VIVO EN "DESPAÑA" SOY "DESPAÑOL"

Nos merecemos esa D porque nos lo pide el lenguaje, es nuestra obligación llevarla como símbolo de luto por nuestro país. Esa D sumada al nombre, tendría que ser nuestro brazalete negro y a continuación lo explico en un solo minuto.  

Quizá todo comenzó con la descentralización del gobierno del país, fue una puerta abierta al descontrol de los políticos, que en muchos casos rozó el despotismo con un comportamiento desaforado. El descuido de todos nosotros, facilitó un gasto desmedido, que ha dejado la economía de “Despaña” descarrilada.

Las soluciones son difíciles, ahora quién desenchufa a toda esa panda de desarrapados que viven del cuento, destripaterrones, que han dejado el país desvalijado, actuando con total desvergüenza, despojando  a todos los “Despañoles” de su estado del bienestar.

Con la desidia, esos desaliñados y su trabajo desorganizado, ocupando puestos desmerecidos que dejaban desatendidos,  desgastando las arcas del Estado en cruceros, putas, puros y dietas, que han dejado un país desertizado y al borde del desfiladero.

Y como siempre ahora les toca volver a pagar a los más desafortunados, con un tejido industrial desactivado, más de cinco millones de desempleados, la puñetera prima de riesgo desestabilizada, la desconfianza de los mercados, y cundiendo el desánimo  y el desconcierto entre los “Despañoles”, nos toca apretarnos otra vez el cinturón, con impuestos nos van a despellejar, con trabajo hasta la tercera edad nos van a desriñonar, los sueldos nos quieren desplomar.

Pero es que yo no he despilfarrado,  me parece muy injusto y desproporcionado, que me dejen el sueldo deshinchado, con el que solo podré vivir como un desgraciado.

Por momentos la desesperación se apodera de mi, nuestra “Despaña” se desmorona y todos los días, descubres una nueva noticia, en la que algún miembro de la casta política, trama desplumar los fondos públicos. Aquí no escarmentamos, desde sus despachos siguen pensando en desmantelar el Estado, actuando con deshonor y deslealtad. Tendrían que ser desterrados y desmembrados, que pena de país desprestigiado.

No puedo parecer despreocupado ni mirar hacia otro lado, cuando mis ahorros he desgastado. Me preocupa mi destino y el del resto de los “Despañoles”, estamos desvalidos, navegamos sin rumbo y entre una niebla que no se desvanece ¡Qué más desventuras nos acontecen!

Desconfío de las soluciones porque me empujan a la desnutrición, ahora va a resultar, que todos hemos desperdiciado. Maldita la gracia, yo no debía estar cuando era mi turno y desaproveché mi oportunidad.

La caja fuerte del banco de “Despaña” parece un descampado, vendimos el oro cuando el precio estaba descalabrado, pienso que no sería desconsiderado, desangrar al responsable  desquiciado, de habernos desposeído de todo nuestro prestigio.

Todo este desaguisado me tiene descorazonado, ya solo falta que nos descarnen, estamos desamparados, me siento desdichado, y por eso descuartizaría a los culpables. De un bofetón a alguno dejaba desdentado, aunque desapruebe la violencia gratuita.

 Espero desfallecido por desconectar, para que la desgana no me haga desmayar.

Quizá suene desafiante o deslenguado pero este país está destrozado.

Así que canta conmigo... Yo soy Despañol DESPAÑOL ¡DESPAÑOL! Yo soy DES...