas? Es una argentina que trabaja en una tienda
de muebles de esos de los caros— contestó Domingo a la vez que
arrancaba el Mercedes— ¿Y como van las marchas en este coche?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Fácil.
La D para delante. La R para atrás. La N punto muerto y La P
parking, y lo más importante, olvídate del pie izquierdo.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Circulamos
lentamente hasta la bocana del puerto, el lugar era tranquilo, a esa
hora no había ningún pescador. Domingo paró el coche justo al
borde del pantalán. Las vistas eran de postal. La silueta de los
barcos, las luces cálidas del puerto, el mar en calma, la luna
llena. Sonaba música que llegaba impulsada por la brisa desde algún
pub. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Un
lugar romántico, que hubiera sido ideal para estar junto a Marta.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Domingo...
tú no serás gay?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Por
qué me preguntas eso?</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
sé... como has insistido en venir aquí, a este sitio tan coqueto
igual...</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Pero
no te he contado lo de mi novia, y que estoy hecho polvo!</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Vale!
No te ofendas, perdona..., pero te conozco de hace un rato.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
yo a ti no te jode. Además no me has contado lo que te ha pasado
con tu novia, o a lo mejor era un novio y por despecho me estás
tirando los trastos.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
comiendo el arroz del chino, entre trago y trago de la media botella
de Johnnie que había sobrado de la tarde, recordé nuevamente el
episodio que me había llevado hasta Estepona huyendo de mi
pesadilla.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Le
conté a Domingo lo feliz que era con Marta, lo que la amaba, mi
sueño de formar una familia con esa mujer a la que tenía en un
pedestal. Ella era mi Norte magnético y ahora..., yo no era más que
una brújula inservible con el rumbo perdido dando vueltas sin
sentido.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Este
viernes pasado me quedé hasta tarde en la oficina, suelo tomar unas
cervezas con los compañeros para despedir la semana, pero quería
terminar unos documentos que había que tener listos para el lunes a
primera hora. Marta siempre iba al gimnasio después del trabajo,
con lo cual, esperaba encontrármela para la hora de la cena. Aunque
ella tiene su casa y yo la mía, los fines de semana solíamos
dormir juntos.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Salí
a la recepción a por una botella de agua de la máquina expendedora.
Las oficinas estaban vacías, en silencio y con las luces apagadas,
pero en la pared que hace esquina del pasillo del bufete y que lleva
a la zona noble, observé que se reflejaba luz. Me pareció extraño,
era la zona de los jefes y los viernes a partir de las dos de la
tarde no quedaba nadie de la cúpula.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
asomé y pude ver que la luz provenía del despacho del director,
todavía más raro.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Me
aproximé y pensé en llamar, pero como la puerta estaba entornada
puede ver en el reflejo de la cristalera a una mujer en cuclillas que
le estaba haciendo una mamada al jefe. Me sorprendí, pero no tuve
otra idea que sacar el móvil para inmortalizar el momento. El cabrón
del viejo pegándose un homenaje— pensé, —pero mi sorpresa fue
mayúscula cuando la mujer se puso en pie, se giró, se subió la
falda hasta la cintura, se hechó a una lado el tanga y cogiendo la
polla del director la guió dentro de su coño. De espaldas al viejo
que le sujetaba con las manos apoyadas en su cintura, ella se movía
arriba y abajo dando pequeños gemidos de placer, hacia que el viejo
resoplara como un búfalo cuando apretaba con su culo empujando hacia
arriba la barriga del maldito gordo hijo de puta.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ligeramente
inclinada hacia delante se reflejaba perfectamente en el cristal y no
era otra que Marta... Mi Marta, el amor de mi vida, la futura madre
de mis hijos se estaba follando al jefe. Me quedé bloqueado, con la
boca abierta. Un sudor frío recorría mi espalda y quizá aún
seguiría allí congelado, si no es por que Marta me vio. Me vio en
el reflejo. El cabrón del viejo no podía verme. Marta le tapa la
visión de su reflejo y el mío, además el muy cerdo no levantaba la
vista del culo de ella, babeando y volviendo los ojos hacia arriba
con cada envite que le daba Marta empotrándose su rabo hasta el
fondo.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Ella
me vio, me reconoció y siguió. No dudo un segundo, no hubo muestra
de sorpresa, arrepentimiento o vergüenza. Me miró desafiante y
gimió más fuerte y con un gesto rápido de su mano me señaló para
que me marchara. Fue como una bofetada. Fui un cobarde, me oculté,
dudé por un segundo en entrar al despacho gritando rompiéndolo todo
y machacar la cara al maldito viejo, gordo y cabrón que se estaba
follando a Marta. Pero sus gemidos subieron de tono convirtiéndose
en gritos de goce, y cada grito suyo para mí era una tortura, como
si me clavaran un hierro incandescente en el corazón.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Salí
corriendo, regresé a mi despacho y vomite en la papelera. Estaba
descompuesto. La cabeza me ardía, sentía rabia y me odiaba.
Pusilánime, cornudo, cabrón. Apoyé la frente en el frío cristal
de la ventana y pensé en saltar al vacío, me asuste con esa idea y
volví a huir. Corrí escaleras abajo como quien huye de una casa en
llamas. Anduve desorientado por las calles de Madrid. No sé como,
acabé borracho en algún bar que no recuerdo, desperté tirado en
la acera con un golpe en el ojo, que por eso está morado..., sin
cartera, sin reloj, sin anillo y no me quitaron más, gracias a un
grupo de jóvenes que estaban de fiesta, vieron lo que ocurría y
ahuyentaron a los ladrones con sus gritos. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Hostia
puta! Lo siento mucho tío...—dijo Domingo dando un trago a morro
de la botella de güisqui, y pasándomela.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Eso
mismo...,— dije yo echando un trago— así que como un perro
apaleado me fui a refugiar a la casa de mi hermana, y después de
contarle lo que me había ocurrido, le planteé la idea de
marcharme, de coger un año sabático. La verdad es que me faltaba
valor para llamar a Marta y pedirle explicaciones, y ni por asomo
quería volver al bufete. Miré por internet alquilé el apartamento
y aquí me tienes, a seiscientos kilómetros de mi vida anterior y
lamiéndome las heridas. </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Tío...
Solo se me ocurre una idea para ayudarte... ¡Fumarnos un trócolo!
— dijo Domingo sacando un cigarro de marihuana del bolsillo de su
camisa.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
junto con mi nuevo amigo Domingo, a la entrada de la bocana del
puerto, ahogue mis penas en el poco alcohol que nos quedaba, nublando
mi cerebro con el cannabis del porro que nos íbamos pasando como
buenos compañeros. </span>
</p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Tienes
alguna foto de tu novia? </span>
</p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Vaya
pregunta Domingo! — dije sacando el teléfono móvil y pasándoselo
con la galeria de fotos abierta, — tendré un millón de ella.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">La
verdad es que esta buena, es un pivón— dijo pasando fotos con el
dedo sobre la pantalla táctil.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡No
me machaques! Vamos a comprar algo de güisqui, — le pedí a
Domingo apoyándome en el reposacabezas del asiento de mi coche tras
lanzar la botella vacía de Johnnie al mar.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Eso
está hecho! — dijo Domingo arrancando el coche emocionado por
conducir un deportivo descapotable.</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
el mundo tembló. Abrí los ojos asustado tratando de coger con las
manos algún punto de apoyo al que sujetarme. El alcohol y los
efectos del cannabis me hacían sentir abotargado y torpe. Miré
asustado a Domingo que no soltaba el volante, con la mirada fija
hacía delante gesticulaba con lo que parecía un grito que yo no
podía oír.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Y
caímos al mar. El coche se sumergía rápidamente inundándose de
una agua fría y oscura que nos engullía lenta y despiadada, sin
mostrar misericordia alguna, y yo me rendí dejando que me llevara,
deseando ser arrastrado al fondo y poder descansar al fin ahogando la
cruel pena que me atormentaba, abrasando mis pulmones con cada
bocanada de aire. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Una
mano sujetó la mía y tiró fuerte de mí hacia arriba devolviéndome
a la superficie. Tosí agua y nadé torpemente hasta las piedras del
espigón tras Domingo. El peso de la ropa mojada me impedían moverme
con soltura y gateando alelado, subí a la plataforma de hormigón.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡Perdoname
Alex! Me he equivocado con el cambio automático. Con el mareo del
porro y el güisqui he tirado para adelante en lugar de marcha
atrás. ¡Lo siento Tío!</span></p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Yo
permanecía en estado de shock, empapado, colocado, borracho, mirando
el agua hipnotizado, como un bobo, sintiéndome timado por la vida
que me daba otra bofetada y ya no sé cuantas llevaba. Incapaz de
afrontar lo que me estaba ocurriendo, siempre había conseguido lo
que me proponía sin gran esfuerzo. Hasta hace dos días me sentía
afortunado, un hombre feliz y enamorado con una vida plena, y ahora,
me sentía vacío, perdido, humillado y sin fuerzas para seguir
adelante. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;">—<span face="" style="font-family: garamond, serif;">¡JODERRRR!—
grité poniéndome en cuclillas sujetándome la cabeza con las manos
que amenazaba con explotar. Domingo caminaba a mi alrededor nervioso,
disculpándose continuamente, lamentándose por su torpeza, aunque yo
solo escuchaba un leve murmullo, le miré pero no escuchaba lo que
decía. </span>
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">No
sé el tiempo que pudo pasar, finalmente mi mente racional reaccionó
volviendo a tomar las riendas de mi cuerpo. Me incorporé y caminando
cabizbajo me dirigí hacía el apartamento.</span></p>
<ul>
<li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">¿Mi
teléfono? —pregunté con un hilo de voz a Domingo que caminaba
unos pasos tras de mí.</span></p>
</li><li>
<p class="western" style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">En
el mar... Se quedó en el coche— dijo en un susurro. </span>
</p>
</li></ul>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><span face="" style="font-family: garamond, serif;">Resoplé
resignado. Y la música que sonaba a lo lejos desde un Pub del puerto
daba la pincelada al ritmo de los acontecimientos de mi vida,
marcando mi abúlico paso. La voz de Nina Simone con su “Ain´t Got
No, I Got Live”, y su piano.</span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: justify;"><br />
</p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>No tengo hogar, no tengo zapatos, no
tengo dinero,</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>no tengo clase, no tengo amigos, no
tengo estudios</i></span></p>
<p class="western" style="line-height: 150%; margin-left: 0.64cm; text-align: center;">
<span face="" style="font-family: garamond, serif;"><i>no tengo trabajo, no tengo oficio.</i></span></p>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-58706265962591020662012-12-31T23:30:00.000+01:002016-06-06T19:50:03.636+02:00¿DUELE MORIRSE?<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
¿Os acordáis del juguete de un mono colgado de unos aros olímpicos, que cuando pulsabas los botones laterales, subía y bajaba ejercitando piruetas?</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
El mecanismo era sencillo, todo giraba entorno a una goma elástica, pero yo de pequeño, con la tontería de ver el mono dando vueltas me podía tirar toda una tarde.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Ahora los niños pequeños, no sé, si por la televisión, internet o la leche con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Omega tres, usan el ordenador, el teléfono táctil y la consola Nintendo como si de hackers profesionales se tratase, y yo con su edad, flipando con el monito de las volteretas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
El caso es que los pequeños de ahora, igual manejan esos aparatos que te hacen preguntas, que ni sabes como contestar, ni son propias para su edad, o al menos eso creo.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Por ejemplo el otro día...<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Papá... duele morirse?</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
