miércoles

La odisea de la reclamación

Salvo los que  habiten en cuevas, tengan alergia a las ondas magnéticas y aparatos electrónicos, o como Bob esponja vivan en una piña debajo del mar. Quién no ha sufrido la tediosa, agónica, desesperante, eterna y enredada odisea que supone, tratar mediante una reclamación, de solucionar algún error en la facturación, de servicios contratados con empresas de televisión de pago, internet o telefonía.
Esta vez me ha tocado a mí, y como no puedo estar callado, ni tengo ganas de bajar al garaje a darle de hostias al saco, para así desahogarme, voy a castigar el teclado contando mi periplo y de paso lo publico en mi blog, para así agregarlo, a la incalculable suma de nefastas experiencias ocurridas con este tipo de servicios.
Abrir una carta de correo, sabiendo que es una factura, suele sentar como una patada en el estómago, y más en estos latosos tiempos de crisis, pero cuando el montante de la factura, que  esa no falta ningún mes, multiplica por cinco lo que te esperas en base a lo que tienes contratado y consumido, la patada es de K.O. técnico, ilegal y directa a las partes nobles.
Esta vez la cosa va con Vodafone, veo  el total a pagar, se me ponen los ojos como platos, me tiemblan las piernas, se me acelera el pulso y me pongo rojo como un tomate, ya no siento ni el frío que paso en casa al tener la calefacción solo de adorno, como tenía mi abuela la muñeca disfrazada de legionaria encima del frigorífico.
La Iliada de Homero se queda corta cuando uno trata de batallar en el teléfono de atención al cliente. Con el pulso tembloroso por la rabia contenida, tengo que llamar hasta en tres ocasiones, para que después de escuchar publicidad sobre nuevas ofertas, y repetir varias veces el motivo de mi llamada a una máquina parlante, finalmente consigo que... “ en unos segundos será atendido por uno de nuestros agentes” Quien dice unos segundos dice nueve minutos de reloj, escuchando una melodía distorsionada que me trae recuerdos de cuando decían que si ponías un disco de vinilo a girar al revés se podía escuchar un mensaje satánico, para nada alentador, tanto como el acento casi inteligible del operador que me toca en liza, aunque eso ya lo tenía asumido.
Trato de ser breve, claro y conciso en la reclamación, pero el operador con más buena fe e intenciones que capacidad, me da unas explicaciones que para nada son convincentes, solo le ha faltado decirme que la culpa es del asteroide Tutatis, que estos días pasa por aquí cerca, e interfiere en la señal planetaria.
El caso es que tras dimes y diretes, he conseguido enterarme (presupongo) que me habían dado de alta en una tarifa de datos, que por otro lado yo no había solicitado, y que me reingresarían el importe cobrado en demasía en las siguientes facturas, y yo le he explicado que no estoy de acuerdo, que si no emiten otra factura con el importe correcto, devolveré el recibo y que por favor que me desactiven cualquier tipo de conexión de datos con internet.
Bueno, pues después de media horita larga con el aparato auricular incrustado en mi oreja, convencido de no haber solucionado un pimiento y contagiado del mismo acento que se le quedó a Jose María Aznar cuando dijo “Estaaamos trabajaaannndo en ello...”, me han llegado dos mensajes que me confirman la perdida de tiempo. Uno me dice que mi reclamación está en proceso y se solucionará el día 19, dos días después del vencimiento de la factura, y otro donde me dice, que me han cambiado mi tarifa de datos de conexión, a smart (esa misma que yo nunca he contratado y habiendo demandado en la llamada,  para que anulasen cualquier posibilidad de conexión de datos)
Para cortarse las venas.    TO BE CONTINUE...

2 comentarios:

  1. Segundo día de odisea,
    Con los ánimos más calmados, el pronto me puede por mucho que intento suavizar el Karma con el Zen, pero sin olvidarme del entuerto de la dichosa factura irregular. Hoy he recibido una llamada de Vodafone, en la que me aseguran, que efectivamente se me ha anulado la posibilidad de conexión de datos. Cosa que me parece perfecta puesto que yo no había contratado ese servicio, y que el fallo es por culpa del teléfono que es un smartphone, (Teléfono inteligente), según para quien o que intereses, pienso yo, y ha decido conectarse de motu propio a la red, generando ese gasto irregular en la factura emitida, que por supuesto va a ser rehecha eliminando el consumo de datos en internet.
    A la espera de que se confirme lo expuesto, continuamos navegando hacía lo desconocido.

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  2. A mi me pasó algo parecido, yo tengo desactivada la red en el teléfono pero pasé unas vacaciones en Portugal y según ellos me conecté y desconecté durante diez días seguidos cada treinta segundos. Ni te imaginas el montante de la factura que tuve que pagar, después me tocó reclamar así que te explico que ellos directamente no te solucionarán nada,tienes que ir a consumo para poner una reclamación y en unos quince días te devolverán el dinero. Cuidado porque ellos te ofrecerán un descuento, no piques, reclama todo en consumo. Espero haberte ayudado en algo. Un beso.

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