¡Venga ya!... si yo no me he planteado esa duda existencial con casi cuarenta, cómo diantre se lo plantea una pitufa de cinco años, y peor aún... qué le contestas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Ni ganas de darle vueltas al asunto, pero temiendo encontrarme en la tesitura de la incomoda cuestión, conociendo de la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>insistencia que caracteriza a los “nanos,” me veo en la obligación de profundizar en el asunto y hacer mis cábalas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Si algo está claro es que morir, es la consecuencia final de haber vivido, lo que de por si, es buena señal, al menos en un principio. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Levantarse cada día pensando en que tienes que morir en algún momento, no debe ser sano, pero si es cierto que la muerte es tan natural como la vida misma, y una cosa sin la otra no pueden existir, aunque tampoco son compatibles.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Al tener conciencia de nuestra vida y como consecuencia de ello, saber<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que vamos a morir, pero con la incertidumbre de no conocer cuándo y cómo va a pasar, al plantearlo puede generar cierta ansiedad, que no tiene nada que ver con el instinto de supervivencia de todo bicho viviente. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Algunos de los que lloran en los entierros, quizá lloren más, por el hecho de que a ellos tarde o temprano también les va a tocar, que por el fallecido, que después de todo ya ni siente ni padece, al margen por supuesto de creencias religiosas o la pena por la perdida de un ser querido, sobre todo si las causas por las que ha sobrevenido el final, se saltan un ciclo vital lógico, o nos sorprenden por su dramatismo o fatalidad.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Pero cualesquiera que sean los motivos, la pena y el dolor la padecen los vivos. Llegados a este punto “ ya voy viendo algo de luz al final del túnel”.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Como resultado, morirse no duele, o no debería, pero las situaciones previas que pueden llevarte a ese punto si pueden ser insufribles, agónicas, dolorosas, tristes, dramáticas etc... </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Así que la respuesta que se me ocurre tras todas estas divagaciones es que<b> el instante exacto de morirse solo causa dolor al que sobrevive a este hecho, y no al que se muere, toda vez deje de ser consciente de ello de sus causas y consecuencias.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Si me viene otra vez con la dichosa preguntita yo le doy esa respuesta, y si no le vale o no la entiende, cuando pueda le compro un mono colgado del columpio de aros con la goma elástica y que se deje de flautas.</div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-46539016912725196232012-12-31T22:52:00.000+01:002017-08-01T19:04:14.979+02:00LA HIPÓTESIS DE GAIA<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Navegando por la red estuve leyendo una noticia, en la que según cuentan, parece que unos científicos de una universidad, de las que aún pueden gastar posibles, en proyectos de investigación, habían descubierto un compuesto del azufre, que podía ser el nexo de unión entre los distintos organismos y ecosistemas del planeta, dando fuerza a la hipótesis de Gaia.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Esta presenta al planeta como un único organismo viviente, y sostiene, que todos los procesos físicos y biológicos que se dan en la tierra están conectados y forman un complejo sistema capaz de regularse por si mismo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Al margen de cuestiones científicas o esotéricas, he tratado de recordar en que momentos he podido realmente estar en comunión con Gaia, conectado a esa red imaginaria, en la que uno se puede sentir parte de un todo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Para algunos puede que sea un instante durante un paseo por el campo, en la playa tomando el sol, admirando el paisaje desde la cima de una montaña, montando en bici, buceando y podría poner un millón de ejemplos más, pero si yo tuviera que elegir un momento, escogería una temporada, quizá no llegó a un año, en la que estuve viviendo en Bolonia, Tarifa.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Yo tendría unos ocho años, principio de los años ochenta, la casa donde nos tocó en suerte pasar esa temporada por cuestiones laborales de mi progenitor, se distribuía en una cocina, sin agua corriente, un pequeño salón con sofá cama, que compartía con uno de mis hermanos y el dormitorio de mis padres en el que también descansaba por entonces el tercero de mis fraternos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El enclave era idílico, aislado y rabiosamente silencioso, en las noches de luna llena, a través de la ventana, observaba las ruinas romanas de Baelo Claudia, con una luz blanquecina, reflejada en las piedras y columnas iluminadas que daban al paisaje un toque algo fantasmagórico.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una ciudad fundada por los romanos en el siglo II A.C., que llegó a tener cuatro templos y un teatro con un aforo para dos mil personas. Antes de ir a dormir, y por las mañanas, lo primero que hacia era andar los diez metros que separaban la puerta de la casa, de la valla de las ruinas, para sacarme la picha y mear frente a la estatua de Trajano, que colgaba de una maromas columpiándose al viento de levante sin manos y sin cabeza. Era más cómodo aliviar las aguas menores allí, que tener que dar la vuelta y entrar en el patio, donde estaban dispuestos, el pozo para sacar el agua, y los baños comunitarios, uno para hombres y otro para mujeres, que compartían las cinco familias que residían en el lugar.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Por increíble que pueda parecer, las comodidades de las que habían disfrutado los residentes de esa ciudad, dos mil años antes, superaban con creces a las nuestras, con la salvedad de un paupérrimo sistema eléctrico de cuatro bombillas en el hogar y una pequeña televisión, con una antena telescópica en uve, clavada en una patata a modo de amplificador de la señal, que no te permitía ver mucho mejor la tele, de lo que con el tiempo, lo hacía el canal plus cuando estaba en codificado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Rodeados por las ruinas de la ciudad romana y aislados del mundo entero, solo nos quedaba la playa, una playa de arena fina, blanca, peinada por el viento y que terminaba en una duna de más de treinta metros, el anclón, por la que solíamos rodar los cuatro chavales que en ese momento habitábamos, como pequeños salvajes, de una tribu perdida en medio del amazonas. Con la pleamar pescábamos con chambel, un pedazo de corcho con hilo de pesca, anzuelos y plomada, que lanzábamos desde la orilla, con la misma técnica que David usó contra Goliat con su onda. Cuando la marea estaba baja, podías caminar cincuenta metros hacia el fondo del mar sin que el liquido elemento te cubriese por encima de los tobillos, en un agua cristalina con reflejos de color oro.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Nos bañábamos en las lagunas que se formaban en el interior de la playa en un agua caldeada por el sol de medio día, dejando correr las horas de la tarde dorándonos con la luz del astro rey, tumbados en una playa, donde por entonces, paraban más las vacas bravas de capa alazán y las manadas de caballos salvajes, que los seres humanos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Definitivamente si en algún momento pude estar conectado con Gaia y alcanzar un estado kármico, tuvo que ser en esa época en la que viví como lo hicieron los indios, con la salvedad de que iba en bañador en lugar de tapa rabos. Aunque haciendo memoria, las pocas personas que por entonces acudían a esa playa, no llevaban ni eso, naturalmente eran naturistas, y paseaban al viento las vergüenzas, cubiertas de la típica pelambrera que se estilaba por aquel entonces. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Hace unos años tuve la oportunidad de regresar, una visita de media hora, no pude estar más tiempo. La casa seguía en pie, aunque me consta, que finalmente la derribaron para continuar con las excavaciones de la ciudad romana. El lugar estaba masificado, lleno de turistas. La playa atestada de surfistas, disponía de un par de chiringuitos en los que no cabía un alma y que anulaban el antiguo aroma que recordaba de la historia, la piedra, los pinos, la arena y el mar, para cambiarlos cruelmente y sin atisbo de misericordia, por el olor al aceite de fritanga.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
</div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1205261704349" rel="cc:license" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#"><img alt="Safe Creative #1205261704349" src="https://resources.safecreative.org/work/1205261704349/label/logo-72" style="border-bottom: 0px; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top: 0px;" /></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-63097220913970154502012-12-31T22:30:00.000+01:002015-06-12T18:27:17.543+02:00El enigma de las tetas<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Lo primero que me sorprende es que el programa Microsoft Word no reconozca la palabra teta, al escribirla la marca en rojo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>qué poco “espabilao” tiene que ser el encargado del diccionario del Word.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Según la R.A.E., reza como significado “Cada uno de los órganos glandulosos y salientes que los mamíferos tienen en número par y sirven en las hembras para la secreción de la leche.”</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Dicho así, la verdad es que pierden mucho del glamour, la curiosidad y la atracción, que despiertan entre los hombres ese par de órganos glandulosos, que bien lucidos con un elegante escote, hacen imposible, aunque solo sea por una décima de segundo, el que todo varón que se precie de serlo, ponga la vista en ellos con avidez y deseo, aunque la potadora de los atributos, nos esté narrando uno de los episodios más impactantes y dramáticos de su vida, contrita y a lágrima viva.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
La cosa debe venir desde tiempos inmemoriales, y siempre está en boca de todos, y digo el tema, que no la teta..., aunque ya quisiéramos algunos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Hay dichos y refranes que atestiguan sobre el poderío y la influencia que se gastan, como por ejemplo, “Tiran más dos tetas que dos carretas”, aunque las carretas no tiran, sino cargan, los que tiran de la carreta serán mulos o bueyes.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Otro... “En caso de duda la más tetuda” y como contra posición a este, tenemos el de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Teta que mano no cubre, no es teta sino ubre”.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Lo que está claro al llegar a este punto, recitando otro refrán es que “ Tetas de mujer, tienen mucho poder”.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pues resulta que el otro día, leyendo un poco, hallé la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solución empírica del asunto. Pronta mi segunda paternidad, andaba actualizando mis conocimientos sobre el parto en la mujer, que tiene de exclusivo sobre el resto de mamíferos lo doloroso que es.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Según los estudiosos del tema, la culpa la tiene el caminar erguidos. El proceso evolutivo que nos convirtió en bípedos, obligó a juntar los fémures, estrechando el canal del parto, pero, además, como somos cabezones por eso de tener un cerebro desarrollado, la naturaleza nos hace nacer inmaduros. Solo hay que ver como un potro o un ternero, nada más venir al mundo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>trota junto a su madre, y un bebé necesita casi de un año para dar sus primeros pasos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Bien, el hecho de nacer inmaduros generaba un grave problema, dependencia total, y en los tiempos en los que vivíamos en las cuevas, para poder salir adelante hacía falta un entorno seguro.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cómo consigue eso la madre naturaleza, pues engañando al macho, y así resulta que en la mayoría de los mamíferos la zona de la vulva y las tetas se inflaman únicamente en la época de celo, pero en la mujer se desarrollan para que siempre estén abultadas, obligando al varón a convivir con la hembra ante la duda existencial de no saber cuando está en su momento fecundo. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
¡Eureka! El poder de atracción del canalillo resulta ser una falsa indicación que nos invita a tratar de perpetuar nuestros genes, es un convite de la hembra, una señal de reclamo infranqueable, como lo es para un perro, un toro o un caballo olfatear la parte trasera de las chicas de su especie.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Así que señoras, no es que estemos salidos o siempre pensando en lo único. Mirar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el escote de las mujeres es algo inevitable, natural, yo diría más, es una obligación genética de instinto primario y de supervivencia para el hombre, a causa de una jugarreta de la madre naturaleza, en clara connivencia con la mujer. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y una vez resuelto este tema, se me genera otra duda de profundo calado. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Para qué leches tenemos pezones los hombres?...</div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-82655632722075491792012-12-31T18:00:00.000+01:002015-06-12T18:30:56.982+02:00De la mujer estafadora y el hombre idiotizado.<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Una tarde primaveral de temperatura cálida, sentados en la terraza de un chiringuito en el que la luz del sol atravesaba los espacios entre las laminas de madera oscura de una persiana que se mecía al compás de una suave brisa, haciendo que la sombra sobre el suelo creara una falsa sensación de encontrarnos navegando al pairo en un viejo navío. Apoyados en una mesa de madera rugosa y mal lijada cual lobos de mar contando viejas historias,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me encontraba con un par de buenos compañeros tomando unas cervezas, saboreando cada trago refrescante que bañaba la garganta, notando estallar cada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>burbuja en el paladar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Uno de ellos, el más joven, alto, delgado, barbilampiño y de mirada rasgada, contaba su reciente experiencia con una mujer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">La conoció durante una noche, se fijó en ella nada más entrar, casi de su misma estatura con una melena hasta la cintura de pelo castaño oscuro, liso, y con destellos azabache. La cara blanca como la leche, haciendo contraste con unos labios gruesos pintados de rojo con forma de fresa, resaltando como lo haría una amapola en medio de un gélido glaciar, de unos ojos verdes tan intensos que tratar de mantenerle la mirada fija le turbaba, adornados por unas pestañas tan largas que tumbado bajo ella a pleno sol, la sombra de las mismas no tendría nada que envidiar a las hojas de las palmeras de un oasis en medio de un desierto.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Continuaba el zagal, entre trago y trago, con la descripción de la hermosa fémina, entre asentimientos y monosílabos de afirmación y sonrisas de complicidad de su auditorio, describiendo las curvas de su cuerpo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Sus pechos generosos e insinuantes, se dejaban entrever, por la apertura de la camisa, con un botón desabrochado intencionadamente demás de lo que seria correcto para acudir a misa por las mañanas, pero que por la hora y el lugar, era lo normal, justo y adecuado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">De cintura estrecha y caderas anchas, pero lo razonable para<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sujetar un culo que terminaba de forma respingona, desafiando la ley de la gravedad, con unas piernas delgadas y firmes dentro de un pantalón fino y ajustado tanto a su cuerpo, que si hubiese sido del color de su piel hubiese parecido que iba desnuda.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">El perfume embriagador, el roce de una mano sobre su antebrazo, en el que los delicados dedos terminaban decorados con unas perfectas uñas esmaltadas, con las que araño suavemente su piel, haciendo que un escalofrío recorriera su espalda. Un leve roce de los labios en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el lóbulo cuando le decía algo al oído, que automáticamente provocó que hasta el último pelo de su cuerpo se erizara, hicieron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que deseara conquistar a esa mujer a toda costa, y lo consiguió.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">En ese momento paró su narración y se bebió lo que quedaba de cerveza en su jarra, pidiendo a la camarera, que se encontraba tras una barra de madera de troncos estrechos serrados por la mitad,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>secando unos vasos, otra ronda, nosotros entretanto, halagábamos al joven con insultos cariñosos y sonrisas tontas la suerte de nuestro compadre, pero él con gesto serio, alzó las manos pidiéndonos calma y continuó su historia. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Como buen caballero, obvió los detalles de su noche de amor y se fue al amanecer. Cuando despertó, se encontraba en la cama de la habitación de un hotel al que no recordaba haber llegado. Las grandes ventanas estaban abiertas, el sol de las primeras horas bañaba las paredes en un tono anaranjado, la brisa del mar mecía las finas cortinas blancas, arrastrando el aroma del agua y la sal al interior de la sala.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Pudo escuchar el agua de la ducha en el baño y recordó a su Afrodita, que en ese momento cerraba el grifo y salía envuelta en una toalla.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Sus brazos se tensaron cuando sus manos trataron de aferrarse al colchón del susto que se dio, no era ella..., o sí..., se le daba un aire pero... Ella al verle despierto le sonrió, se soltó la toalla quedándose como Dios la trajo al mundo, acercándose gateando desde los pies del colchón. Él, sentado, apoyado sobre el respaldo de la cama se tapaba con la sabana apoyando las manos sobre su pecho cual joven virgen inexperta en la noche de bodas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Saltó de la cama y se encerró en el baño.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">No comprendía que había ocurrido, apoyado en el lavabo intentando recordar el momento de la noche en el que perdió a la mujer de sus sueños para cambiarlo por un sucedáneo de esta, observó algo que le abrió los ojos y nunca mejor dicho.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">En un pequeño bote transparente flotaban unas lentillas de color verde, junto a este unas pestañas postizas, de una percha tras la puerta colgaban unas extensiones de pelo negro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Registró nervioso la bolsa de aseo, encontró, un grueso perfilador de labios, una caja de uñas postizas, y una maquillaje blanco como la nieve. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Sobre un taburete de plástico reposaba un sujetador con relleno y una braga-faja con una etiqueta que ponía “Elevaitor”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Se giró mareado apoyando la mano derecha en la puerta cerrada con la cabeza gacha tratando de tranquilizarse, pudo ver en el suelo unos zapatos con un tacón de diez centímetros y el pantalón vaquero que recogió y estiró comprobando que era de un elástico tan poderoso que ya lo hubiese querido el de niño para fabricarse un tirachinas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">— ¡Que decepción! Me sentí estafado. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">— ¿Y que hiciste?—. Preguntamos al unísono nosotros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Él con la cabeza baja y girándola lentamente lamentándose de su experiencia terminó su historia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Salió del baño preocupado, la estafadora le miraba con cara expectante, le preguntó que le ocurría, él le interrogó temeroso si al menos era una mujer, ella se puso histérica le insultó y arrojó la lámpara de la mesita de noche que se hizo añicos contra la pared, él recogió sus ropas y salió corriendo por el pasillo en calzoncillos y sin mirar atrás.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Nos quedamos mudos, tratando de imaginarnos la situación y ponernos en su lugar, se acostó con una Diosa y se levantó con un Orco, bueno, por lo menos era una Orca.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">Le tratamos de animar con palmadas en la espalda, a todos nos puede pasar, las mujeres son lo peor, nos engañan con trucos de magia haciéndonos pensar que son otra cosa, hay que tener cuidado con los cantos de sirena.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond; font-size: large;">En el momento en que nos encontrábamos renegando del sexo contrario de sus triquiñuelas, maldades y poder de manipulación, la camarera, una joven rubia de pelo corto de poco más de un metro y sesenta centímetros, vestida con una camiseta blanca de tirantes en la que se transparentaban la aureolas de sus pezones, y pantalón corto, muy corto, con el ombligo al aire, y una piel brillante y bronceada depositaba la ronda de cervezas sobre la mesa. Los tres quedamos en silencio observándola con las bisagras que sujetaban nuestras mandíbulas abiertas, nos regaló una sonrisa a uno, un guiño a otro y sobre el último a la vez que se marchaba apoyaba sutilmente la mano sobre su hombro, para preguntarnos con una voz suave y melosa si queríamos algo más. Los tres movimos la cabeza negativamente con cara de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>embobados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="font-size: large;">Se alejó contoneando las caderas, los tres admirabamos la parte más baja pero a la vez más noble de su espalda, hipnotizados por ese movimiento pendular que nos hizo olvidar instantáneamente, la mala experiencia de nuestro amigo, para mirarnos y sonreír tontamente, acompañando la escena de soplidos y gestos más propios de un simio y confirmar con los otros lo buena que estaba la gachí.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Garamond;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1203161312800" rel="cc:license" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#"><img alt="Safe Creative #1203161312800" src="http://resources.safecreative.org/work/1203161312800/label/logo-72" style="border-bottom: 0px; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top: 0px;" /></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-25943300525500918612012-12-31T13:33:00.000+01:002015-06-12T18:25:01.277+02:00SITUACIONES EMBARAZOSAS<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo peor de caerse no es el golpe sino la cara de tonto que se le queda a uno. Recuerdo una vez que paseando al perro me pegué un porrazo contra una señal de tráfico. Todavía tiene que estar vibrando y con el traqueteo clan clan clan, pero continué como si nada hubiese pasado a pesar del dolor, con la esperanza de que no hubiera público que se estuviera partiendo la caja de tan tremendo leñazo. Porque lo peor de estas cosas es que alguien te haya visto. Y qué tendrá eso de que se caiga cualquiera, que arranca la risa de todo hijo de vecino, aunque el porrazo haya sido de los que quitan el hipo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero para risa nerviosa, de esa que uno no puede aguantarse y sabes que te va a meter de cabeza en un jaleo, recuerdo una vez, en un ensayo de un acto ceremonioso, en el que encontrándome en primera fila y con un compañero detrás de mí, radiando los actos en plan programa de los que hacían los de Gomaespuma, para así matar el tedio, f</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">ui observado por el jefe de la tribu, que al percatarse de mis estertores tratando de controlar el posible reventón en carcajada, se acercó a mí en actitud aviesa, convencido de aprovechar el momento para dar una lección y ejemplarizar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—¿Usted no me conoce, verdad?— me preguntó en un tono profundamente amenazador aproximando su enorme careto al mío.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">— Sí gran jefe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la tribu—, conteste yo tratando de que mi voz sonara firme.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">— Pues me va usted a conocer profundamente—, y justo cuando sus palabras se lanzaban contra mi físico cual lapidación de ajusticio, fui salvado por la campana que tocó la diosa fortuna mientras se desternillaba de risa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">— Ring ring ¡Jefe de la tribu! El gran jefe supremo le llama por teléfono.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y como un leal cachorrillo acudió a la llamada dando pequeños brincos, gesto que en un ser de ciento cuarenta kilos, era cuanto menos irrisorio,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para así<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poner al día sobre los preparativos de los magnos fastos de la despedida, al gran jefe supremo, contento después de todo, porque el hueco que quedaba vacante en el “valhalla” de los elegidos lo cubriría él. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esa llamada diluyó en su mente mi insignificante existencia, escapé por los pelos del escarnio público y la estigmatización de por vida, mientras los compañeros se reían comentando: </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—De la que te has escapado.— y yo con<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un ictus por sonrisa pensaba< Sí cabrones, mucha palmadita en la espalda, pero el marrón me lo comía yo, que aunque rodeado de gente, todos se inclinaban<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo que permitía la física, para alejarse de mí, no fuera a ser que la sangre les salpicara. Vuestros espíritus huían del lugar cual impalas perseguidos por leonas.></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recuerdo otra situación de estas de “ups,” en la que una chica mona monísima, tanto que aunque bajase a tirar la basura, procuraba que incluso la bolsa con los desechos fuese a juego con sus zapatos, arrojó por error involuntario, junto con la bolsita, el teléfono que llevaba en la misma mano, dentro del contenedor. Y he de aquí, que ni corta ni perezosa y haciendo gala de una habilidad física inexistente, se lanzó dentro del mismo, para recuperar el preciado aparato. </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tras bucear entre una marejada de basura logró encontrar el teléfono, y surgiendo cual ave Fénix de sus cenizas, en el justo momento que pasaba una pareja de vecinos junto al contenedor, hizo ella su estelar aparición, provocando en los vecinos un respingo de sorpresa. Ella con la boca abierta, tartamudeo tratando de dar una explicación lógica, los vecinos miraron a otro lado y aceleraron el paso. Lo que más le fastidió me contaba, no fue el segundo ese de circunstancia embarazosa, sino que no le ayudasen a salir del dichoso contenedor.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero los que tienen un don para dejarte con el culo al aire, permítanme la expresión, son los pequeños de la casa. Y contando una de mil, una vez en el médico en una<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sala de espera atestada de gente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y con el retraso habitual de la hora, jugaba mi pequeña en su sillón, y rozando con el zapato sobre el asiento produjo un sonido similar a una ventosidad.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—¡Papá eres un guarrete, te has tirado un pedo!— dijo en voz alta y clara, provocando que el murmullo de la sala se interrumpiese.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—No, hija, has sido tú con el roce del zapato sobre la silla— dije en tono conciliador.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—¡ Papá te va a crecer la nariz! No se dicen mentiras, ¡Te has tirado un pedo!— volvió a repetir de manera insistente, mientras el auditorio lanzaba miradas despectivas sobre mi persona.</span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y sabiendo por tablas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que la batalla estaba perdida, y queriendo zanjar el tema cuanto antes, le dije en el oído— Hija no me lo he tirado se me ha caído, pero es de los que no huelen, así que sigue jugando bonita. </span></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div align="left" class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-63347781762916391512012-12-31T09:51:00.000+01:002015-06-12T18:23:19.283+02:00¿Por qué queremos tener hijos?<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Muchos se lo habrán preguntado, seguro que se ha escrito sobre el tema, incluso habrá algún libro que verse sobre el asunto, pero como lo mejor es la sabiduría popular, yo lo he estado preguntando a amigos y conocidos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de diferente condición.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y por sorprendente que pueda parecer, no hay un motivo contundente. En una decisión que debe haber sido meditada, valorando pros y contras, al interrogar sobre el porqué, las respuestas son ambiguas. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Evidentemente hay un alto porcentaje de motivación en el instinto primario que nos obliga a perpetuar la especie, y garantizar así la continuidad de nuestros genes. Pero no es menos cierto, que esos instintos animales los controlamos bastante bien, y hoy en día, no vamos dando garrotazos en la cabeza a las hembras fecundables, arrastrándolas de los pelos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la cueva para poder procrear ( al menos la mayoría de nosotros.)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Sabiendo que la vida no es un camino de rosas, o lo mejor sí, pero las rosas tienen un tallo repleto de espinas y cuando se te van clavando escuecen una barbaridad, y además, el camino para unos, es cuesta arriba, pedregoso y con viento en contra, y para otros, llano, cubierto de un mullido césped y con el viento a favor.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero cualesquiera que sea el camino que toque andar, no renunciamos a tener hijos.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Es verdad que influyen las condiciones sociales, económicas, culturales, religiosas, el entorno y otros mil factores que hacen imposible consensuar una sola respuesta.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Cuando comenté que estaba convencido que el tener hijos era una cuestión del reloj biológico de la mujer y que el hombre simplemente se dejaba llevar, hubo dientes y gruñidos.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
¿Y el fin de una pareja es tener hijos? Seguro que las hay, que simplemente no quieren. Disfrutan de la vida, se sienten realizados y plenos en dicha, sin la necesidad de progenie. ¿Acaso son más egoístas éstos, que los que dicen tener hijos porque es una experiencia maravillosa que nadie debería perderse? Para experiencias vete a bucear entre tiburones, conduce un formula uno o salta en paracaídas, pensaran los primeros.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Desde luego el tema es harto complejo. Cuando se decide tener hijos, quizá no se es consciente, de que a partir de la concepción, y de por vida, a uno se le coge algo parecido a un pellizco en el estómago, que como el desodorante, no te abandona, sino que se siente con más fuerza en todo lo nuevo que va surgiendo. La primera vez que tiene fiebre. La primera vez que lo dejas en la “guarde”. La primera vez que se va de excursión y así un largo y perpetuo etc...</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
¿ Los papás somos masocas? ¿ Y cuándo después de un primer hijo, tienes más? A mí se me reblandecen hasta los huesos, cuando tengo en brazos a mi segunda hija, como me pasaba con la primera, los baberos me los tengo que poner yo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En mi caso, como en el de muchos papás y mamás que deciden tener más de un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hijo, ya conoces el esfuerzo y los sacrificios que conlleva una criatura. La pareja en su conjunto e individualmente cada uno, pierden intimidad e independencia. El pellizco del estómago es doble o triple, por no hablar de la economía y de lo difícil que resulta conciliar la vida laboral con la familiar.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y, aún así, pensando con el corazón, creo que buscaría alguno más, aunque la cabeza y el bolsillo finalmente me frenan.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Terminando llego a la conclusión de que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el porqué quizá no sea lo importante, y aún no teniéndolo claro, lo que sí está cristalino, es que el vínculo que los padres tienen con sus hijos es único e irrenunciable, y lo primordial es, poder, saber y querer, aprovechar y disfrutar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con ellos de todo el tiempo que sea posible, sobretodo cuando están creciendo, porque ese tiempo que desperdicies, será irrecuperable.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y ya cambiando totalmente de tema, pero dándole vueltas a estas cuestiones complejas, filosóficas y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>profundas, hago referencia a algo que me ronda. Me pregunto, cuál será la ley física que rige el funcionamiento del bolso de las mujeres. Y es que no importa si es grande o pequeño, con mil bolsillos o uno solo. Si buscas las llaves del coche, que te dice que están ahí, que incluso tú sabes que las había guardado en su interior, miras y rebuscas, pero no aparecen, terminas vaciando el bolso, y misteriosamente las llaves, como si se tratase de un agujero negro, un túnel de gusano cósmico, ya no están allí, sino en el bolsillo de la chaqueta, en la cesta de la entrada o al lado del puñetero teléfono. Casi un misterio para hacer un programa digno de Cuarto milenio.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-14807041987576858632012-12-30T15:54:00.001+01:002012-12-30T15:54:40.130+01:00CHUSMAÑA<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Repasando el año, los que mandan nos dicen que las medidas que han tomado son duras pero necesarias, y que de no aplicarlas estaríamos mucho peor.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
No sé como estaríamos, pero tiemblo pensando en como podemos estar. Y esto no viene de ahora, ya trae su bagaje, diría yo desde principio de los tiempos.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Divagando con un compañero a las cuatro de la mañana de una noche invernal, me preguntaba el colega, que si viniesen unos extraterrestres a invadirnos, cómo actuaríamos en España, y yo con mi cerebro al sesenta por ciento de neuronas activas, le contestaba, que haríamos como en los últimos años<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con los que han venido de fuera.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
A los que venían del norte en vuelos low-cost.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Emborrachándolos con sangría y permisividad al vandalismo sin consecuencias. Después de todo los chavales tenían que divertirse en algún sitio y diluir en alcohol el más mínimo atisbo de civismo, que en su país seguro que sí ejercitaban. Pero aquí no pasa nada. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
A los mayores del mismo lugar, les invitábamos a disfrutar de un tiempo en un Spa comiendo paella y fidegüa y ya de paso se iban con una prótesis de cadera o rodilla a costa de nuestra Seguridad Social.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estos son los mismos que nos encuadran en los países P.I.G.S. un coqueteo con el vocabulario para llamar cerdos a Portugueses, Italianos, Griegos, Españoles. Y que yo veo erróneo, porque para cerdos ellos, que nosotros ya somos tontos.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Para los que vinieron del sur la cosa no ha estado peor, y digo yo, que en esos países también habrá fontaneros, banqueros, médicos, policías, maestros, ingenieros y cajeras de supermercado que tendrán su familia y lucharán por tirar para adelante. Pero de esos antiguos protectorados, no nos ha entrado más que gente que como profesión reconocida ostenta el título de “busco-vida.” Labor que he comprobado en un alto porcentaje no lleva a nada bueno.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aunque en un país donde delinquir es gratis, y lo peor que te puede pasar, es que te encierren al calentito, con tres comidas diarias y hasta con piscina climatizada, los titulados en “Busco-vida” no nos van a faltar. Ah!! Esos luego, sí tienen paro.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Con los brazos abiertos, y esplendidos como somos, se les daba casa, comida, colegio, tarjeta sanitaria, y el cheque bebé. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Tuvieron un bonito detalle con nosotros un once de marzo, en un amanecer negro para las almas de todos los infieles, que ocupamos la antigua Al-andalus. Son los mismos que se visten y comen de Cáritas, pero no quieren que se ponga el Portal de Belén en los colegios o que se coma jamón en el patio del recreo, y lo más triste es que lo consiguen.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pues con los extraterrestres haríamos lo mismo. Un coro Rociero, unas sardinas al espeto y un partido de fútbol para recibirles. Para las naves espaciales, como tenemos varios aeropuertos sin aprovechar, se los cederíamos para su uso y disfrute sine die ¡Gratis por supuesto! Les daríamos la opción de abrir la caja de ahorros Galaxia, con dinero hasta el infinito, que ya luego pedimos un rescate. Todos dispondrían de Visa sin tener que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>justificar gastos y les asignaríamos un chofer y vehículo de altísima gama, blindado y a costa del Estado.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Los primeros pasos para convertirnos en Chusmaña los dimos con esos despropósitos y ahora vamos a por la segunda parte.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Los ajustes a la baja en los sueldos, se compensan con subidas de impuesto y menores servicios sociales ¡Qué dislate! No soy sociólogo, pero a mí que esto nos empuja a una fractura con dos estratos bien diferenciados ricos y riquísimos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por un lado, y pobres y pobrísimos por otro.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Estamos extraditando a nuestra gente más preparada con conocimientos y capacidad de emprender, universitarios en los que hemos invertido tiempo y dinero, a otros países, para que desarrollen un trabajo que aquí resulta imposible de encontrar, salvo que pagues 190 euros para que te admitan el currículo en un concurso para una plaza que seguro ya tiene nombre.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Vamos encaminados a una sanidad de primera para unos pocos y de tercera para todos los demás, con la educación algo parecido, incluso con la justicia y la seguridad.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Los ricos cada vez más ricos en urbanizaciones burbuja. Los pobres, desahuciados bajo puentes de lodo burbujeante, y todo en un ambiente de chusmerío por un clima enrarecido y de hastío generalizado, que solo estimulan el odio, la violencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la envidia, la frustración, la rivalidad, la estafa, la corrupción, el soborno, el rencor y así una largo etcétera de ingredientes para cocinar un país en podredumbre que podemos llamar CHUSMAÑA.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Tenemos lo que queremos porque somos conformistas, boca chanclas de protesta indignada en la barra del bar tomando unas tapas, pero de poca acción. El joven que tiene capacidad o posibles se marcha, el que no, sueña con hacerse rico en un programa de televisión de esos cutres, pero que mantiene a media España embobados frente al televisor.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero todo es culpa SOLAMENTE de unos especuladores, que han decido ganar dinero rápidamente,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>jugando a hacer subir una prima de riesgo, que es puta reputa.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>También es culpa de los funcionarios que SOLO hacían café bebido, durante su cómodo horario laboral, de los banqueros que dieron dinero a quien sabia que no iba a poder devolverlo, de los constructores que inflaron los precios de las viviendas, en unos terrenos inflados de valor a su vez por Ayuntamientos, con concejales sobornables a base de cenas con final feliz. También SOLO es culpa del que pidió créditos sabiendo que no les iba a hacer frente, del que se compró tres pisos para venderlos más caros antes de firmar escrituras. Del que invirtió en una empresa sin estudio de viabilidad y al final va a resultar CULPA DE TODOS, pero para pagar,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>les va a tocar a los de siempre. CHUSMAÑA......<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>SOL, PLAYA Y UNA CAÑA.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-49269096240216506812012-12-21T17:15:00.000+01:002012-12-21T17:15:01.054+01:00EN EL 2013 UNA CRISIS DIFERENTE<div align="justify">
</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Como era de esperar la extinción<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del mundo, así en plan, todos a una que el tortazo va a ser gordo, pensando en que si el mal es de muchos consuelo de tontos, o consolándome con que más tiene que perder el más tenga y como yo no tengo de nada que se jodan los ricos, no ha comenzado. Aunque fines del mundo acontecen todos los días, pero son a nivel individual, y como de esos hay tantos como personas y somos muchos millones de ellas, prefiero tocar un tema de esos superficiales, pero a los que me gusta buscarle su particular calado.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
En el año<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>2013 me toca sufrir otra crisis, nací en 1973, así que si llego a finales de mayo sin sufrir de avería irreversible, cumpliré las <b>40</b> castañas. Si no querías sopa, toma dos tazas, “pringao.”</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Porque es lo que dicen, que a los cuarenta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sufrimos de una crisis cuyo principal síntoma es desear volver a ser joven, y para ello, se buscan estímulos rápidos y pasajeros más propios de gente con veinte.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Uno quizá pueda pensar que evitando la cifra, capeas el problema y en lugar de contar por años, si calculas tu vida por meses, 480 desde el alumbramiento, o por días, unos 14.600, le marcas una verónica al tiempo. Pero hay señales que no se pueden ignorar, y negar la evidencia sería de necios.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Los pelos en orejas y narices florecen como las rosas en primavera. El que no peina canas en el tupé por sufrir de alopecia, las peina en la barba y sino en el culo. Las resacas tras una noche de parranda se cobran varios días de convalecencia, ardores, gases como si hubieras comido una ensalada de globos inflados con helio, y como se te haya ocurrido la imprudencia de cenar picante, ve llamando a los bomberos, que el alcantarillado te va a pasar factura cuando visites el trono, desprendiendo una energía calorífica cercana a la que se produce en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el núcleo del sol, concentrada en tu malogrado ojete.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Las noches se ven interrumpidas en un par de ocasiones, por la imperiosa necesidad de librarte de las aguas menores. La cintura del pantalón vaquero, comienza a quedar ligeramente elevada al sobaco, a los sesenta ese problema ya es irreversible. Y cómo por los efectos desinhibidores del alcohol, se te ocurra marcarte unos pasos de baile marchoso... tu cuerpo se vengará de ti, haciendo que los brazos vayan tan desacompasados con las piernas, que estas últimas parezcan ser de otro.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero para acabar en positivo, con el paso de los años, como el buen vino envejecido en barrica de roble, combinándolo con la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>veteranía, se puede hacer un buen maridaje, y eso te da una consistencia, un aroma, sabor y categoría que solo logran los que alcanzan la cuarentena, y a las mujeres les pasa lo mismo, o quizá solo sea efecto de la vista cansada, pero sin desmerecer a ninguna ¡Dios me salve! Las que rondan los cuarenta me parece que están ¡Bien rebuenas! </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Porque la cana y la pequeña arruga son<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>señal de sabiduría, experiencia, clase y un porte, que solo se pueden apreciar, entender y disfrutar con el transcurso de los años.</div>
<div align="justify">
</div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-7936142185046971442012-12-12T21:40:00.000+01:002012-12-12T22:35:11.602+01:00La odisea de la reclamación<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Salvo los que<span style="mso-spacerun: yes;"> habiten</span> en cuevas, tengan alergia a las ondas magnéticas y aparatos electrónicos, o como Bob esponja vivan en una piña debajo del mar. Quién no ha sufrido la tediosa, agónica, desesperante, eterna y enredada odisea que supone, tratar mediante una reclamación, de solucionar algún error en la facturación, de servicios contratados con empresas de televisión de pago, internet o telefonía. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Esta vez me ha tocado a mí, y como no puedo estar callado, ni tengo ganas de bajar al garaje a darle de hostias al saco, para así desahogarme, voy a castigar el teclado contando mi periplo y de paso lo publico en mi blog, para así agregarlo, a la incalculable suma de nefastas experiencias ocurridas con este tipo de servicios.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Abrir una carta de correo, sabiendo que es una factura, suele sentar como una patada en el estómago, y más en estos latosos tiempos de crisis, pero cuando el montante de la factura, que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esa no falta ningún mes, multiplica por cinco lo que te esperas en base a lo que tienes contratado y consumido, la patada es de K.O. técnico, ilegal y directa a las partes nobles.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Esta vez la cosa va con Vodafone, veo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el total a pagar, se me ponen los ojos como platos, me tiemblan las piernas, se me acelera el pulso y me pongo rojo como un tomate, ya no siento ni el frío que paso en casa al tener la calefacción solo de adorno, como tenía mi abuela la muñeca disfrazada de legionaria encima del frigorífico.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
La Iliada de Homero se queda corta cuando uno trata de batallar en el teléfono de atención al cliente. Con el pulso tembloroso por la rabia contenida, tengo que llamar hasta en tres ocasiones, para que después de escuchar publicidad sobre nuevas ofertas, y repetir varias veces el motivo de mi llamada a una máquina parlante, finalmente consigo que... “ en unos segundos será atendido por uno de nuestros agentes” Quien dice unos segundos dice nueve minutos de reloj, escuchando una melodía distorsionada que me trae recuerdos de cuando decían que si ponías un disco de vinilo a girar al revés se podía escuchar un mensaje satánico, para nada alentador, tanto como el acento casi inteligible del operador que me toca en liza, aunque eso ya lo tenía asumido.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Trato de ser breve, claro y conciso en la reclamación, pero el operador con más buena fe e intenciones que capacidad, me da unas explicaciones que para nada son convincentes, solo le ha faltado decirme que la culpa es del asteroide Tutatis, que estos días pasa por aquí cerca, e interfiere en la señal planetaria.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El caso es que tras dimes y diretes, he conseguido enterarme (presupongo) que me habían dado de alta en una tarifa de datos, que por otro lado yo no había solicitado, y que me reingresarían el importe cobrado en demasía en las siguientes facturas, y yo le he explicado que no estoy de acuerdo, que si no emiten otra factura con el importe correcto, devolveré el recibo y que por favor que me desactiven cualquier tipo de conexión de datos con internet.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Bueno, pues después de media horita larga con el aparato auricular incrustado en mi oreja, convencido de no haber solucionado un pimiento y contagiado del mismo acento que se le quedó a Jose María Aznar cuando dijo “Estaaamos trabajaaannndo en ello...”, me han llegado dos mensajes que me confirman la perdida de tiempo. Uno me dice que mi reclamación está en proceso y se solucionará el día 19, dos días después del vencimiento de la factura, y otro donde me dice, que me han cambiado mi tarifa de datos de conexión, a smart (esa misma que yo nunca he contratado y habiendo demandado en la llamada,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para que anulasen cualquier posibilidad de conexión de datos)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Para cortarse las venas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span lang="EN-GB" style="mso-ansi-language: EN-GB;">TO BE CONTINUE...<o:p></o:p></span></div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-48575075751569296302012-11-16T20:02:00.000+01:002012-11-16T21:09:54.939+01:00Typical Spanish<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Me identifico como patriota, pero sin gestos y extravagancias anacrónicas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o símbolos trasnochados. Me siento orgulloso de ser Español y defiendo la cultura y tradiciones de este país o “cosa”, como recientemente escuché decir a un chaval, que se dedica al balompié, padeciendo de algo miedo y mucha falta de tablas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Al que le apetezca ser de otra patria, sinceramente..., que se vaya a tomar viento fresco, y tanta paz lleve como descanso deje, pero que no espere de mí obtener más beneficio que el de la absoluta indiferencia, sobre todo si soy insultado o no soy bien recibido, por cometer el delito de sentirme fiel a mi nación y a los colores de mi bandera.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Después de esta breve introducción aclaratoria, me centro en la cuestión del título de la entrada.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tanto en los viajes que he podido realizar por regiones foráneas, de las de más allá de la península ibérica, como en las oportunidades de relacionarme con gentes de otros lares, de vez en cuando me he topado con personajes que al hablar de España, la alababan con expresiones sobre la pasión de los Españoles, la siesta, el color rojo, los toros, la paella, la guitarra, el flamenco, las castañuelas, la fiesta y una largo etcétera de oles, y yo nunca he podido poner más, que una sonrisa ligeramente forzada y gesticular afirmativamente con la cabeza, para seguirle un poco el cuento al cansino de turno.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Que si yo no me puedo creer que todos los suizos se dedican únicamente a hacer relojes, navajas multiusos y chocolatinas, o que todos los chinos hacen kung-fu, que todas las familias Italianas son como la de la peli del padrino, o que Inglaterra entera se para a las cinco en punto, para tomar un té con pastas. A que cojones me vienes a contar a mí tanta soplapollez.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y como no tengo superpoderes para entrar en la mente del flipad@ de turno que con la cara colorada y los ojos vidriosos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el efecto de los caldos, comienza a taladrar con acento de guiri, la oreja de un sufridor,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡ESSpaaañolllo! OLÉ y con gestos folclóricos de taconeos y pases de verónica me ocasiona un brutal sangrado de ojos, trato de imaginar lo que tiene que pasar por su cabeza, cuando piensa en España y los Españoles.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Menuda ecografía cerebral se abre ante mis ojos, siempre borrachos, de fiesta, corriendo con los toros pisándonos los talones, descansando con una buena<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siesta tras comer perpetuamente paella. El becerro de turno, se pensará que aquí nos despertamos a medio día y lo primero que hacemos es tocar las palmas y marcarnos un zapateado, que en el salón de casa tenemos un capote con el que practicamos por tandas, alternando con la guitarra y las castañuelas, y que cuando tenemos una conversación siempre la terminamos con un quejido de cante jondo. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero la culpa no es nuestra y aquí me sale la vena patria, si bien es verdad que son destacables esas tradiciones, patrimonio y cultura, e inevitable el que al saber del origen de uno, le hagan comentarios de lo que se conoce, como se puede hacer con el futbol o el basket Español en los últimos tiempos, no es menos cierto, que el pensar que a todos los Españoles nos gustan los toros, sabemos tocar la guitarra y hacer una buena paella, solo cabe en la almendra de un cierto tipo de cebollino con cámara de fotos al hombro, vestido de tirolés con chanclas y calcetines, adicto a la sangría y que de lejos parecía tonto, pero se ve que de cerca lo es. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
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David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-58099701435778638132012-11-09T16:39:00.005+01:002012-11-10T13:18:01.977+01:00El enigma de las tetas II<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Retomando el enigma de las tetas, y con aquella pregunta del porqué de los pezones masculinos con la que terminé el primer artículo.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Explica la ciencia, que la naturaleza evolutiva no pierde el tiempo, y que los pezones masculinos están ahí porque no molestan, resumiendo, no dan leche pero tampoco piden pan. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El científico que explicó eso, nunca se habrá rozado los pezones con la camiseta durante una carrera, y es que entendiendo que están prácticamente de adorno,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>son sensibles de cojones, que recuerdo cuando estaba en le cole y llegaba el listo de turno te pellizcaba un pezón y te preguntaba por sorpresa ¿Cinco nombres<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de leche? Mmm... Pascual,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>m.... Puleva... y... ¡”To” tuuuus muertos, suelta ya que duele!</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Lo que más me gusta del primer artículo del enigma de las tetas, es que di en el clavo. Muchas de las chicas que leyeron la entrada y me dieron la razón, en sus fotos de perfil de las redes sociales lucían “pechonalidad” pero así..., como de lado y desde arriba, para que se noten sus atributos. (¡Cómo saben de su poder!) </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Una lectora me comentó que la confabulación de la mujer con la naturaleza no se sostenía cuando la hembra estaba desposeída de un par de buenos propios. Y yo le digo que como el macho es de fácil distracción, aplicándose con otros juegos, la deslucida fémina seguro que conseguía procrear, evitando que la sangre dejase de regar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el cerebro varonil, nublándole la vista, con diferentes mañas amatorias.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Posteriormente surgió el arte del engaño y no puedo más que hacer referencia a otra de mis entradas, “La mujer estafadora y el hombre idiotizado” recomiendo encarecidamente su lectura. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Una compañera, conversando sobre el porqué de los pezones masculinos, me dijo que ella siempre había tenido claro una de sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>utilidades. — Para chuparlos—. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego se puso roja como un tomate. Una respuesta espontánea ante tres varones, que no pudimos hacer otra cosa que reírnos, para disimular la sorpresa, ante tan abrumadora sinceridad.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
En definitiva y al margen de para ponerse un piercing, o para los preliminares, tarde o temprano la evolución los hará esfumarse en los varones, como nuestra adaptación al medio influenciados por la sociedad, hizo desaparecer los pañuelos de tela con las iniciales del nombre bordadas en una esquina, cambiándolos por los pañuelos de papel. Transformando a los renombrados caballeros de pelo en pecho, en hombres clinex de culo depilado.</div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-54207104377777143002012-10-28T20:54:00.000+01:002012-10-28T21:48:16.692+01:00TRUCOS PARA AHORRAR EN CALEFACCIÓN<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El frío se ha presentado a traición, por la puerta de atrás sin avisar y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de un día para otro. Quizá el hecho del cambio de hora, tenga algún oculto sistema de activación para bajar la temperatura. Una confabulación entre la C.I.A., Gas natural, los que arreglan las calderas y el que vende el gasoil del <b>“barato”.</b></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Como mi economía está congelada, pero además, estoy mal acostumbrado, a que no me salgan sabañones en las orejas viendo una peli sentado en el sofá, me he puesto a bichear por internet, sobre trucos para restringir algo en el gasto de la calefacción. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Que si aislar bien la casa, que si poner una chimenea, usar contraventanas, acumuladores eléctricos... ¡Menudas soluciones! Si tuviese dinero para poner contraventanas o una chimenea, anda que iba a tardar, con lo que tiene que molar, quedarse frito en el salón de casa, mirando el baile hipnotizador de las llamas, después de echar un buen...... trago de vino por ejemplo. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Así que he decido estrujarme la materia gris para encontrar trucos fiables, buenos, bonitos y baratos, colgarlo en internet y que la gente colabore con sus ideas y ampliar conocimientos entre todos. Y como no se me ocurren más que gilipolleces, pues las pongo y a lo mejor entro en calor con la tontería.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<u>TRUCOS PARA NO PASAR FRÍO EN CASA AHORRANDO EN CALEFACCIÓN:</u></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
1º- No encenderla ( ahorrar ahorras, el fallo, te quedas más tieso que un ajo)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
2º- Marcharse a vivir a un lugar con clima tropical. (Aplastante pero inviable = 0 €)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
3º- Protestar en el congreso contra la casta política (conseguirás que te calienten el lomo un rato, pero durante un mes no te vas a poder sentar derecho)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
4º- Irte al bar ( lo que te ahorras en calefacción te los gastas en birras)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
5º- Visitar todas las tardes algún vecino que tenga<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para encender la estufa ( Hay que echarle más cara que Homer Simpson,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alguno seguro que se está acordando de la vecina del quinto, que esta para darle todo el calor del mundo, aunque luego en quince minutos nos hemos “desinflao” y nos venimos abajo)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
6º- Trucar el contador (Soy muy cagón, es un delito y con la suerte que tengo me pillan a la primera y salgo hasta en el NODO)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
7º- Ponerte ropa por capas, como si fueras una cebolla de fuentes del Ebro (resulta ligeramente incomodo, pero eficaz)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
8º- Lo de los chupitos de wisky solo funciona en las pelis americanas (mejor la sopa de la abuela, bien “calentica”, bajo la “mantica”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“arrumacao” contra el trasero de la contraria)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
9º- Pensar concienzudamente en lo que nos han hecho: desde el España va bien, al no hay crisis solo una desaceleración, al no más IVA (no más del 21, quería decir???), al yo tengo la solución, mal de muchos consuelo de tontos, y “pa” tonto yo, que me las han dado en los ultimos cinco años, todas en el mismo costado, en el del lado de la cartera. Así me enciendo que no veas, pero se me constriñen los riñones de la mala leche que me entra.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
10º En lugar de en el salón, hacer vida en la salita....</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo demás a tú elección...</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un saludo campeón.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-33145982214764981212012-10-27T18:17:00.000+02:002012-10-27T18:22:12.786+02:00DECISIONES VALIENTES<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Hace<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tiempo en algún coloquio, escuché como miembros del actual gobierno, justificaban las medidas de ajuste pasa sortear la crisis, como decisiones valientes que había que tomar. </div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Como no estoy de acuerdo, ni con el fondo ni con la forma, de la mayoría de esas decisiones, y siendo como soy, más bien parco en palabras y con poco seso, he consultado en la R.A.E. el significado del término <b><u>valiente.</u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b><i>Fuerte</i>, <i>robusto</i>, <i>eficaz</i>, <i>animoso en su línea</i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>de valor</i></b>. Son parte de los adjetivos que figuran, pero me salía un enlace en el que ponía <u>zapatero valiente</u>, ¡Hostia!<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo he pinchado, y me ha llevado a otro vinculo, <u>aceituna zapatera</u>, que según reza, es la que ha perdido su color y buen sabor por haber comenzado a pudrirse... Curioso cuanto menos... y el que quiera o pueda, que lo entienda, pero a mí no se me olvida.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Durante toda la santa mañana he escuchado por la radio, la situación desesperada en la que se encuentran muchas familias, con el paro y la falta de ingresos, y como consecuencia, los últimos sucesos que han sobrevenido, con tentativas de suicidios por personas que iban a ser desahuciadas de sus casas por el impago de las letras bancarias.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Con el soniquete en cuestión rondando en mi encéfalo, me he pasado por los juzgados, para cuestiones laborales.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La misma decoración invariable, carpetas y montoneras de papeles por doquier, y lo más llamativo, tablones atestados de folios superpuestos, con ejecuciones hipotecarias que no dejaban un centímetro de corcho a la vista.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sin dramatizar un ápice, opino que un verdadero muro de la vergüenza para un país, ya que cada una de esas livianas hojas sujetas por una chincheta, pesan en el pecho de muchas familias, cual lapida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de sepulcro, oprimiéndoles la respiración y llevando en cada vez más casos, a intentar quitarse hasta la vida, tras un vía crucis interminable de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ansiedades y malos sueños.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tratando de ser gráfico y para que se hagan una idea de la cantidad de ejecutorias que se exhibía,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>realizando un calculo proporcional y extrapolándolo a escala nacional, nos iba a faltar muralla china que poder empapelar con tanto folio.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Así que queriendo sumar mi voz, por tenue e insignificante<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que esta pueda ser, a la de otros muchos, ruego por <b>una</b> <b>decisión valiente y de justicia,</b> que no permita que ninguna familia Española quede desamparada sin techo bajo el que poder cobijarse,</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que pare una sangría desgarradora para toda una nación, que no tiene sentido ni objeto otro, que la usura y la especulación.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Que defiendan el derecho fundamental a la vivienda, recogida en la constitución Española, que haga de la carta magna algo tangible para sus ciudadanos, y de este gobierno, digno<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>merecedor de la confianza de todos los Españoles.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-84236045508981684192012-10-17T19:18:00.001+02:002012-10-17T19:18:20.447+02:00Una pataleta funcionarial<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Como cada uno defiende lo suyo, y parece que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>importan una mierda los males de los demás, yo le doy vueltas a lo mío.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Tenemos que seguir ahorrando y la cantinela que he leído largando, a uno del circulo de empresarios, sigue girando entorno a que a los empleados públicos, les hagan más ajustes en su ya de por si enjuto sueldo. Que no se repongan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vacantes, porque la administración del Estado está sobredimensionada y que se flexibilice el estatus del funcionario.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Qué fácil resulta hacer cuentas con el dinero y la vida laboral ajena. La culpa de una administración con exceso de funcionarios o con duplicidades, no es responsabilidad de ningún currante del Estado, que ha luchado por una plaza en liza contra miles de opositores. Sino de los que dirigen el cotarro, y esos... de rositas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Si un funcionario padece o va a padecer de tripa suelta,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más le vale que se ponga un tapón de corcho en el culo, faltar al trabajo le puede costar hasta un tercio de la exigua soldada,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Cómo a la mayoría! Dirán muchos, y yo digo que es verdad, pero sinceramente me preocupa que un maestro vaya a dar clase con gripe, que un bombero tenga que acudir al incendio de una vivienda con cuarenta de fiebre, un médico pase consulta sufriendo vértigo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un policía tenga que patrullar con lumbalgia, un juez juzgue con migrañas y el abogado que te defiende no vea tres en un burro por sufrir una conjuntivitis vírica.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¡Hombre! apelo a la responsabilidad de cada uno... Dirán los que se van de rositas... </div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Y yo les digo, que no me cabe más responsabilidad que la de llegar a fin de mes, y cada vez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo ponen más difícil, para mayor flexibilidad solo falta que me amarren a un potro de tortura y giren la rueda hasta descoyuntarme al estilo Torquemada.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Ya podían pedir el rescate y con esos cien mil millones, fomentar el crédito empresarial para aumentar la productividad y crear puestos de trabajo, y coger un pellizquito para devolver la paga extra de Navidad a los funcionarios y así animar el consumo, pero no.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo que harán con la pasta es ingresarla en los bancos y cajas, que para eso son los que entienden del tema (y yo tan tranquilo... porque como hasta ahora, lo han hecho tan bien...)</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esos grandes entendidos, apoyados por asesores y consejeros en su mayoría de profesión desconocida, pero de cargo, político. Diplomados en enchufismo y licenciados cum laude en cara dura, volverán a ser los encargados de administrar la plata, y por lo bien que lo van a hacer, ya habrán encargado unas cestas de Navidad para autoregalarse en las próximas fiestas, que van a quedar, para que solo unos pocos "elegidos" las celebren, porque entre tanto ajuste y recorte, las ganas de festejar las Navidades, se me han diluido como lo haría<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una pastilla efervescente en mi boca con un sorbo de agua..., echando espuma por el hocico cual perro rabioso, y más atragantado que la Duquesa de Alba antes de que le cambiaran las pilas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-60401439636629448042012-09-25T17:31:00.000+02:002012-09-25T17:34:59.861+02:00Alooó...operadora?<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Hoy he llamado para informarme sobre la oferta de Movistar—Fusión, y como siempre desde hace muchos años, cada vez que llamo a cualquier teléfono de información, la señorita o señora que me atiende,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el acento, intuyo que es originaria de latitudes sudamericanas. </div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y no importa las veces que cuelgue y vuelva a llamar, que no consigo hablar con alguien que se exprese en un acento castellano, que sea inteligible para mis afligidos oídos.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Quizá el pecado sea nuestro, y en tiempos de bonanza económica no había ningún españolito que quisiera ponerse a currar en tele-asistencia por cuatro perras, pero ahora la cosa ha cambiado ligeramente. ¡Vamos! Que como sigamos así, igual me pongo a echar unas horitas con un teléfono de micrófono incorporado en plan “CHAYANE” en un concierto en directo, para vender lo que sea.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El caso es que por un lado, me escuece en el alma que una empresa Española tan importante como MOVISTAR, no haga por arrimar el hombro y colabore en reducir el paro entre los jóvenes españoles, y por otro me escuece la oreja, después de permanecer más de quince minutos apretando con fuerza el auricular contra mi pabellón auditivo, como si de esa manera fuera a entender la plática con acento de allá.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así que como no he sido capaz de siquiera intuir las puñeteras condiciones de la oferta, he pasado del tema, y acto seguido, el teléfono ha sonado.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Una maquina me ha preguntado por mi estado de satisfacción con la atención recibida. He marcado el cero y automáticamente me ha desviado con un comercial para saber el porqué de mi insatisfacción.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
¡ Mi esperanza...! Quizá tenga acento gallego o andaluz... me conformo con alguno de Murcia ¡Coño!</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero ni por esas.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así que con mi oreja roja como un tomate, mi insatisfacción por las nubes y un cabreo de tres pares de cojones, me he acordado de todos los muertos de Cristóbal Colón, de Hernán Cortes, los hermanos Pinzón y su maldita estampa, a tomar por donde amargan los pepinos, con el " Aló”, el “nomás”,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el “ahorita” y el “Selular”.</div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-20913778130737051832012-09-09T12:01:00.000+02:002012-09-09T16:30:22.878+02:00Más de lo mismo<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Si una familia se viese obligada a pedir un crédito, en estos tiempos en los que estamos, y le dice al responsable de la entidad que es para pagar deudas, y que tiene pensado solicitar diez mil euros, pero al día siguiente dice que no, que va a necesitar quince mil, y al otro día dice que mejor que sean veinte mil. El director del banco, que ya se mostraba reticente con la primera cantidad, pensaría que si no tienen claro lo que necesitan desde un principio, o no saben echar cuentas o piden por pedir el máximo que cuele, y ya lo pagaré, o no, según me cuadren... las cuentas que no se hacer.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pues esto mismo es lo que está pasando con las peticiones de rescate de unas cuantas comunidades autónomas. Que si no me va a hacer falta rescate, que a lo mejor sí, bueno que vamos a pedir trescientos millones, mira que van a ser mil y adelántame cien que es que no me llega.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El tema es tan serio que resulta impensable que pueda pasar, pero pasa. Y como para llegar a ser de los que toman ese tipo de decisiones, uno no debe ser tonto, que sería una explicación sensata a tanta incongruencia. Se me ocurre pensar que todo sigue igual, que es más de lo mismo, y que como hay para repartir, vamos a pedir todo lo que podamos, decimos que es para pagar deudas, para activar la economía, y volvemos a lo de antes ya que el que parte y reparte se lleva la mejor parte. Y como es una burrada de cientos o miles de millones, un pellizco de por aquí otro de por allá...</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Bueno pues ahora va y resulta, que ya casi es seguro lo de los casinos del complejo “Eurovegas” ¡Notición! Y a mí me huele a tufillo y ojalá me equivoque. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Todo este tipo de grandes complejos necesita del<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>apoyo y de las fuentes de financiación públicas, cambios de legislación basándose en decretazos y un régimen jurídico como el que debe de tener el limbo, y se hace rápido y no pasa nada, siempre al amparo del interés general, y como el interés general está por los suelos, pues nos agarramos a un clavo ardiendo y el olor a tufillo, como... que no es tan malo. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero la cuestión principal es la económica, me pregunto de dónde va a salir la pasta, porque el multimillonario pone un pellizco de la inversión, mucho para un pobre mortal, pero muy poco para el desarrollo de la obra, con lo cual hay que financiarlo, y qué banco va a soltar la manteca en Madrid, Bankia no creo... o sí, y en Cataluña como respuesta a lo de Eurovegas, se sacan de la manga seis parques temáticos, nada más y nada menos. Y yo me pregunto, esos no son los qué han pedido un adelanto para pagar las nóminas y adeudan ni se sabe, y han solicitado cinco mil millones de rescate así, como de malas formas.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y yo que pensaba que eso de los parques temáticos, viendo como andan,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Terra mítica” de Valencia, la “Warner” de Madrid, “Isla mágica” de Sevilla, el “Port aventura” de Barcelona, habían resultado un fiasco aún habiendo surgido en una época de bonanza económica...</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
En otro tiempo no me hubiese preocupado, pero es que por esto mismo, ahora estamos como estamos. Con cinco millones de parados, los sueldos a la altura de la suela desgastada de mi zapato que no renuevo, porque con el I.V.A. al veintiuno, cualquiera se gasta un euro, y con un largo etc... de situaciones que ya me aburre recordar.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
¿Y cómo esperan llenar los casinos y los parques temáticos? Pues con Españoles trabajando por quinientos euros al mes, seis días a la semana, doce horas al día, con una semana de vacaciones al año, y con Chinos, Alemanes y Noruegos, que vengan a pasar el rato, en lo que entre cuatro, quizá para hacer honor a sus madres, quieren convertir a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>este país en un “Puticlub” con servicios varios.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1209092313671" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><img src="http://resources.safecreative.org/work/1209092313671/label/logo-72" style="border:0;" alt="Safe Creative #1209092313671"/></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-44614182610835779722012-08-05T11:59:00.000+02:002012-08-13T18:13:03.014+02:00VACACIONES EN PLAYA-MEDUSA<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Este año, como casi todos, los pocos días que puedo escapar de casa lo hago en plan “ low- cost” y qué más barato puede haber, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que irse de ocupas a casa de los padres del que suscribe, que por suerte viven en la playa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Como en anteriores ocasiones y repitiendo la liturgia de todos los estíos, a ritmo de chancleta, bañador y sombrilla al hombro, desfilamos al paso lento de los regulares hasta el paseo marítimo, para buscar un hueco<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre los que gustan de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dorar los pellejos al sol, jugar a hacer castillos de arena o amenizar los calores en compañía de un libro.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Una vez montado el campamento, con los bártulos organizados, al refugio del parasol y con el periódico en ristre,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me paro a observar el paisaje que me rodea.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Lo de todas las veces, el mar de agua por delante, el mar de sombrillas por los lados y la ardiente arena por detrás. La pareja de octogenarios carbonizados por el sol, con ellos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>parece no ir el tema de los melanomas, y si fuera, con esa edad me parece que les iba a importar un pimiento. Los chavales hinchando el delfín a golpe de pie, los más peques correteando entre las toallas, levantado arena, que fastidiosamente viene a caer sobre la mía, los que van andando a ritmo de fatiga por la orilla, sobre la arena húmeda para hacer algo de gimnasia, el tostado natural de África vendiendo gafas de sol y monederos, el rumor de las olas, la brisa marina…<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Pero en la gente, este año, se observa un comportamiento anómalo, algo fuera de la norma. Los bañistas, no dejan pasar el agua por encima de sus rodillas, atentos al fondo, casi sin pestañear, concentrados en el metro cúbico de líquido elemento por delante de ellos, tratando esquivar a las malditas medusas, que están arruinando las vacaciones de muchos, de los que huyendo del calor de secano, soñaban con darse un chapuzón en el agua salada.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como si fuera poca la ruina que arrastramos, ahora se vuelven contra nosotros hasta las medusas, y nos atacan en nuestro motor económico, el turismo. Y yo me paro a pensar y le echo la culpa a la Merkel, esto tiene que ser responsabilidad de ella, me cago en toda su estampa, con esa cara de tortuga teutona, estoy seguro que ha formado un complot y a los galápagos que se comían las medusas, las está cebando con salchichas Frankfurt y cerveza templada.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pues como nosotros somos muy apañados para según que cosas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le digo que ya estamos desarrollando el deporte nacional de la pesca de la medusa, resulta muy entretenido y le da su puntillo de riesgo al baño marítimo, que hasta el tostado que vende las gafas y los monederos, ha visto filón y ya ofrece redes y cubos para la pesca del bicho marino, y como por estas tierras hispanas presumimos de ser generosos, les vamos a empaquetar unas cuantas toneladas y ya se las mandamos por correo, unas pocas para Alemania y otras cuantas para el banco central europeo, y así repartimos un poquito de urticaria entre toda esa panda de tecnócratas, inversores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aprovechados y toca pelotas, que no hacen más que marear la perdiz, y este verano del fin del mundo, según el calendario Maya, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me están resultando más incómodos que una mosca cojonera. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1208132114247" rel="cc:license" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#"><img alt="Safe Creative #1208132114247" src="http://resources.safecreative.org/work/1208132114247/label/logo-72" style="border-bottom: 0px; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top: 0px;" /></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-35772446965545509292012-07-28T11:36:00.000+02:002012-07-28T16:06:47.090+02:00RELATO CORTO: AGUAS BRAVAS<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
La espuma blanca se arremolinaba alrededor del casco de la gabarra. La velocidad del agua iba en aumento, diminutas gotas salían disparadas en todas direcciones formando una ligera cortina que nublaba la vista del horizonte.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Era casi increíble, le costaba dar crédito a lo que les estaba ocurriendo, no hacía mucho navegaban en calma, a él como a la mayoría, le tocaba remar, mientras muchos otros situados en el medio de la gabarra, la parte más cómoda y segura, no tuvieran otro entretenimiento que tomar el sol y rascarse la barriga. Pero aun siendo una labor dura, disfrutaba de lo que hacía, al estar en uno de los costados de la gabarra, tenía buenas vistas y el aire era más fresco, o al menos él así lo creía.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Odiaba a esos cimarrones concentrados en el medio de la nave, amparados en la falsa seguridad que daba estar alejados de la furia del agua, menuda solución para ser tan inteligentes, solo se les ocurría mirar hacia otro lado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
De estar navegando con los demás por aguas mansas, habían pasado a un cauce en el que al principio el agua comenzaba a romper contra el casco suavemente y la brisa iba en aumento refrescando más, era agradable, pero hubo un punto en el que fue impracticable dar la vuelta. La corriente comenzó a arrastrarlos con fuerza, haciendo imposible remontar el curso. Ramoy, encargado del timón y, por tanto, de gobernar la nave, se encontraba desbordado. La fuerza del agua en aumento a cada segundo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hacia perder la estabilidad. En la nave, los nervios, el miedo y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la angustia, provocaban en la gente comportamientos extraños.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Navegando a la deriva, sin timón y con los remos inutilizados por la agitada agua, había algunos que sonreían con la mirada perdida, como si no fuera con ellos, otros se afanaban por aguantar en equilibrio. Los más débiles, situados a los costados de la nave, se sujetaban a los restos de la barandilla como buenamente podían, vomitando por la borda. Los pantocazos del casco sobre las bravías aguas, hicieron que los más enfermos y endebles cayeran al torrente del río, que los hizo desaparecer entre los remolinos con una furia inusitada. Engullidos por un agua que se antojaba oscura y fría.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Algunos de los testigos no se inmutaron con las primeras perdidas, parecían incluso aliviados, beneficiándose del espacio que estos dejaban, recogiendo los enseres de las primeras victimas haciéndolos suyos. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Tratando de adaptarse, Unón, pensaba rápidamente entre todas las posibilidades que tenía, se estaba estrujando el cerebro buscando la mejor salida, en esa situación, la menos mala sería la buena. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Desde luego lo primero que se le venía a la mente era agarrar los restos de uno de los remos, que uno de los más viejos sujetaba entre sus manos, rítmicamente seguía con la mecánica de los años repitiendo el mismo movimiento automático, sin darse cuenta que la pala del remo había desaparecido. Con los restos de ese remo podría ir en busca de Ramoy, le golpearía en toda la testa, maldito inútil, pero eso no le ayudaría a salir del atolladero.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Lo peor era ser consciente de que la solución no dependía de él, fuera la que fuese, estaba en manos de la corriente. Podía saltar de la nave, pero no resistiría la fuerza del agua, se hundiría entre los remolinos o se golpearía con algún saliente afilado para finalmente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>perecer ahogado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Permanecer en la nave, era alargar la agonía. Los embates cada vez más fuertes, y el rumor del agua en su caída, que según pasaban los segundos se hacía ensordecedor, apremiaban la necesidad de hacer algo, pero la maldita deriva les llevaba al abismo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Hubo un momento en el que Ramoy comenzó a dar ordenes, pero Unón rápidamente se dio cuenta de que solo se trataba de recolocar la estiba, para estabilizar la nave, eso no cambiaria el curso de la gabarra abocada a precipitarse por la cascada. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
La inteligencia, se comunicaba mediante señales con los barcos que aún permanecían en la zona de aguas mansas, pero las respuestas solo eran meras buenas intenciones sin visos de llegar a buen puerto. De todas formas que podían esperar. Unón había comprobado como<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre ellos, en la nave fuera de control y ante la certeza de un final fatídico, continuaban cada uno no viendo más allá de su maldito ombligo.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Sin reconocer que el final estaba próximo y que no quedaban ni tiempo ni ocasión para sortear la caída, siendo así entre ellos, que podían esperar de los de fuera.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
La corriente les llevaba al garete, las olas encrespadas y las rocas salientes escoraban la nave, con cabeceos, saltos y embates que causaban en la madera grietas que crujían estrepitosamente bajo sus pies. El fin estaba cercano, el naufragio era inevitable. Las riberas no eran visibles, alcanzarlas a nado era quimérico, no había resguardo seguro.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero en uno de los embates ocurrió algo, siempre había estado allí pero nadie quería verlo. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El cable de acero surgió del agua tensándose, desde la popa de su nave a la proa de otra que venia detrás de ellos, ésta a su vez al aproximarse a la agitada corriente, hizo girar bruscamente a otra nave mayor, una de las que continuaba en la zona de dócil corriente que rotó ante la tensión de las otras naves. Todas se encontraban unidas y la corriente las arrastraría en la misma dirección.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Solo en ese momento, viendo que el peligro les podía afectar realmente, que si no remaban para rescatar a la nave más próxima a la caída, ellos se verían arrastrados y correrían la misma suerte. Hubo una reacción conveniente. Ésta no aseguraba la solución, pero era una pequeña esperanza ante la adversidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Unón no descansaba, tenso, desde la proa observaba el cable de acero, rígido, oxidado y con alambres que saltaban ante la enorme presión, siempre se había comportado de una manera prudente, tratando de ser previsor, valorando opciones y calculando posibilidades, pero no le había servido de nada.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desconfiaba de todos, de la indiferencia hacia el piloto, había pasado al desprecio, de ese y de todos los que le antecedieron.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Consciente de que independientemente del resultado, su punto de vista había cambiado, había abierto los ojos. Tomó la firme determinación de no dejarse engañar otra vez, si lograban salir de los rompientes, si finalmente lograba salvar la vida, navegaría en su propia embarcación o no lo haría, como pirata o como corsario, con patente o sin ella, el sería su propio capitán, aunque pareciera otra cosa o la contraría.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otro pantocazo de la nave le sacó de sus pensamientos. La embarcación continuaba acercándose peligrosamente a la caída del agua. La espuma blanca que formaban los remolinos del liquido elemento al reventar contra el casco teñía de un blanco lechoso la superficie del río. Maldita sea, pensó Unón, nada depende de mí, no puedo hacer otra cosa que esperar. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<a href="http://www.safecreative.org/work/1207282036621" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><img src="http://resources.safecreative.org/work/1207282036621/label/logo-72" style="border:0;" alt="Safe Creative #1207282036621"/></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-18568596566260200152012-07-12T22:54:00.001+02:002012-07-12T23:31:06.340+02:00LA PRIMAVERA ÁRABE, EL VERANO ESPAÑOL<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
La historia tiende a repetirse sobre todo si la olvidas. Los ánimos se están caldeando por momentos. Las clases privilegiadas y las políticas, que por ende son de las primeras, permanecen a la expectativa.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Esto será otra ola de grandes dimensiones pero sin graves implicaciones como el 15M, o quizá será el temido tsunami que arrase con la totalidad de un sistema que a todas luces ha resultado fallido.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Solo hay que leer un poquito de historia, para recordar que el descontento popular y la crisis económica, con altos impuestos, las diferencias sociales y los estamentos privilegiados, motivaron la revolución Francesa, la Rusa y más recientemente la primavera árabe. Donde pueblos oprimidos con terror, asesinatos y torturas, gobernados por regímenes autoritarios y represores sanguinarios contra cualquier protesta, se levantaron arriesgando sus vidas, quizá creyendo, que sería mejor morir en el intento de cambiar el sistema, a continuar viviendo bajo la dominación de unos pocos. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
En las concentraciones espontáneas, en las marchas de protesta, manifestaciones etc... para oponerse a los recortes, las subidas de impuestos y la mala gestión de la clase política. Donde estamos comprobando que da igual ser de un lado o del opuesto, de los de rojo o de los de azul, porque salvo en matices más ideológicos que realistas, el resultado sigue siendo rematadamente malo, se comienzan a escuchar gritos de guerra, guerra, guerra. En algunos foros se habla incluso de otra guerra civil. </div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Personalmente pienso que es mucho más sencillo. El sistema de este país a fallado, debemos cambiarlo en su totalidad, desde los mismos cimientos. Hay otras muchas posibilidades ¿Difíciles? Seguro, pero más de tomar que de ejecutar, sobre todo si los que deben de fallar esas decisiones se van a ver perjudicados con los cambios.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
Si cayó la monarquía Francesa, si cayeron los Zares o los dictadores árabes por alzamientos populares, que incluso lograron derribar el muro de Berlín. Por que no se pueden cambiar nuestro Gobierno y nuestro país, deben escuchar y están en la obligación de acatar lo que pida el pueblo.</div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Porque si bien son ellos los que tienen que tomar las decisiones, tan solo son nuestros representantes, y deben<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>seguir siéndoles, pero las reglas del juego tienen que cambiar. La soberanía reside en todos los Españoles y si al final el pueblo se levanta para reclamar, no habrá, ejercito, armas, leyes ni gobierno que los pueda frenar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1207121957933" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><img src="http://resources.safecreative.org/work/1207121957933/label/logo-72" style="border:0;" alt="Safe Creative #1207121957933"/></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-26169079235484378232012-07-11T17:27:00.001+02:002012-07-11T19:26:59.085+02:00DE LOS RECORTES, LOS ZORROS VOLADORES Y LAS NARANJAS.<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Como en España somos de carácter manso para según que cosas, ligeramente aborregados y con tendencia a bizquear la vista hacia nuestro ombligo, nos pasa lo que nos pasa.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Ahora nos han metido otro tajo a la economía familiar, ya castigada desde hace tiempo, a unos más que a otros, pero a todos en general.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
El I.V.A. al veintiún por ciento, hace solo unos meses al dieciséis(¡quién lo diría!), las prestaciones del paro reducidas, o la paga extra de Navidad de los funcionarios eliminada.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero somos conformistas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aún hoy, hay quien discute que la vivienda no bajaría de precio. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
—Porque yo mi casa no la vendo por menos de lo que me costó.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
—Pero alma de cántaro, si no es por el valor que tú la ofrezcas, sino por el precio que te la compren, si te vieses obligado a venderla por cualquier circunstancia.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
— Pero es que eso nunca me va a pasar a mí.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
— Sí, sí,... eso mismo decía Gadafi en su país y le volaron los sesos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Asimilamos las últimas noticias como si de una ligera indigestión se tratara, después de todo, hay gente que aún está peor.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Yo vi el otro día un documental, en el que los varones de una tribu de estas que viven por la selva y van con tapa rabos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se jugaban el tipo a quince metros de altura, encaramados a los árboles, para cazar unos murciélagos gigantes llamados zorros voladores, lanzándoles un palo. Tras sudar la gota gorda acertaron a matar uno, que repartieron entre cinco hombres grandes como cinco castillos, tocando por cabeza, a un pedazo ínfimo de carne, que puesto de tapa, daría hasta vergüenza de servir sin guarnición.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
—Esos están peor que nosotros y, aún así, parecían tan contentos.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b>En España</b> generalmente somos de naturaleza conformista, criticamos mucho, pero hacernos arrancar, cuesta más que al primer motor que diseñó Rodolfo Diesel. </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b>Somos cuarenta millones de borregos</b>, <b>guiados por</b> <b>unos</b> <b>perros</b> pastores de raza <b>políticos</b>, que tienen asegurada su carne y su agua fresca, y que ahora obedecen a un cabrero que me suena a que tiene acento teutón.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Como a España no la han intervenido, ni la han rescatado, no hace falta recortar más...Bueno... a lo mejor sí, es <b>que nos</b> hemos “equivocao.” Pero tranquilos, con ese dinero que os quitamos ahora, tened por seguro que arreglamos las cuentas. En lugar de gastarlo vosotros en regalos de Navidad, en pagar la calefacción del próximo invierno, o cambiar las ruedas del coche, ya lo administramos nosotros, que va a ser mucho mejor, y esta vez seguro que no nos equivocamos. Que lo vamos a usar para pagar el rescate de los bancos y los sueldos de los banqueros, un poquito para las grandes constructoras, otro para las eléctricas y lo que sobra pues ya si eso... como son sesenta y cinco mil millones de ahorro, tampoco se va a notar si nos pagamos alguna dieta, o contrato a mi primo y a mi “cuñao” uno como asesor, y otro como consejero, que se lo <b>han</b> “ganao”.</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Y nos dejamos querer, al igual que el duque amigo de lo ajeno, volvió a las américas y aquí paz y después gloria, pasamos por las etapas de la mala noticia en un minuto. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Pero bueno tampoco será para tanto ———————————(Negación)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
¡Qué hijos de puta, hay que hacer algo!—————————<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(Odio).</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Pero entonces el I.V.A. al veintiuno, no puede ser menos——- (Negociación).</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Dios mío, he caído en un pozo, estoy <b>arruinado</b>. —————- (Depresión)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Pero hay gente que está peor. —————————————-(Aceptación)</div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Si te estás preguntando cuál es la moraleja de esta historia, lo aclaro, no la hay(o si miras bien, igual la ves), y del titulo me falta la naranja. Pues resulta que escuché de un compañero, que su padre le contaba que los siguiente años tras finalizar la Guerra Civil, por Navidad siendo un niño, le regalaban una naranja y se ponía más feliz que una perdiz. </div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1207111951583" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#" rel="cc:license"><img src="http://resources.safecreative.org/work/1207111951583/label/logo-72" style="border:0;" alt="Safe Creative #1207111951583"/></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7668767570002903284.post-71943114374956848902012-07-06T14:37:00.000+02:002012-07-08T17:43:06.849+02:00VIVO EN "DESPAÑA" SOY "DESPAÑOL"<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Nos merecemos esa D porque nos lo pide el lenguaje, es nuestra obligación llevarla como símbolo de luto por nuestro país. Esa D sumada al nombre, tendría que ser nuestro brazalete negro y a continuación lo explico en un solo minuto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
Quizá todo comenzó con la <b>des</b>centralización del gobierno del país, fue una puerta abierta al <b>des</b>control de los políticos, que en muchos casos rozó el <b>des</b>potismo con un comportamiento <b>des</b>aforado. El <b>des</b>cuido de todos nosotros, facilitó un gasto <b>des</b>medido, que ha dejado la economía de “Despaña” <b>des</b>carrilada.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Las soluciones son difíciles, ahora quién <b>des</b>enchufa a toda esa panda de <b>des</b>arrapados que viven del cuento, <b>des</b>tripaterrones, que han dejado el país <b>des</b>valijado, actuando con total <b>des</b>vergüenza, <b>des</b>pojando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a todos los “Despañoles” de su estado del bienestar.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Con la <b>des</b>idia, esos <b>des</b>aliñados y su trabajo <b>des</b>organizado, ocupando puestos <b>des</b>merecidos que dejaban <b>des</b>atendidos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>des</b>gastando las arcas del Estado en cruceros, putas, puros y dietas, que han dejado un país <b>des</b>ertizado y al borde del <b>des</b>filadero.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Y como siempre ahora les toca volver a pagar a los más <b>des</b>afortunados, con un tejido industrial <b>des</b>activado, más de cinco millones de <b>des</b>empleados, la puñetera prima de riesgo <b>des</b>estabilizada, la <b>des</b>confianza de los mercados, y cundiendo el <b>des</b>ánimo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y el <b>des</b>concierto entre los “Despañoles”, nos toca apretarnos otra vez el cinturón, con impuestos nos van a <b>des</b>pellejar, con trabajo hasta la tercera edad nos van a <b>des</b>riñonar, los sueldos nos quieren <b>des</b>plomar.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Pero es que yo no he <b>des</b>pilfarrado,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me parece muy injusto y <b>des</b>proporcionado, que me dejen el sueldo <b>des</b>hinchado, con el que solo podré vivir como un <b>des</b>graciado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Por momentos la <b>des</b>esperación se apodera de mi, nuestra “Despaña” se <b>des</b>morona y todos los días, <b>des</b>cubres una nueva noticia, en la que algún miembro de la casta política, trama <b>des</b>plumar los fondos públicos. Aquí no escarmentamos, desde sus <b>des</b>pachos siguen pensando en <b>des</b>mantelar el Estado, actuando con <b>des</b>honor y <b>des</b>lealtad. Tendrían que ser <b>des</b>terrados y <b>des</b>membrados, que pena de país <b>des</b>prestigiado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
No puedo parecer <b>des</b>preocupado ni mirar hacia otro lado, cuando mis ahorros he <b>des</b>gastado. Me preocupa mi <b>des</b>tino y el del resto de los “Despañoles”, estamos <b>des</b>validos, navegamos sin rumbo y entre una niebla que no se <b>des</b>vanece ¡Qué más <b>des</b>venturas nos acontecen!</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<b>Des</b>confío de las soluciones porque me empujan a la <b>des</b>nutrición, ahora va a resultar, que todos hemos <b>des</b>perdiciado. Maldita la gracia, yo no debía estar cuando era mi turno y <b>des</b>aproveché mi oportunidad.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
La caja fuerte del banco de “Despaña” parece un <b>des</b>campado, vendimos el oro cuando el precio estaba <b>des</b>calabrado, pienso que no sería <b>des</b>considerado, <b>des</b>angrar al responsable<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>des</b>quiciado, de habernos <b>des</b>poseído de todo nuestro prestigio.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Todo este <b>des</b>aguisado me tiene <b>des</b>corazonado, ya solo falta que nos <b>des</b>carnen, estamos <b>des</b>amparados, me siento <b>des</b>dichado, y por eso <b>des</b>cuartizaría a los culpables. De un bofetón a alguno dejaba <b>des</b>dentado, aunque <b>des</b>apruebe la violencia gratuita.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Espero <b>des</b>fallecido por <b>des</b>conectar, para que la <b>des</b>gana no me haga <b>des</b>mayar.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Quizá suene <b>des</b>afiante o <b>des</b>lenguado pero este país está <b>des</b>trozado.</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
Así que canta conmigo... Yo soy Despañol DESPAÑOL ¡DESPAÑOL! Yo soy DES...</div>
<a href="http://www.safecreative.org/work/1207061926815" rel="cc:license" xmlns:cc="http://creativecommons.org/ns#"><img alt="Safe Creative #1207061926815" src="http://resources.safecreative.org/work/1207061926815/label/logo-72" style="border-bottom: 0px; border-left: 0px; border-right: 0px; border-top: 0px;" /></a>David Díaz Berberana http://www.blogger.com/profile/03205871633041018745noreply@blogger.com0